Medio Ambiente estudia la desprotección del mayor Refugio de Fauna de la Región
El Servicio de Caza propone convertir en coto deportivo El Bebedor, un monte público de Moratalla con especies protegidas
De cobijo de especies protegidas a coto de caza. Este es el cambio que podría experimentar el monte público El Bebedor, un espacio natural de ... 1.600 hectáreas en el municipio de Moratalla que actualmente está catalogado como Refugio de Fauna; es decir, un lugar donde está prohibida la actividad cinegética para garantizar «la conservación de determinadas especies» por razones «biológicas, ecológicas, científicas o educativas», según el artículo 23 de la Ley 7/2003 de Caza y Pesca Fluvial de la Región.
La descatalogación del Refugio de Fauna El Bebedor –el más grande de los nueve que hay en la Región– es una idea que maneja la Consejería de Agua, Agricultura, Pesca, Ganadería y Medio Ambiente a propuesta del Servicio de Caza. El objetivo sería obtener recursos económicos para «mejorar» la gestión de este espacio público. La vía de ingresos más directa, si así se decidiera, sería la subasta del aprovechamiento cinegético entre sociedades de cazadores, como se hace con otros montes propiedad de la Comunidad Autónoma. Este plan, aún en una fase muy inicial a falta de un informe solicitado al Servicio de Biodiversidad, podría incluir la introducción del corzo.
Uno a uno
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Morra del pan (Águilas, 56 hectáreas. Desde 1995).
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El Baldío (Lorca, 94 hectáreas. Desde 2001).
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Somogil de Arriba (Moratalla, 55 hectáreas. Desde 1990).
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El Bebedor (Moratalla, 1.604 hectáreas. Desde 1996).
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Torreguil (Murcia, 875 hectáreas. Desde 1988).
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Parque ecológico Vicente Blanes (Molina de Segura, 38 hectáreas. Desde 2010).
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Las Maravillas (Cehegín, 616 hectáreas. Desde 2010).
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Cerro de los Cucos-Malcamino (Mazarrón, 118 hectáreas. Desde 1998).
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Las Balsicas (Caravaca, 174 hectáreas. Desde 2001).
La versión de la Consejería, a preguntas de LA VERDAD, es que «no existe proyecto ni se está estudiando cambio alguno. No hay orden al respecto ni desde la dirección ni subdirección», aunque admite que «hay una petición interna de información de un servicio a otro, de Caza a Medio Natural, para conocer qué aprovechamiento se podría dar a ese espacio».
Águilas, halcones y ciervos
Al margen de su condición de Refugio de Caza, El Bebedor no es un espacio protegido pese a su cercanía con la Zona de Especial Conservación (ZEC) Sierra del Gavilán y su valiosa biodiversidad, sobre todo en aves: en este lugar hay citas de una pareja de águila real, dos de halcón peregrino y búho real, además de una colonia de chova piquirroja y buitres leonados, que están volviendo a establecerse en sus cortados. Como los quebrantahuesos, que sobrevuelan estas montañas con frecuencia, procedentes de las Sierras de Cazorla, Segura y Castril, aunque aún no se han decidido a anidar en ellas.
También hay gatos monteses y ungulados como cabra montés, ciervos y gamos, además de jabalíes. La presencia de estas cuatro últimas especies cinegéticas es el motivo que habría impulsado a la Consejería a buscar una rentabilidad económica en El Bebedor y la rambla de las Buitreras, un monte público donde predominan las encinas, los pinos negrales y el boj, un arbusto muy poco común en la Región.
Otras voces reclaman sin embargo que El Bebedor siga protegido y se consagre a la educación ambiental. Lo propone el naturalista Jesús Rodríguez, de la asociación Descubriendo Moratalla: «Habría que rehabilitar la vieja casa forestal antes de que se caiga del todo; y, quizá con la colaboración de las consejerías de Medio Ambiente, Turismo y Educación, crear un centro de interpretación y divulgación de la naturaleza del Noroeste. Sería justo porque nunca se ha invertido nada en los espacios naturales de esta comarca», propone.
La Justicia no ampara la descatalogación
No es tan fácil descatalogar un Refugio de Fauna: los tribunales aplican el 'principio de no regresión ambiental', que impide retroceder respecto a los niveles de protección alcanzados con anterioridad. Dicho de otra forma: sería ilegal desclasificar un Refugio de Fauna –más aún de carácter público, pues los hay privados– cuando no han desaparecido las razones que lo motivaron. Es lo que sucedió en Castilla-La Mancha, cuando el Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad condenó a la Junta en 2014 a restablecer la protección de los Refugios de Fauna Quinto de San Pedro y Cardeñosa (Toledo) y Nava de Don Diego (Ciudad Real), que había convertido en cotos privados de caza mediante subasta.
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