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Restos de un águila perdicera junto a una línea de alta tensión en Valladolises (Murcia). Jorge Sánchez / ANSE

Otoño negro para las águilas perdiceras en la Región de Murcia

Nueve grupos ecologistas denuncian la muerte por electrocución de cinco de estas rapaces en peligro de extinción en octubre en Murcia y Calasparra

Lunes, 6 de noviembre 2023, 00:31

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Las águilas perdiceras caen como moscas en la Región de Murcia, por choque o electrocución en líneas de alta tensión. Y este otoño está siendo especialmente mortífero para esta especie de ave rapaz en peligro de extinción en la Comunidad Autónoma, ya que solo en octubre se ha documentado la pérdida de cinco ejemplares, en Murcia y Calasparra. Cuatro casos en el primero de estos municipios –tres en Los Martínez del Puerto y uno en Valladolises–, todos ellos dentro de su área de dispersión.

Estas muertes de águilas perdiceras ('Hieraaetus fasciatus') han sido denunciadas tanto a la Consejería de Medio Ambiente como a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia por la Asociación de Naturalistas del Sureste en nombre de #MirandoAlTendido, una plataforma integrada por nueve entidades conservacionistas que recopilan los accidentes fatales de aves en torretas y cableado eléctrico –ANSE, Ecologistas en Acción, Naturactúa, Meles, Anida, Ulula, Stipa, Asociación Calblanque y Asociación Región de Murcia Limpia–.

Los denunciantes exigen la apertura de expedientes sancionadores, imposición de las sanciones previstas en la legislación y «medidas urgentes» para corregir «los tendidos implicados y los existentes en su entorno, al haber quedado acreditada la importancia de esas zonas para el águila perdicera».

Solo un pollo por temporada

Este otoño negro está siendo especialmente cruel con una especie que solo cuenta con unas veinticinco parejas en toda la Región, una población que se mantiene estable durante los últimos años pero que no consigue traspasar ese límite. Principalmente por las muertes no naturales debido a electrocuciones, admite el Gobierno regional en sus informes sobre el seguimiento a esta rapaz, aunque también por la fuerte competencia del águila real, un ave más poderosa que se encuentra en expansión en la Región de Murcia. Tampoco ayuda su baja productividad, que no pasa de un pollo por cada pareja reproductora.

La plataforma #MirandoAlTendido advierte de que ya son dieciocho las águilas perdiceras halladas muertas bajo estructuras eléctricas desde que pusieron en marcha este observatorio colaborativo hace dos años; un número que sería potencialmente más elevado debido a que no se encuentran todos los cadáveres y a que algunos son depredados.

La plataforma #MirandoAlTendido ha documentado la muerte de dieciocho ejemplares en dos años, sobre una población regional de unas veinticinco parejas

«Se trata de unos números inasumibles que ponen en riesgo el resto de medidas adoptadas para la conservación de una especie catalogada en peligro de extinción y que cuenta con un plan de recuperación en marcha», explica a LA VERDAD el biólogo de ANSE Jorge Sánchez.

La Asociación de Naturalistas del Sureste destaca que la mayor parte de los casos más recientes se han registrado en el área de influencia del Campo de Cartagena-Mar Menor, y que ya se conocen casos previos de electrocución de águilas perdiceras en ese entorno.

Área de dispersión

«Conviene recordar que esta zona tiene una importancia internacional como área de dispersión de juveniles [espacios donde permanecen los jóvenes tras abandonar los territorios parentales] y es conocido que en ellos se producen elevadas mortalidades, con la electrocución como causa más frecuente», insiste Jorge Sánchez.

Por este motivo, esa zona ha sido propuesta por la Comunidad Autónoma para su inclusión en la ampliación de las áreas de protección de las aves frente a la electrocución. Este aumento de las áreas protegidas, que se materializará en un decreto de próxima aprobación, supondrá que las medidas correctoras en líneas eléctricas se extenderán al 55% de la superficie de la Región, con 233.705 hectáreas adicionales –en un total de 625.677–.

El aumento en la protección ante electrocuciones que supondrá la nueva normativa no ha evitado el reproche del Consejo Económico y Social (CES), órgano consultivo que avaló hace unos días el proyecto de decreto pero que recuerda que lleva doce años de retraso y que además aún se desconoce cuántas líneas eléctricas siguen incumpliendo la obligación, establecida en 2008, de contar con medidas de seguridad para las aves.

También en octubre se ha encontrado otra águila perdicera muerta, la sexta del mes en esta lista siniestra, aunque aparentemente por ahogamiento, ya que fue encontrada en una balsa de riego en San Javier. Se trata de una rapaz nacida en la provincia de Almería y equipada con un emisor GPS por el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), dispositivo que facilitó su localización.

Medio Ambiente investiga y abrirá expedientes «si procede»

La Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor ha iniciado una investigación de estas muertes de águilas perdiceras, «para lo cual los agentes medioambientales han iniciado la inspección de las zonas y están elaborando los correspondientes informes, a los que se unirán las necropsias efectuadas por el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle. En función de sus resultados y, si procede, se abrirá el correspondiente expediente sancionador», informa a LA VERDAD el Gobierno regional.

«Con el nuevo decreto, estas zonas estarían dentro del ámbito de ampliación de las zonas de protección de especies y permitirá adoptar medidas correctoras», añade el Ejecutivo autónomo.

En este sentido, representantes de ANSE se han reunido recientemente con la secretaria autonómica de Energía, Sostenibilidad y Acción Climática, María Cruz Ferreira, y varios funcionarios de la Consejería de Medio Ambiente para abordar la situación de la muerte de aves en tendidos eléctricos. Según asegura ANSE, «la Comunidad Autónoma se comprometió a la inmediata aprobación de la ampliación de áreas de protección y a la adopción de medidas adicionales, basadas en el decálogo de #MirandoAlTendido».

ANSE «aplaude las medidas y la ampliación de las áreas de protección», pero muestra su preocupación «por los reparos que ha realizado el Consejo Económico y Social a la orden».

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Otoño negro para las águilas perdiceras en la Región de Murcia