«La verdad debe seguir siendo un valor esencial que permita construir espacios públicos de convivencia a partir de una realidad compartida»
Discurso del director ·
«Ya alertó Hannah Arendt de que el sujeto ideal de los totalitarismos es aquel individuo que ya no distingue entre los hechos y la ficción, entre lo verdadero y lo falso»
Pocos lugares como Cartagena pueden ser más adecuados para un reconocimiento público a gestas épicas de la medicina y del deporte, a espectaculares tradiciones que aúnan leyenda, fiesta e historia, o a manifestaciones culturales tan evocadoras como el cine. Mucho antes de surgir la pandemia habíamos decidido celebrar en El Batel 'Los Mejores de LA VERDAD' de 2021, pero no fue hasta hace poco cuando constatamos que sería posible. Por las restricciones necesarias para preservar la salud de todos, será en una noche diferente a como la habíamos imaginado, pero nos sentimos afortunados de estar aquí, saliendo de esta pesadilla distópica que empezamos a superar gracias al trabajo infatigable y eficaz del colectivo sanitario. Solo por dar las gracias a todos los médicos, enfermeros y farmacéuticos de la Región merece la pena celebrar 'Los Mejores', que hemos preparado con la misma ilusión de siempre. Junto a esos indiscutibles héroes de nuestro tiempo, hay otras mujeres y hombres de sobresaliente talento a los que también queremos reconocer, como los que integran el bando de los Caballos del Vino de Caravaca, el Festival Internacional de Cine de Cartagena y el plusmarquista nacional de 1.500, 3.000 y 5.000 metros, el muleño Mohamed Katir. Mi enhorabuena a todos ellos.
Han sido muchas las personas e instituciones de la Región que durante este año y medio de pandemia han hecho una labor impagable en muchos ámbitos de la vida pública. Pero me van a permitir que agradezca de forma especial la labor de los profesionales en plantilla y de los colaboradores externos de LA VERDAD, que se volcaron en la cobertura de la crisis del coronavirus, poniendo su deber de informar por encima de cualquier otra consideración o inquietud personal. Todos los departamentos del diario estuvieron a la altura de unas excepcionales circunstancias, repletas de dificultades para la elaboración de los contenidos y la distribución del periódico. Afortunadamente, nunca un capitán tuvo mejor tripulación. Gracias al compromiso de todos cuantos integran este diario seguimos manteniendo la fidelidad de nuestra audiencia, a la que agradecemos las muestras de cariño y afecto recibidas durante la pandemia, un turbulento tiempo en el que LA VERDAD, tanto en su versión impresa como digital, fue la principal referencia informativa regional. Siete de cada diez compradores de periódicos en la Región eligen LA VERDAD. Y seguimos siendo líderes en información digital, incluso tras haber apostado por la suscripción de pago para garantizar la calidad de la información.
Puedo asegurarles que nuestros profesionales no han ahorrado esfuerzos y voluntad de excelencia en este año tan complicado y repleto de acontecimientos, pues junto a la pandemia se produjeron otros hechos informativos en la vida pública especialmente relevantes. Por ejemplo, la fallida moción de censura al Gobierno regional, que tuvo su efecto dominó en la Comunidad de Madrid y en el propio Ejecutivo central. Se suele reiterar que el terremoto político nacional empezó aquí, en la Región de Murcia. Si es así, habría que precisar que todo empezó en la Redacción de LA VERDAD, cuando nuestro especialista en asuntos sanitarios, Javier Pérez Parra, nos trajo una información exclusiva que desencadenó el posterior tsunami.
Me siento orgulloso de mis compañeros por haber demostrado, en tiempos de crisis sanitaria y política, la importante función social del buen periodismo. Frente a la industria de la desinformación que esparce noticias falsas, debemos conseguir que la verdad siga siendo ese valor esencial que permite construir espacios públicos de convivencia a partir de una realidad compartida. Hannah Arendt, una de las grandes mentes del siglo XX, ya alertó de que «el sujeto ideal de los totalitarismos es el individuo para quien la distinción entre hechos y ficción, y la distinción entre lo verdadero y lo falso, ha dejado de existir». El desprecio por los hechos y el ninguneo de la razón son hoy dos serias amenazas para nuestras democracias. Hace años nos preocupaban las noticias falsas. Ahora también nos inquietan los intentos por falsear la ciencia que realizan los negacionistas del cambio climático y los antivacunas, o los esfuerzos por reescribir la historia por parte de revisionistas que ficcionan con hechos alternativos. Ojalá que el esfuerzo, el sacrificio y la excelencia de las personas e instituciones que hoy son premiados por los periodistas de LA VERDAD nos inspiren para continuar con nuestra misión de servicio a la Región de Murcia.
