El lince ibérico supera los mil ejemplares en libertad

El año de la pandemia ha sido bueno para el lince ibérico: el censo de este felino amenazado en el año 2020 revela que su población en la península es ya de 1.111 ejemplares en libertad, según los datos que ha hecho públicos este viernes el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Se trata del mejor registro para el 'Lynx pardinus' desde que existen programas de seguimiento de la especie, y la confirmación de una recuperación exitosa para un carnívoro que hace menos de dos décadas estaba al borde de la extinción, con menos de cien individuos repartidos entre Doñana y Sierra Morena.

El grupo de trabajo del lince, conformado por las administraciones ambientales de España y Portugal, ha constatado que el pasado año fue excelente para la evolución poblacional de la especie, con un incremento del 30% respecto al censo de 2019. «Esta curva demográfica permite ser optimistas y dibuja escenarios que alejan al gran felino ibérico del riesgo crítico de desaparición», señala el Miteco. No obstante, los expertos piden prudencia e insisten en la necesidad de mantener los esfuerzos y los programas en marcha, «dado que la especie no está fuera de peligro y sigue legalmente considerada en riesgo de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas».

De acuerdo con los datos del Ministerio, una gran mayoría de los ejemplares (87,5%) se distribuyen en distintas zonas del cuadrante suroccidental de España, especialmente en los cinco núcleos de Andalucía, que acogen a más de la mitad de la población española, seguidos de Castilla-La Mancha (con un tercio de los linces) y Extremadura, con 141 ejemplares. En Portugal habitan 140 linces en el área del Valle del Guadiana. En total, existen 14 núcleos con presencia estable de linces en toda la península ibérica; de ellos, los más importantes son los que se localizan en el entorno de Sierra Morena (603 linces), Montes de Toledo (145), Valle del Guadiana (140) y área de Matachel, en Extremadura (131).

En 2020 se contabilizaron 414 nacimientos de 239 hembras reproductoras. La productividad global, «entendida como el número de cachorros nacidos por hembra reproductora o territorial», fue de 1,7. Todos los parámetros poblacionales principales considerados (número total de linces, número de hembras reproductoras y número de cachorros nacidos) «muestran una tendencia positiva desde el inicio de los programas coordinados de actuación en 2002», puede leerse en el informe.

El Ministerio destaca la colaboración y «el papel proactivo de las administraciones autonómicas (Junta de Andalucía, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Junta de Extremadura) y nacionales (el propio Miteco en España y el Instituto da Conservação da Natureza e das Florestas de Portugal), así como de entidades no gubernamentales«, que ha resultado »esencial para obtener estos resultados. La financiación europea, a través de varios proyectos Life, también ha contribuido significativamente a la buena marcha del programa«. Entre las aportaciones procedentes de Bruselas y las locales, salvar al lince ha costado ya casi noventa millones de euros.

La Región de Murcia participa en la estrategia de recuperación y conservación del lince ibérico desde 2011. Después de varias etapas con iniciativas de divulgación y seleccionando los espacios más adecuados para su reintroducción, el regreso del felino a los espacios naturales de la Comunidad Autónoma se hará realidad en un par de años: los montes lorquinos del Gigante-Pericay, próximos al Parque Natural de Sierra María-Los Vélez (Almería), serán el lugar donde se realicen las liberaciones, previstas en 2023, cuando se soltarán ocho ejemplares procedentes del programa de cría en cautividad. Más adelante llegarán otros diez. El objetivo para la consolidación de este nuevo núcleo es establecer cinco hembras reproductoras.

Los expertos en lince ibérico han seleccionado el Gigante-Pericay porque cuenta con una amplia extensión (20.000 hectáreas) de hábitat adecuado y abundancia de la presa principal del felino: el conejo de monte (3,6 conejos por hectárea, cuando el mínimo exigible por el protocolo de reintroducción es de dos). En la continuación del exitoso Proyecto Life Iberlince también se creará otra población en Sierra Arana (Granada).

Además del conjunto de actuaciones de gestión del hábitat y de protección ante amenazas existentes en el medio natural, el programa de conservación 'ex situ' del lince ibérico (que engloba los trabajos de cría en cautividad y la reintroducción de ejemplares) ha tenido «un papel clave» para alcanzar estas cifras positivas, asegura el Miteco: desde que en 2011 comenzaran las primeras sueltas de linces al medio natural de individuos nacidos en cautividad, hasta 2021, se han reintroducido 305 ejemplares, «lo que supera las previsiones y expectativas iniciales».

Actualmente funcionan cuatro centros de cría en cautividad: Zarza de Granadilla (Extremadura) y El Acebuche (Andalucía), gestionados por el Miteco a través del Organismo Autónomo Parques Nacionales; La Olivilla (que depende de la Junta de Andalucía) y Centro Nacional de Reprodução de Lince Ibérico o Centro de Silves (Portugal).