Una monja clavó una aguja en la mano de un niño para que sintiera el dolor que sufrió Jesucristo
La hermana Ludovita puso en práctica su ejercicio con un menor de siete años en clase de religión
la verdad
Lunes, 13 de abril 2015, 09:49
Sor Ludovita, una monja de 30 años, ha clavado una aguja en la mano de un niño de siete años para que experimentará el dolor que sintió Jesucristo al ser crucificado.
Todo ocurrió cuando se encontraban en clase de religión en el colegio de la ciudad de Kisucke en Novo Mesto, el norte de Eslovaquia y llamó a Adam, un alumno suyo para hacer una demostración delante de la clase. A continuación sacó una aguja de su bolso, se la clavó en el antebrazo y le explicó que así fue como sufrió Jesucristo.
Asimismo, le advirtió que si se portaba mal sufriría el mismo destino que el hijo de Dios.
La madre Helena le preguntó al menor que le había pasado en el antebrazo al llegar a casa y el menor le dijo que la culpable de la herida había sido una monja.
Tras los hechos, un portavoz del colegió confirmó que no aprueban para nada "este tipo de métodos de enseñanza". La monja niega haber pinchado al niño y asevera que había "invitado a los alumnos a que experimentaran de forma voluntaria un dolor moderado para que pudieran empatizar con el tema que estaba explicando".
La monja Ludovita ha sido expulsada del colegio y el párroco local ha tomado medidas en el asunto.