Unicef denuncia con un vídeo el trato discriminatorio que reciben los niños de la calle

¿Reaccionamos de la misma manera al ver a un niño solitario bien vestido que ante otro que lleve harapos? UNICEF nos muestra en un experimento que forma parte de su última campaña no es así. La respuesta de las personas ante esta situación dependen mucho del aspecto que tenga el niño, y así pretenden sensibilizar discrimonación que también sufren los más pequeños de las familias marginadas.

Para ilustrarlo, la ONG ha realizado un experimento social donde Anano, una actriz de 6 años, aparece vestida primero como una niña rica, y después como una niña pobre para mostrar las reacciones de la gente en diferentes ocasiones. En el vídeo se puede observar cómo los transeúntes se paran cuando veían a una niña ataviada con un abrigo bonito y unas botas esperando sola en la acera. Le preguntan por su edad, dónde vive y si estaba perdida.

Luego, Anano vuelve a aparecer tras haber pasado por los maquilladores para enhollinarse el rostro y vestirse con ropas sucias y rotas. Se coloca en el mismo sitio que la primera vez, y la respuesta es diferente. Ya no parece una niña de una familia rica o económicamente estable, y los transeúntes pasan de largo.

En la segunda parte del videoexperimento se desarrolla en un restaurante de un centro comercial, donde Anano irá acercándose a las mesas. Las reacciones son muy parecidas. Pero según podemos ver en el vídeo de UNICEF, el experimento termina cuando un hombre le dice a la menor que se vaya y llaman a un camarero para que la saque de ahí, lo que provoca que la niña rompa a llorar. «Me decían que me fuera esto me ha puesto triste», cuenta Anano muy apenada ante la cámara.

La cinta, que fue grabada en las calles de Tiflis, la capital de Georgia, es obra de la agencia publicitaria Switch Communications. El vídeo muestra cómo vivimos aún en una sociedad de clases donde los marginados, sobre todo los más pequeños, siempre son los más afectados.