Los vinos de Yecla pasan examen

«Un éxito, pese a las dificultades. Algunos incluso están para bebérselos ya». Así resumió la última cosecha uno de los enólogos que participaron en la cata de calidad a la que, anualmente, el Consejo Regulador de la Denominación de Yecla somete a los vinos, en este caso a los procedentes de la de 2024.

Ocho expertos catadores -enólogos y sumilleres- se reunieron en la sede del Consejo para analizar en una cata ciega un total de 19 vinos pertenecientes a las nueve bodegas adscritas a la D. O. Cuatro blancos jóvenes, 3 rosados jóvenes, siete tintos jóvenes y cinco tintos crianza pasaron la inspección visual, olfativa y gustativa, en la que también participó como invitada la sumiller y jefe de sala del restaurante yeclano Estirpe, Ana Sánchez.

La introducción de nuevas variedades -Sauvignon blanc, Verdejo…- en el ámbito de la denominación, en el caso de los blancos, han subido el nivel de estos y de la propia zona, según manifestaron los catadores, con vinos «ya con peso y una acidez muy equilibrada». Y en cuanto a los tintos hubo consenso en detectar una tendencia hacia productos con taninos más apagados, menos complejos y más frescos. En este sentido, para Mariano López, «las bodegas nos vamos adaptando a las demandas del mercado con vinos con menos concentración, menos grasos o densos, con el apoyo de varietales que complementan a la Monastrell y aportan estos matices. Aunque siempre pretendemos mantener la personalidad y características de la variedad autóctona».

Se trata, por tanto, de lograr un delicado equilibrio entre vinos más adaptados al mercado pero sin que pierdan la expresión de la personalidad del territorio Monastrell al que pertenecen. Una excelente calificación, por tanto, para los recién llegados al mercado.

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