Urrea denuncia que la falta de medios lastra la gestión hídrica de las cuencas

Si no hay músculo, no hay cumplimiento de los objetivos medioambientales», advirtió ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, en referencia a la falta de medios de las confederaciones hidrográficas para las labores que tienen asignadas y que lastra su funcionamiento.

Así lo manifestó en el último debate del foro Futuro en Español sobre 'Los desafíos del cambio climático en la gestión del agua'. «Nos encontramos en una situación muy precaria», apuntó Urrea. «No podemos dar el servicio que se debe». Para el presidente de la CHS es preocupante que «algunos usuarios se encuentren con que, a veces, no se les puede dar el servicio, porque las administraciones tienen que acreditarles y permitir su actividad». Ante este panorama, Urrea se preguntó «quién va a ser capaz de ejecutar los 3.000 millones que tiene el plan de la cuenca del Segura en seis años», y alertó de que, si no llegan los refuerzos, las confederaciones «no van a ser capaces de gestionar el agua, y eso va a tener consecuencias muy graves». Destacó, además, que esa incapacidad para llevar a cabo la gestión hídrica «ordinaria», todavía se agrava más ante situaciones extraordinarias «como la DANA de 2019».

El presidente del órgano de cuenca aprovechó su intervención en la mesa que moderó la subdirectora general adjunta de Planificación y Uso Sostenible del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica, Concepción Marcuello, para contestar a las críticas que solo minutos antes había vertido el presidente del Sindicato General de Regantes, Lucas Jiménez, a la política hídrica estatal por el recorte de aportaciones del plan del Tajo. «Las confederaciones son autónomas, y es cierto que se pueden producir descoordinaciones al haber conexiones entre dos de ellas como en el Trasvase. Pero eso está resuelto, la legislación prevé esa circunstancia y existen mecanismos para corregir esas diferencias», apuntó. Además consideró que «el cambio climático está llevando al Levante a la desalación de agua».

Urrea aseveró que la Directiva Marco del Agua, que ha cristalizado en la legislación nacional, vela por la consecución de «objetivos medioambientales», y recordó que, de no cumplir con ellos, el «Gran Hermano», como tildó a Europa, impone sanciones. De este modo, recordó que España tiene abiertos dos expedientes: uno por una insuficiente depuración, que no afecta a la Región de Murcia, y otro en el que la Comunidad sí se ve inmiscuida, por el incumplimiento de la directiva de nitratos.

Respecto al buen uso de los recursos naturales habló la directora de I+D+i de Grupo Paloma, Ana Hernández, que destacó el «compromiso con el medio ambiente» que ha caracterizado el desarrollo de su empresa, una compañía familiar con más 50 años de trayectoria y que hoy es uno de los referentes en control de la huella hídrica y de carbono de los cultivos. Hernández resaltó que implementar medidas para reducir el consumo hídrico es clave para el medio ambiente y, también, para garantizar la viabilidad de las empresas agrarias, aunque recomendó «ser críticos y utilizar los nuevos indicadores de la manera correcta,» porque «el cálculo no siempre es garantía de sostenibilidad. Debe ir acompañado de una buena política de mejora».

Este planteamiento de mejora ha sido una carencia histórica en la gestión en América Latina, según reconocieron el asesor ambiental de República Dominicana, Juan Fulvio, y el director general de Agua Potable y Saneamiento, Hugo Ruiz. «Tenemos unas condiciones muy favorables y nos hemos acostumbrado a que nuestras actividades dependan de los recursos naturales», comentó el dominicano. Una situación que, en su opinión, debe cambiar ante la amenaza del cambio climático y ser abordada «con medidas tecnológicas» y «ágiles». Por su parte, el dirigente paraguayo afirmó que su país ha «dilapidado» sus recursos debido a la abundancia y consideró fundamental la colaboración para el futuro: «Creo en la solidaridad, no solamente para proveer de recursos económicos, sino para transmitir conocimientos».

Por su parte, Luis Miguel Peregrín, presidente de la empresa agraria AgritechMur, puso el acento en la gestión de los nutrientes. «Hablamos de agua, pero para producir necesitamos también optimizar el uso de fertilizantes», aseveró. Por ello apostó por la «sensorización» de los cultivos y hacer crecer los invernaderos y las estructuras de malla para proteger y mejorar el control de las plantaciones. «No hay más remedio».

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