Operación panfleto sobre una Venezuela sin vuelos
EE UU se plantea lanzar pasquines recordando que hay una recompensa por Maduro mientras la aviación comercial empieza a evitar el espacio venezolano ante la escalada militar
M. Pérez
Domingo, 23 de noviembre 2025, 15:24
Operación panfleto. La Casa Blanca se ha planteado la posibilidad de arrojar decenas de miles de pasquines sobre Caracas y las zonas más pobladas de ... Venezuela como una forma más de acoso a Nicolás Maduro en medio del clima prebélico en constante crecimiento que existe entre EE UU y el país caribeño. Los folletos deberían ser arrojados desde aviones del ejército y recordarían a los ciudadanos que Estados Unidos ha fijado una recompensa de 50 millones de dólares a quienes contribuyan al arresto y posterior condena del presidente venezolano, además de denunciar que el líder chavista sigue al frente del Ejecutivo después de unas elecciones fraudulentas.
La propuesta lleva semanas sobre la mesa del Pentágono, pero no ha sido autorizada, al menos hasta este domingo. Desvelada por 'The Washington Post', algunas fuentes señalan que podría haber sido descartada, mientras otras consideran que sigue en vigor, a la espera de cómo evoluciona la crisis o si se produce alguna conversación entre Trump y Maduro.
El plan original preveía ejecutar la campaña este 23 de noviembre en coincidencia con el cumpleaños del líder chavista. El mandatario cumple 63 y este sábado fue homenajeado con el estreno del documental 'Nicolás, de Yare a Miraflores', un audiovisual que recorre su trayectoria desde la localidad donde conoció a Hugo Chávez hasta el palacio presidencial. A Maduro le gustó. Inmediatamente después del estreno, recomendó que se proyecte no solo en cines sino también en barrios, colegios, institutos y centros comunales.
El dirigente caribeño se esfuerza por minusvalorar los planes militares de EE UU, pero su gabinete hace todo lo contrario. Mientras él anunciaba el viernes que una «Venezuela en paz» se «declara en rumba total» y a él no le «para nadie», su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, denunciaba que la acumulación de fuerzas militares norteamericanas en la región representaba una «amenaza» para el régimen y un intento del presidente Donald Trump de imponer un «vasallaje» en América Latina.
A las autoridades locales tampoco les ha sentado nada bien que sus cielos hayan amanecido este domingo despejados. La web Flightradar 24, que monitoriza los vuelos en todo el globo, registraba este mediodía la imagen sorprendente del espacio aéreo venezolano casi vacío después de la advertencia emitida el sábado por la Administración Federal de Aviación de EE UU sobre la necesidad de adoptar «precauciones» a la hora de volar sobre el país. Este fin de semana, Estados Unidos ha solicitado a todos los aviones comerciales que notifiquen previamente sus rutas en caso de que lo crucen.
Sensación prebélica
El Departamento difundió la alerta debido al «deterioro» de la seguridad en la región, la escalada permanente de tensión y la «actividad militar en aumento», lo que condujo inmediatamente a seis aerolíneas internacionales, entre ellas Iberia, Tap y Avianca, a suspender sus enlaces con Caracas. Estados Unidos pone el peso en el Gobierno chavista y señala que sus cazas y sistemas de defensa antiaérea suponen un «riesgo potencial» a cualquier «altitud». Expertos militares han advertido, por su parte, que el acelerado agravamiento del clima prebélico aumenta el riesgo de una fatal equivocación.
El resultado es fácil de comprobar: la mayoría de los vuelos comerciales evitan desde hace horas el territorio venezolano, aunque la empresa local Avior y la compañía colombiana Wingo han garantizado el funcionamiento «normal» de sus servicios. Iberia tiene cinco vuelos semanales con Venezuela. El primero de ellos debería despegar este lunes de Madrid. Pero tras la orden de cancelación ya no lo hará y la aerolínea ha precisado que hará un seguimiento constante de la situación en el Caribe para decidir cuándo reanudará las operaciones.
La advertencia de la autoridad estadounidense acentúa la sensación de una inminente confrontación que Donald Trump centra en la lucha contra el narcotráfico latinoamericano mientras el régimen afirma que persigue el derrocamiento de Maduro. El Pentágono ha efectuado al menos 21 ataques contra lanchas supuestamente llenas de cocaína y asesinado a 81 personas. Y ahora resultará decisiva la designación que la Administración estadounidense hará este lunes, previsiblemente, del Cártel de los Soles como organización terrorista, lo que teóricamente abre la puerta a acciones militares y económicas destinadas aparentemente a desmantelar su infraestructura.
El cártel, en realidad, no consta de una estructura única ni de una jerarquía clara, al estilo de las bandas de narcos al uso. Se trata más bien de una red entretejida de corrupción y tráfico de drogas que extiende sus tentáculos a las instituciones y el ejército venezolanos. Su nombre procede de las insignias que llevan los altos mandos en sus uniformes y la Casa Blanca considera que su principal líder es Maduro. La calificación de terrorista mete a esta red en el mismo saco que el islamismo radical, las milicias violentas y, desde hace apenas unos meses, los narcos de México, Colombia o pandillas como la venezolana Tren de Aragua.
El presunto vínculo del líder chavista con el Cártel de los Soles también estaría incluido en el prolijo pasquín que el Pentágono redactó para su 'operación Panfleto'. La táctica no es nueva. EE UU la ha utilizado anteriormente en Panamá, Irak y Afganistán, del mismo modo que lo han hecho otros países con el fin de influir en la sociedad civil. El Reino Unido puso en práctica esta táctica de guerra psicológica contra los talibanes, aunque con ocasionales desastrosas consecuencias. En 1991, el mecanismo de lanzamiento de una caja llena de folletos no funcionó correctamente y cayó desde el avión encima de una joven que falleció al instante. Israel también ha arrojado en estos dos últimos años abundante propaganda sobre Gaza instando a los palestinos a rebelarse contra el control de Hamás.
La operación estadounidense, que nadie sabe si se realizará finalmente, debía presionar al régimen chavista en una doble dirección: empujar para la salida de Maduro y movilizar masivamente en las calles a los opositores al Gobierno. que estos días viven jornadas de incertidumbre. El 10 de diciembre tendrá lugar la ceremonia del Nobel de la Paz en Oslo y su ganadora, María Corina Machado, ha anunciado su intención de acudir en persona a recogerlo. La dirigente política venezolana vive en la clandestinidad en su país, acusada por el Ejecutivo de Maduro, que este fin de semana ha anunciado que la declarará «prófuga» si abandona Venezuela.
Sánchez aboga por el«diálogo» entre Caracas y Washington
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, instó este domingo a abrir «espacios de diálogo» y velar por el cumplimiento del derecho internacional en el conflicto entre Venezuela y EE UU. «No hemos reconocido el resultado electoral y no reconocemos al presidente Maduro. Pero eso no es óbice para que no se respete el derecho internacional», advirtió al ser preguntado en la cumbre del G-20 sobre el aumento de las tensiones en el Caribe. (Por T. N.)
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