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Cartagena
Otra noche negra en el CartagonovaLa absurda expulsión de Jairo frena el conato de remontada ante el Eibar y deja a Sánchez del Amo al borde del despido
En esta ocasión no se puede imputar la derrota a Víctor Sánchez del Amo, que por vez primera desde que es entrenador del Cartagena confeccionó ... una alineación de pura lógica. Dejó de experimentar y, a excepción de Musto, puso a los que tenía que poner. Es cierto que el Cartagena no estuvo al nivel de la tarde del Zaragoza, pero sí dispuso de buenas ocasiones y dejó algunos destellos de lo que puede llegar a ser, en un notable arranque de la segunda mitad. El problema esta vez fue que en plena remontada Jairo cometió un error infantil, dejó a su equipo con uno menos con todo el segundo tiempo por delante y mandó al cadalso a su entrenador. Porque evidentemente esta derrota debería provocar la destitución del técnico madrileño.
3 de 21. Seis derrotas en siete partidos. Y cuatro de ellas en el Cartagonova. Esto es insoportable. El Cartagena necesita un entrenador que sepa lo que es el fango, que se remangue y se ponga al servicio de sus futbolistas. Un gestor de grupo que haga las cosas fáciles y entienda que hay que resetear y volver al punto de partida. No uno que se enroque y tenga un defecto que un entrenador no debería tener: que casi todos no quieran verlo ni en pintura.
FC Cartagena
Lizoain; Isak Jansson (Calero, minuto 83), Kiko Olivas, Alcalá, Fontán (Ayllón, 82), Jairo; Luis Muñoz (Arnau Solá, 82), Alarcón, Hevel; Juan Carlos Real (Embaló, 71) y Narváez (Ortuño, 71).
1
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Eibar
Luca Zidane; Tejero, Berrocal, Arbilla, Cristian; Matheus, Sergio Álvarez; Aketxe (Corpas, 64), Soriano (Vencedor, 85); Stoichkov (Yacine, 85) y Quique González (Rahmani, 74).
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Goles 0-1, Aketxe (minuto 24). 1-1, Juan Carlos Real (47). 1-2, Stoichkov (65). Árbitro: Quintero González (andaluz).
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Árbitro Amarillas a los locales Luis Muñoz y Embaló; y a los visitantes Sergio Álvarez, Stoichkov, Soriano, Corpas y Vendedor. Roja directa al local Jairo en el minuto 57.
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Incidencias Unos 7.500 espectadores en el estadio Cartagonova.
3 de 21. Todos los augurios de los bañistas más pesimistas, que este verano pronosticaban en las playas de La Manga, El Portús y La Azohía que el inicio sería nefasto, por aquello de que el calendario era durísmo y la plantilla estaba por hacer, se han cumplido. Malditos profetas del desastres. Esta vez tenían razón. El Cartagena se hunde y el desánimo empieza a ser generalizado en las gradas de un Cartagonova que asiste con más resignación que enfado al desmoronamiento del equipo. Algunos pañuelos al final y tímidos gritos de «¡Víctor, vete ya!». Eso es lo que hubo.
Víctor no se irá, pero Belmonte y Breis tendrán que echarlo inmediatamente. Algunos destacan el hecho de que ambos suelen dar mucha confianza a los entrenadores y que esperan bastante antes de poner el pulgar hacia abajo. El último ejemplo de ello es lo sucedido la temporada pasada con Luis Carrión. Pero cualquier parecido entre aquello y esto es pura ficción.
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Mucho riesgo
Hay un matiz importante: estamos asistiendo en este inicio de temporada al hundimiento del equipo. Pero solo llevamos siete jornadas y lo que no van a hacer Belmonte y Breis es dar carrete a Sánchez del Amo para que esto acabe conllevando el desmoronamiento del proyecto. Esta era una temporada delicada, posiblemente de transición tras la salida de Luis Carrión y Pablo de Blasis y la sanción de 1,1 millones de LaLiga que mermó la capacidad del club en el mercado estival. Arriesgó el Cartagena con Sánchez del Amo y siempre que arriesgas estás expuesto a fallar.
Falló Belmonte y ahora hay que rectificar. No pasa nada. Hay tiempo. Pero obviamente no se puede volver a fallar. Hay que hilar muy fino para encontrar un sustituto de Sánchez del Amo que saque al equipo del pozo en el que se ha metido. Anoche, ante el Eibar, el primer tiempo volvió a ser muy pobre. Es verdad que Isak Jansson empezó muy activo, como el día del Zaragoza, y la frescura de Luis Muñoz y Alarcón le vino bien a la medular albinegra. Hevel, perdido de nuevo como interior, apenas tocaba la pelota. Y entonces todo el juego ofensivo de los locales llegaba en arrancadas de Jairo y alguna que otra aparición de Juan Carlos Real.
Pudieron marcar Jansson y Narváez, pero el que lo hizo fue el conjunto visitante. En su primera aparición peligrosa por el área local, por cierto. Esto se está convirtiendo en un clásico en el Cartagonova. Cristian le ganó la espalda a Jansson y Kiko Olivas y mandó un balón buenísimo al punto de penalti. Allí apareció Aketexe -el bueno- para ajusticiar a un Raúl Lizoain que posiblemente pudo hacer más.
Protestas
El 0-1 vino de un saque de banda que el asistente le dio al Eibar, cuando era favorable al Cartagena. Jansson se quedó protestando e hizo el pardillo. También protestó mucho esa acción Sánchez del Amo. Pero dio igual. Cuestión de detalles, que diría el técnico madrileño. Pero es verdad que es un detalle detrás de otro. Y al final, en esa montaña de detalles, el Efesé se hunde y es incapaz de escalar posiciones en la tabla.
El inicio del segundo periodo fue fantástico para los de casa. Juan Carlos Real hizo un golazo tras una salida al contragolpe en la que Jairo y Hevel por fin conectaron. El propio Juan Carlos Real, en plena ebullición albinegra, estuvo muy cerca de hacer el segundo poco después. Lo evitó con una mano celestial Luca Zidane. Juan Carlos Real, sin estar a su mejor nivel, debe jugar siempre en este Cartagena. Junto a Ortuño es el único futbolista de la plantilla que ve portería con cierta facilidad. Y no se entiende que Sánchez del Amo lo haya tenido tanto tiempo en el banquillo. Inexplicable. Cosas que no se entienden.
El Eibar estaba en la lona. No esperaban los vascos una sacudida así de su rival. Narváez tropezó con Arbilla dentro del área y el árbitro pitó penalti. Desde el VAR le avisaron de que no lo había. Y no lo hubo. Del posible 2-1 se pasó a la jugada que marcó el encuentro: la absurda expulsión de Jairo. El tinerfeño no tenía por qué estar tan solo cerrando un posible contragolpe del rival en un saque de esquina favorable al Cartagena. No tenía tampoco por qué intentar controlar y quedarse la pelota cuando tres rivales venían a comérselo. Y, desde luego, no tenía por qué entrar de esa manera tan temereria. Roja tan clara como evitable. Todo mal.
Cambió entonces el decorado. Con uno menos, el Cartagena se dedicó a defender y a esperar un milagro que no se dio. Porque la dinámica es la que es y los milagros suceden cuando suceden. De tarde en tarde. Así, Stoichkov aprovechó un balón suelto en el área para irse de todos y batir por abajo a Lizoain. Algo intentaron Ortuño y Embaló para empatar, pero la suerte estaba echada.
Parte de la afición pide el cese del técnico Sánchez del Amo
Parte de la afición del Cartagena pidió anoche la destitución de Víctor Sánchez del Amo como entrenador del Cartagena. Al grito de «¡Víctor vete ya!», algunos abonados del Efesé pidieron antes del pitido final el cese del técnico. También un sector reducido, a la salida del autobús del equipo. En la rueda de prensa posterior a la derrota, Sánchez del Amo insistió en el «margen» y en «las circunstancias» que han rodeado al equipo en el tramo inicial, como algunas decisiones arbitrales, goles en propia puerta y otros encajados en los últimos minutos. Respondió «sí» cuando le preguntaron si se veía capacitado para seguir en el cargo. «Si hubiéramos visto que los rivales nos superan de manera clara, aplastante y sin capacidad, tendría bastantes dudas», explicó al respecto.
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