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Los brazos se estiran al máximo para coger los juguetes que lanzan los sardineros desde sus carrozas.

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Los brazos se estiran al máximo para coger los juguetes que lanzan los sardineros desde sus carrozas. Vicente Vicéns / AGM

Entusiasmo y diversión en el gran desfile del Entierro de la Sardina de Murcia

Más de 2.000 personas integraron los grupos artísticos y sardineros que sembraron de magia el desfile y la quema

Domingo, 27 de abril 2025, 00:27

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No por esperado sorprendió menos. Este año los sardineros volvieron a cumplir con las expectativas de grandes y pequeños que aguardaron pacientemente el desarrollo del último gran desfile de estas Fiestas de Primavera, el del Entierro de la Sardina propiamente dicho. Durante casi cuatro horas desfilaron desde los barrios del Infante y El Carmen, hasta el centro de la ciudad, derrochando entusiasmo y colorido hasta que la noche se tornó día, con la quema de la sardina entrada la madrugada.

Los distintos espectáculos artísticos, mágicos algunos, luminosos otros, y todos haciendo una llamada a la fantasía, así como a la alegría del movimiento en forma de bailes, hicieron la espera más amena. La espera de lo que venía al final: el paso de las 23 carrozas de los grupos con nombres de dioses bajados del Olimpo y transformados en miembros de la Agrupación Sardinera.

Unos dioses terrenales que con sus manos lanzaron más de un millón de regalos de todo tipo y colores, con los pitos, las pelotas y los muñecos de peluche como los mayores protagonistas. Abajo aguardaban con los brazos, las bolsas y hasta paraguas invertidos abiertos familias enteras que esperaban llevarse a casa el mayor número de recuerdos posibles de esta fiesta declarada de Interés Turístico Internacional.

Dos grupos, Diana Cazadora y Ulises, estrenaron carrozas. El primero siguiendo la estampa clásica de su diosa pero engrandeciendo más su figura. El segundo, haciendo un homenaje a la Odisea con figuras en movimiento al estilo italiano; es la primera vez que se ve entre los grupos sardineros.

La banda Fénix Marching Band de México fue la encargada de abrir el desfile tras el paso de la Policía Local motorizada y las banderas institucionales. Los ya habituales Cabezudos del Entierro, las Majorettes de Palladio, llegadas desde Italia, y los Granaderos y Diablos de Litri siguieron entreteniendo con sus espectáculos a las miles de personas que bien sentadas, bien de pie, disfrutaban del desfile.

Las charanga Festivos, las batucada Timbolae y las comparsas, como Sal de Torrevieja y Shambalá, con ritmos carnavaleros, impregnaron de ritmo la comitiva. Como también lo hicieron las escuelas de baile Staying Alive, Dansé, Carmen Romero, Víctor Campos y Dance Center, que desfilaron entre el resto de los participantes, haciendo que más de uno quisiera saltar de las sillas para mover el esqueleto. Algunas incluso actuaron acompañadas de carrozas propias, como el grupo de Carmen Romero con su Locomía, y el de Víctor Campos.

No faltaron los espectáculos aéreos de Pablo Méndez, Dansé, o del grupo francés Cie Planete Vapeur, y su 'Astria', en la que participaron acróbatas y zancudos, que a más de uno dejaron con la boca abierta mirando al cielo. También tuvieron su lugar los shows de fuego (¡qué sería el Entierro sin el fuego!) a cargo del grupo Manos de Fuego, que también deleitó con su Carroza de la Serpiente.

Si de personajes mágicos y mitológicos hablamos, y que tanto gustan a los sardineros, no podían faltar las brujas, que en una plataforma hicieron su aparición de la mano de Euphoria Violín. O los personajes, casi grotescos de Morboria Teatro; o una de las señas de identidad en el Entierro: el dragón de Conte, una escultura articulada que lanza fuego por la boca y a la que se iluminan los ojos. Lleva desfilando décadas.

Los hinchables, pensados para los más pequeños, se mostraron con forma de sardinas gigantes, de la mano de Xarxa Teatre; y las cinco plataformas de Brotons, con su espectáculo interactivo Elements, que dieron vida al Aire, a la Tierra, al Fuego y y al Agua. Reconocibles por los niños fueron también los muñecos de Toy Story.

No faltó la carroza de Drag Queen, casi cerrando el desfile, honor que le tocó a la banda de música de Cehegín y a la carroza con el escudo del municipio, localidad que recibió y cuidó a la Sardina desde su llegada a la Región el pasado 5 de abril.

Tras ellos, una vez más, empezaron a desfilar las 23 carrozas sardineras con más de un millón de juguetes en sus 'bodegas', y como ocurre siempre, la locura se desató. «¡Aquí, aquí, dame algo!», era lo único que se oía.

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