Un cocinero revela cuáles son los clientes menos rentables para los bufets chinos: «Como ese es tu tipo de negocio, no puedes decirles nada»
Jiale Pan cuenta en un pódcast los secretos mejor guardados de estos restaurantes
P. S. M. R.
Martes, 29 de julio 2025, 15:28
Los restaurantes tipo buffet libre se han popularizado notablemente en los últimos años. Su modelo de negocio es muy sencillo: el cliente paga un precio fijo y puede comer todo lo que quiera dentro de la carta. Muchos de los restaurantes cuentan con pequeños trucos para que les sea rentable este tipo de servicio (como cobrar aparte y más caros los postres y las bebidas), por lo que los bufets son la opción perfecta tanto para los clientes como para los propios dueños de los locales.
Existen bufetde prácticamente todos los tipos de comida que se puedan imaginar: mexicana, india, sólo de hamburguesas, de pizzas, de postres… y, por supuesto, de comida china. Los bufets chinos se pueden encontrar en prácticamente cada ciudad española y, con unos precios que suelen oscilar entre los 15 y los 30 euros, ofrecen cartas extensas con recetas tan típicas como el pato Pekín, la ternera con bambú y setas o el arroz tres delicias.
Aunque estos negocios reciben a muchos clientes deseosos de comer más y gastar menos, es precisamente esta filosofía la que provoca que los bufets puedan sufrir más pérdidas que beneficios en algunos casos. Así lo explica el cocinero chino Jiale Pan en el pódcast Un Chino y Medio, donde revela alguno de los secretos y situaciones que se viven desde el interior de un restaurante asiático.
Cuando uno de los entrevistadores, Lin, le pregunta a Jiale cuáles son los clientes más y menos rentables para un bufet chino, el cocinero tiene clara la respuesta. «Los más rentables podemos decir que son los españoles y los que vienen en familia», asegura. También desvela cuáles son los clientes menos rentables, es decir, los que más caros le salen a los bufets. Según Jiale son, curiosamente, las propias personas chinas. «Si ven unos gambones, es exagerado; cogen la bandeja entera de gambón y te dicen: 'Házmelo, por favor'», afirma.
Según Jiale, las personas chinas tienen una mentalidad en la que no pueden salir perdiendo, sino «ganando el dinero que han pagado». «Como ese es tu tipo de negocio, no puedes decirles nada», continúa el chef. Por otro lado, Jiajun, otro de los entrevistadores, afirma que los clientes que salen más rentables son los que comen «arroz frito, papas fritas o fideos», es decir, los platos más básicos, que no requieren de una gran elaboración o muchos ingredientes.
Y es que los productos de mayor calidad o más demandados suelen volar de las bandejas en apenas segundos. El chef comparte una anécdota de uno de los días de trabajo en los que sirvieron bogavante. «Cuando una persona sabe que tienes bogavante, ya está esperando con la pinza. Y cuando lo sacas, le dice a los demás: 'Ven, que ya han sacado el bogavante. Vamos para allá'», bromea Jiale.
Al ser el precio de entrada habitualmente tan barato, este tipo de clientes pueden suponer una pérdida de beneficios para el local. «Si cuesta unos 20 euros comer, con que esa persona coja una bandeja de bogavante, esos 20 euros los perdéis», sostiene Lin. La clave está en encontrar un equilibrio entre este tipo de clientes y los que consumen tan poco que aportan beneficio al local. «Vendrá algún niño también… o los que sólo comen arroz tres delicias», concluye, entre risas, el cocinero.