Cartagena
Larrea, el renacer del futbolista que no quería ir al psicólogoEl madrileño, una de las sensaciones del Efesé en este inicio de liga, recupera su mejor nivel tras acudir a una terapia que en principio rechazó
Pablo Larrea (Madrid, 31 años) es un futbolista completamente renacido. Cuando este verano rechazó la renovación del Algeciras y se comprometió con el Cartagena, ... algunos se echaron las manos a la cabeza. Y es que en su anterior paso por la Región, en el Real Murcia, el centrocampista formado en la cantera del Villarreal defraudó por completo. Tras un año y medio marcado por las lesiones, los malos partidos y la falta de confianza de los tres entrenadores que tuvo en el club grana (Munúa, Pablo Alfaro y Fran Fernández), acabó marchándose por la puerta de atrás, sin acercarse en ningún momento al nivel que ofreció en sus años en Segunda en la Ponferradina.
Ya cayó de pie en el Algeciras, equipo por el que fichó el pasado 4 de febrero. No pudo debutar con el conjunto del Nuevo Mirador hasta tres semanas después por el embargo de los derechos federativos del club gaditano, pero en cuanto lo hizo ya empezó a verse a otro futbolista, con más confianza y mucho mejor rendimiento que el que había dado en el Real Murcia. Ahora, en el Cartagena, se ha convertido en una de las grandes sensaciones de este inicio de liga, no solo por el golazo que anotó el viernes ante el Atlético Madrileño para empatar el choque antes del descanso, sino por su capacidad para organizar el juego, mezclar con Fidalgo en el doble pivote y estar siempre en el sitio que sus compañeros necesitan. Este Larrea no es el del Murcia. Es, sin duda, el que brilló con Jon Pérez Bolo durante dos temporadas y media inolvidables para él en la Ponferradina.
La rodilla le frena
Tan bien rindió en El Toralín que el Tenerife apostó fuerte por él en el verano de 2021. Ramis quería que fuera el catalizador de juego de un equipo que con Mellot, José León, Shashoua, Álex Corredera, Álex Bermejo, Elady, Enric Gallego y compañía tenía el reto de luchar por el ascenso a Primera. Pero Larrea sufrió un auténtico calvario físico y mental en sus dos años en la isla. Una rotura en el recto anterior lo tuvo parado tres meses y, cuando ya se había hecho un sitio en el equipo, se rompió el cruzado, se perdió el 'playoff' de ascenso y tuvo que volver a empezar.
En el Tenerife tocó fondo y en el Murcia no pudo aportar nada, pero desde que se fue al Algeciras todo ha cambiado para él
El año siguiente fue traumático para él. «Solo pensaba en la rodilla. No me sentía preparado ni física ni mentalmente para jugar. Yo lo sabía y los técnicos, también. Pero había bajas en el equipo y tuve que jugar, a pesar de que la rodilla no estaba bien. No me sentía seguro. Habíamos acortado los plazos y no estaba para jugar. Iba con miedo a las disputas», contó en una entrevista a El Día poco antes de salir del Tenerife, en mayo de 2023.
Le propusieron acudir a un psicólogo, pero en principio lo rechazó. «Pensaba que no me iban a poder ayudar y me daba miedo ir a terapia. Al final, ya recuperado y jugando, me vi tan hundido que decidí ir. Me animé a buscar ayuda y fue lo mejor que pude hacer. De hecho, sigo trabajando con él a diario. Me ha solucionado la vida», confesó Larrea.
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