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Puente de Westminster en Londres. Afp
Bruselas prepara a los Estados miembros para un final caótico

Bruselas prepara a los Estados miembros para un final caótico

La Comisión intensifica las acciones de contingencia mientras espera que Londres aclare su estrategia

Salvador Arroyo

Corresponsal en Bruselas (Bélgica)

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Jueves, 17 de enero 2019, 22:32

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Bruselas ya no se arriesga. La derrota histórica que sufrió Theresa May en Westminster el pasado martes ha marcado un punto de inflexión en el devenir de las negociaciones del 'brexit' ante la evidencia (ya incuestionable) de que el control del proceso lo tiene Westminster y no el 10 de Downing Street. «Ahora nos tomamos esto muy en serio, ya que la opción de que no se llegue a un acuerdo se está volviendo más probable», insistió este jueves el portavoz jefe de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.

Aquel 'time is almost up' (el tiempo está a punto de agotarse), con que el presidente Jean-Claude Juncker cerró el comunicado de urgencia que emitió tras conocerse el descalabro en la Cámara de los Comunes de los acuerdos de divorcio, no era una simple reiteración. El luxemburgués pulsaba un nuevo botón rojo que ha activado la siguiente fase de un plan de respuesta al 'no deal' que se rige por una cuenta atrás. A diez semanas de la fatídica fecha del 29 de marzo, sin pacto cerrado con Londres, se intensifican los preparativos para reducir los daños.

Y asume un papel destacado la Subsecretaría de la Comisión. Vinculada a la estructura de respuesta logística al 'brexit' del Ejecutivo comunitario, conoce todos los entresijos del proceso. Y se encargará de canalizar en los próximos días una nueva ayuda a los socios sobre acciones «esenciales y urgentes» (seguridad, tráfico aéreo o intercambio de información, por citar solo algunas). Funcionarios realizarán una gira por las capitales de los 27 Estados miembros, en visitas de una jornada, que tienen como objetivo ofrecer asesoramiento a los Gobiernos además de coordinar los planes de acción nacionales con las medidas de alcance común.

Ya el pasado diciembre se hizo público un paquete de protocolos de contingencia sobre unas 88 variables referidas a ciudadanía, transporte, servicios financieros, aduanas... De lo que se trataría a partir de este momento es de entrar más al detalle, de responder a las dudas que tengan las diferentes administraciones en reuniones de trabajo con un marcado carácter técnico, aunque sin descartar encuentros con interlocutores sociales u organizaciones empresariales.

Eso es lo concreto. A partir de ahí, el Ejecutivo comunitario considera una «especulación» la posibilidad de que se pare el reloj del 'brexit'. La UE «no ha recibido una solicitud de ampliación», reiteró ayer el portavoz jefe de Juncker. Londres tendría que poner sobre la mesa una extensión del Artículo 50 del Tratado de la Unión Europea (el que regula la salida de un socio del club) o solicitar su invalidación antes del 29 de marzo, cuando vencen los dos años hábiles desde que Londres pidió activarlo.

La hipótesis de trabajo es una prórroga hasta julio, antes de que se celebre la primera sesión en la Eurocámara que saldrá de las elecciones europeas del 26 de mayo, en las que no habrá participación británica. Bruselas remarca que, de dar este paso la 'premier' británica debería justificarlo.

«La solicitud tendría que establecer los motivos de tal extensión». Y se entiende que lo daría con un apoyo suficiente para no estrellarse de nuevo en Westminster. La última palabra, el 'sí' de los jefes de Estado y de Gobierno de los 27, responde a la lógica de hacer todo lo posible para evitar el desenlace caótico. Porque ayer los contactos al más alto nivel entre Londres y Bruselas, entre Theresa May y Jean-Claude Juncker, se limitaban a «mensajes de texto». «No han hablado», confirmaron desde la Comisión.

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