Los errores defensivos, las dos rojas y los árbitros alejan al Efesé del 'playoff'

A Kiko Olivas le salieron las costuras en su regreso a la titularidad, un mes después, tras la lesión. El veterano central antequerano midió mal el bote del balón, causa del 1-0 de Alejandro Millán; y también se quedó dormido en el vértice de área en una ocasión propicia de gol de los locales. Millán y Fer Niño encontraron las cosquillas a Datkovic por el interior. La retaguardia del Cartagena tampoco se ordenó adecuadamente en saques de esquina a favor que terminaron en contragolpes; ni en las acciones de estrategia, todas rematadas por el Villarreal B.

No hay partido tranquilo para el Cartagena si arbitran Moreno Aragón y Ávalos Barrera, ambos siempre en el centro de todas las miradas. Este último, desde el VAR, no señaló penalti a favor del Cartagena por una clara mano de Dela, con 1-0. Carrión no se lo podía creer en la banda.

Ningún colegiado expulsó a Sergio Lozano por soltarle una patada a Musto sin el balón en juego, con 2-2 en el marcador. Pero Moreno Aragón sí enseñó la segunda amarilla a Pablo Vázquez por una falta discutida. Y también el penalti de Musto, el del 5-2, por un leve empujón que también le costó la expulsión. Esta pena máxima se pitó a instancias del VAR, donde Ávalos Barrera y Prieto Iglesias casi siempre sacan de sus casillas al Cartagena. Sí anularon bien un gol al Villarreal B por fuera de juego.

Pablo de Blasis es un jugador diferencial en cualquier contexto de partido. En La Cerámica, el argentino apareció en el momento preciso: cuando el Cartagena perdía 1-0 y Aarón Escandell acababa de salvar el 2-0 tras un nuevo desajuste de la defensa albinegra.

El Chiquito emergió con muchos espacios para ser aire fresco en el ataque del Efesé. Del posible 2-0, el encuentro pasó al 1-1 y luego al 1-2. En ambas acciones apareció de De Blasis, primero para abrir el campo a Ureña y luego para servir un córner rematado por Kiko Olivas en la primera parte. Fue, con Borja Valle, de los pocos jugadores en no tirar la toalla ni perder los papeles.

El Cartagena acariciaba ya una victoria que dejaba la fase de ascenso a Primera a solo 4 puntos de distancia. Todo se dinamitó en un momento exacto: en el minuto 70, Pablo Vázquez llegó completamente tarde, barrió a su marca y cometió el penalti del 2-2. El central gandiense vio la segunda amarilla solo unos minutos después, en el 75, por una falta nada excesiva para cartulina. Pero Moreno Aragón lo vio claro y esa jugada terminó por sacar de sus casillas al Cartagena.

No está nada fino Vázquez, igualmente. Ni es el mismo de la temporada pasada ni guarda tanto sus debilidades como el año pasado. El gandiense era un tipo aseado y rara vez amonestado siendo titular indiscutible. Este curso ya lleva dos rojas. Duró muy poco en el terreno de juego. La defensa fue un manojo de nervios, desde Kiko, Vázquez y Farru (provocó el 4-2 en una pérdida) hasta el propio Escandell. Para colmo, un leve empujó de Musto fue motivo de roja en el 97 y el 5-2 del Villarreal B.

Hasta tres veces tuvo que reajustar su defensa el Cartagena. Lo obligaron las lesiones de Martos y Ureña en una situación que tampoco ayudó al equipo. Este último se marchó llorando y cojeando del terreno de juego. Musto quedó dos veces recolocado de central y Farru, del filial, pasó al lateral zurdo