Irán veta a la Agencia de Energía Atómica y cierra su programa nuclear al mundo
Teherán prohíbe entrar a los inspectores del OIEA y los israelíes reclaman a Europa que reactive las sanciones contra el régimen islámico
M. Pérez
Miércoles, 2 de julio 2025, 10:33
Irán ha dejado de cooperar con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). El presidente Masud Pezeshkian sancionó ayer la decisión aprobada la semana ... pasada por el Parlamento a raíz de los bombardeos de Israel y Estados Unidos contra las plantas de enriquecimiento de uranio de la república islámica. El fin de la relación abre ahora un complicado vacío entre el régimen de los ayatolás y la agencia de la ONU, cuyos inspectores tienen prohibida la entrada al país. Tan solo podrán volver si lo autoriza Teherán, cuya autoridad ha advertido que antes la comunidad internacional deberá garantizar la seguridad de su programa nuclear.
El OIEA ha multiplicado los contactos para averiguar la envergadura real del veto mientras el mundo se encuentra expectante. La ruptura infringe las obligaciones de Irán como firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear. Pero también consigue que las potencias permanezcan en la incertidumbre de cómo se recupera de los daños infligidos a su programa atómico y si realmente conserva intactas sus reservas de uranio enriquecido. También existen indicios de que sus científicos construyen una nueva planta procesadora secreta.
La agencia mundial se ve sometida a un apagón ya que no puede introducir a sus técnicos y Teherán desconectó recientemente las cámaras que en su día aceptó instalar en los laboratorios. Todo se reduce ahora a la información que logren recabar los servicios de Inteligencia y los satélites. En los días previos y posteriores al bombardeo con sus proyectiles rompe-búnkeres, EE UU tomó decenas de millones de imágenes del territorio iraní desde el espacio..
La reacción más drástica hasta anoche procedió del Gobierno de Israel, que reclamó a Francia, el Reino Unido y Alemania que reactiven las sanciones más severas contra el régimen iraní. «El momento de activar el mecanismo 'snapback' es ahora», señaló el ministro de Exteriores, Gideon Saar, tras el «escandaloso anuncio» de Pezeshkian . Su decisión de suspender las relaciones con el OIEA supone, en opinión de Saar, «una renuncia total a todas sus obligaciones y compromisos internacionales a nivel nuclear». «La comunidad internacional debe actuar ahora de forma decisiva y usar todos los medios a su disposición para detener las ambiciones nucleares iraníes», añadió el ministro hebreo.
2015 es el año
en el que se aprobó el Plan de Acción Integral Conjunto.
Israel, paradójicamente, no es firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear ni tampoco está sometido a las inspecciones de la agencia. Pero Irán todavía es una herida abierta para su Gobierno, a diferencia de la cuestión siria o, prácticamente, Hezbolá. El Ejecutivo hebreo aún conserva la esperanza en que Washington alcance un acuerdo nuclear con Teherán que someta al régimen a límites estrictos en el uranio y, de paso, imponga restricciones a sus planes de producción de misiles balísticos.
O eso, o no perder de vista un horizonte bélico complejo. La caja de Pandora ha sido abierta. Tel Aviv se enfrenta a la duda de si el programa nuclear ha quedado devastado o solo sufrirá un retraso de meses o años, de modo que la república herida pueda revolverse de nuevo.
La referencia israelí al mecanismo 'snapback' alude al 'freno' de seguridad incluido en el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) aprobado en 2015, que permite a cualquier país socio de este acuerdo reactivar las sanciones internacionales más duras sobre el régimen de los ayatolás si se comprueba que no cumple las condiciones del pacto nuclear. La Unión Europea, por su parte, insiste en que la república no puede obtener «nunca un arma atómica», pero urge a recomponer la relación con la OEIA.
Sin las inspecciones de la ONU, solo la Inteligencia extranjera y los satélites podrán hacer seguimiento
Lo que alimenta la ansiedad es el desconocimiento sobre los destrozos en la red de enriquecimiento de uranio. El ministropersa de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, reconoció ayer que el ataque estadounidense causó «daños graves y considerables» en una de sus principales joyas, la planta subterránea de Fordo, aunque todavía «nadie sabe exactamente lo que ha ocurrido». El complejo se encuentra a más de 90 metros de profundidad y las bombas perforadoras destruyeron los accesos. Nadie ha llegado aún al corazón de la central.
«Responsabilidad» de todos
Tras la ruptura con el organismo de la ONU, toda la información sobre las instalaciones atómicas queda en manos de la propia agencia nuclear iraní. Araghchí señaló como una «responsabilidad» de todos los gobiernos, incluidos los europeos, la condena a los ataques aéreos de Israel y Estados Unidos. «Se trata de un golpe sin precedentes a la diplomacia, al régimen de no proliferación» de armas nucleares y a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU vigentes desde 2015, subtrayó.
Ya antes de los bombardeos, Teherán y el OIEA no pasaban por su mejor momento,. El director general de esta oficina, Rafael Grossi, advirtió en junio que Irán incumplía sus obligaciones por primera vez en veinte años y existían riesgos de un enriquecimiento de uranio irregular.
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