Israel niega la hambruna en Gaza pese a las imágenes de niños desnutridos y dice que es una campaña «engañosa» de Hamás
La UE y países como Canadá, Suiza, Australia y Japón reclaman medidas «urgentes» ante la catástrofe humanitaria en la Franja
Las carreteras que llevan hasta los puntos de reparto de la escasa comida que hay en Gaza han sido bautizadas como los 'caminos de la ... muerte'. O no vas y te mueres de hambre o vas y te arriesgas a recibir un disparo israelí. Las imágenes de niños desnutridos han conmocionado al mundo. Según el ministerio de Salud de la Franja, han fallecido de inanición 227 personas, incluidos 103 menores. Naciones Unidas estima que más del 80% de la población no dispone apenas de alimentos, lo que les obliga a recurrir incluso a pienso para animales. El Gobierno de Israel lo niega. No hay, dice, «desnutrición generalizada» y asegura en un informe elaborado por el ejército que son «datos inflados» por Hamás dentro de una «campaña orquestada» y «engañosa».
Sobre Gaza hay un apagón informativo. Desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, el Ejecutivo hebreo cerró las fronteras a la prensa internacional. El pasado domingo, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, sorprendió al anunciar que iba a permitir el acceso de periodistas extranjeros. Horas demás, un dron del ejército israelí asesinó a seis reporteros palestinos de la cadena Al Jazeera. Pese al bloqueo, las imágenes de la hambruna han rebotado en las cuatro esquinas del planeta y han tenido eco.
Tel Aviv asegura que muchas víctimas estaban enfermas y la ONG hebrea ACRI replica que les mató la falta de comida
Este martes, la Unión Europea, el Reino Unido, Canadá, Australia, Suiza y Japón se han unido para pedir una acción «urgente» y «detener la hambruna» en la Franja. «El sufrimiento humanitario en Gaza ha alcanzado niveles inimaginables. Se está desarrollando ante nuestros ojos», denuncian representantes de 24 países.
Ante esa creciente presión internacional, Israel trata de restar credibilidad a los datos de víctimas del hambre difundidos por Hamás. El Cogat, organismo dependiente del ministerio de Defensa y encargado de la administración civil de los territorios palestinos, ha realizado un «examen exhaustivo» sobre las muertes por falta de alimentos en la Franja. Asegura que muchos de los fallecidos sufrían «condiciones médicas preexistentes».
Cita como ejemplo el caso de de Abdullad Hani Muhammad Abu Zarga, un niño de 4 años que murió de inanición. El Cogat da otra versión: «Padecía una enfermedad genética que causa deficiencias en vitaminas y minerales, osteoporosis y pérdida de masa ósea. Es una enfermedad hereditaria que también afecta a otros miembros de su familia». Cuatro meses antes del estallido del conflicto, el menor se desplazó con su madre para ser tratado en un hospital de Jerusalén Este, según informa 'The Times of Israel.
A la espera de la ofensiva
Con casos así, el Gobierno de Netanyahu niega la hambruna generalizada en la Franja. Sin embargo, los expertos médicos consultados por la propia prensa israelí aseguran que ese tipo de patologías son típicas en las primeras etapas de las crisis de hambre. El informe del Cogat tampoco convence a la ONG Asociación para los Derechos Civiles en Israel (ACRI): «Muchos no habrían muerto si hubieran tenido acceso a los alimentos».
Esta entidad humanitaria recuerda que con el hambre sucumben primero los más débiles, los ancianos, los heridos, los enfermos y los recién nacidos a los que sus madres no pueden amamantar. «En lugar de publicar informes, los militares deberían detener los combates, eliminar las barreras a la atención médica y comenzar a evaluar la verdadera situación de la catástrofe humanitaria en Gaza», reclama ACRI.
Mientras se produce ese cruce de versiones, Netanyahu prepara la ocupación total de la Franja para acabar por completo con Hamás, algo que, según la prensa israelí, supone más dificultades de las previstas, lo que podría retrasar varios días el inicio de la ofensiva militar.
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