Víctor: «Me echan los resultados y no Belmonte. No tengo ni una sola queja»

Mañana de caras largas en el Cartagonova. «Es un día muy jodido y muy duro para los que estamos metidos en este proyecto», resumió Paco Belmonte, dueño del Efesé, antes de dar la palabra a Víctor Fernández, su gran apuesta el pasado verano. Siete meses después, se ha visto obligado a prescindir de él, por culpa de una pésima racha de 3 puntos sumados de los últimos 21 posibles. Y ayer se sentó a su lado para despedirlo en una sala de prensa llena de periodistas, compañeros del cuerpo técnico, empleados del club y de la Concejalía de Deportes y aficionados albinegros.

«A Víctor solo puedo agradecerle su dedicación y su esfuerzo, pero la dinámica del equipo no estaba siendo buena. Y el fútbol tiene estas cosas, como él mismo dice siempre. Al igual que el pasado verano en cinco minutos me entendí con él para firmar el contrato por dos años, en cinco minutos nos hemos entendido para resolverlo. Quiero agradecer su amor por este club y su forma de trabajar en estos meses. Tiro de corazón para decir que esto tiene que ser un hasta pronto. Y anuncio que tanto Víctor como Chuchi [Macón] han renunciado a lo que les quedaba de contrato, que era un año y medio. Víctor es un señor. Le deseo toda la suerte del mundo y, donde yo esté, siempre estará Víctor en mi cabeza», comentó Belmonte.

El técnico emeritense dijo marcharse «triste por lo que podía haber sido y no fue. Yo he intentado desde el primer día hacerlo lo mejor posible pero muchas veces no sabes por qué las cosas no salen. El fútbol a veces es inexplicable. Los jugadores han estado conmigo a muerte y no puedo achacarles nada. A pesar de las críticas que hemos recibido, no ha habido ni una grieta en el vestuario y ni un solo jugador se me ha ido de las manos. Pero al final lo que importa son los resultados. Y no nos han acompañado. Yo no puedo decir otra cosa que gracias. Me voy con la cabeza alta y con la tranquilidad de haberlo dado todo. Sé cómo funciona el fútbol y entiendo lo que finalmente ha sucedido», explicó.

Durante su comparecencia, el técnico emeritense defendió a muerte a sus jugadores, confirmando que todos le apoyaban y que nadie le ha hecho la cama. Al contrario, la gente está muy dolida por este triste final antes de tiempo. «No tengo ni una sola queja. Me han dado el cien por cien. Me han ayudado, me han hablado, estoy encantado con ellos y muy agradecido por su trabajo. Me lo han dado todo. No ha salido bien esta aventura, pero es que el fútbol es así y hay momentos en los que las cosas no salen y no sabes muy bien las razones», afirmó.

Mensajes de ánimo

Víctor confirmó que él quería seguir, pero fue «Paco [Belmonte] el que me dijo que era mejor buscar un cambio y yo entiendo que él optara por ese relevo. En estos casos, lo normal es intentar un cambio de dinámica y buscar un revulsivo. Ojalá todo cambie. Yo me veía con fuerzas para seguir y todo el mundo me pedía que siguiera. Al final, son los resultados los que me echan y no Belmonte. Aquí en Cartagena es imposible bajar los brazos con tanto apoyo de la gente y con dos mil mensajes pidiéndome que no me rindiera y que siguera adelante. Al final, la decisión es más de Paco [Belmonte] que mía porque yo hubiera seguido peleando, pero entiendo las circunstancias», contó.

El cariño recibido durante todos estos meses en el Efesé ha sido mucho, tal y como expresó el ya ex técnico albinegro. Su pequeña victoria moral es que la afición le respetó hasta el final y nadie pidió su cabeza, ni siquiera tras la derrota del pasado domingo ante el Sevilla Atlético. «Yo no sé qué pasa con Víctor en Cartagena», dijo con los ojos enrojecidos, a punto del llanto. Aguantó las lágrimas y siguió hablando. «Me viene la gente llorando. Mi equipo ha llorado cuando me he despedido. Es increíble la conexión que tengo con esta ciudad y con la gente de aquí», admitió.

«Esto no puede acabar así. Yo tengo que seguir disfrutando de la gente de aquí. Solo puedo dar las gracias a Cartagena por todo el cariño recibido. Me voy encantado de haber tenido aquí mi primera experiencia como entrenador. Realmente no me voy. Me quedo aquí estos cuatro meses, ya que los niños siguen en el colegio hasta el final de curso. Vendré por aquí, soy uno más para ayudar a mi Cartagena. Y en todo lo que necesiten pueden contar conmigo. También tengo que dar las gracias a Paco [Belmonte] y Manolo [Sánchez Breis] por todo el apoyo que me han dado en todo momento. Tener gente así hace que un club pueda conseguir cosas buenas pero sin prisas. Las prisas en el fútbol siempre son malas. Yo estoy convencido de que la próxima temporada se pueden lograr grandes cosas aquí», concluyó. Al final, no hubo aplausos, tal y como suele suceder en este tipo de despedidas. Nadie arrancó esas palmas en la sala. Era tal el grado de desolación entre los asistentes que nadie quiso romper el silencio.