Pasado trimilenario, futuro sostenible y presente como motor económico y social
Pedro Pablo Hernández
Presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena
Miércoles, 26 de noviembre 2025, 21:20
A lo largo de sus casi 3.000 años de historia, el Puerto de Cartagena ha sido un factor esencial en el desarrollo económico, social y urbano de la ciudad, actuando como un enclave estratégico del Mediterráneo y como un motor de transformación regional. Desde sus orígenes como puerto de los cartagineses y romanos hasta convertirse en una infraestructura moderna, industrial, naval y turística, el puerto ha acompañado y moldeado la identidad de Cartagena. La creación hace 150 años de la Junta de Obras marcó un punto de inflexión en su modernización, permitiendo el desarrollo de muelles comerciales y sentando las bases de la actual Autoridad Portuaria, en un proceso de mejora continua que lo ha llevado a ser el cuarto puerto español en tráfico total de mercancías y el más relevantes en tráfico de graneles, comercio exterior e importación.
El papel del puerto ha sido determinante también en términos económicos, con la aportación del 4% del PIB regional y responsable del movimiento del 60% de las exportaciones y del 80% de las importaciones de la Región de Murcia, además de generar miles de empleos directos e indirectos, demostrando su impacto directo en la competitividad y la internacionalización de la economía regional.
Su transformación más profunda tuvo lugar a partir de mediados del siglo XX, cuando el desarrollo de la dársena de Escombreras y la instalación de la refinería de Repsol consolidaron a Cartagena como el primer puerto industrial del país y uno de los polos multienergéticos más relevantes del sistema portuario español. Con la llegada de grandes empresas, la ciudad se convirtió en un enclave estratégico para el comercio sufriendo varias transformaciones que han sido claves; además de favorecer la aparición de nuevas industrias vinculadas a la transición energética y la innovación tecnológica, como el gas natural y los biocombustibles. Pero su papel no solo ha sido determinante a nivel energético e industrial, sino que también ha adquirido un valor creciente en el movimiento de mercancías agroalimentarias, un tráfico estratégico que lo posiciona como el segundo puerto español en este sector, contribuyendo directamente al tejido ganadero y agrícola regional.
Este crecimiento no sería posible sin el papel fundamental de los operadores logísticos, cuya profesionalidad y capacidad permiten que el puerto mantenga su liderazgo en eficiencia y rentabilidad. Empresas estibadoras, consignatarias, navieras, transportistas y actores intermodales trabajan coordinadamente bajo un modelo de comunidad portuaria madura y cohesionada, generando confianza y trayendo nuevas mercancías y tráficos. Son ellos quienes aseguran que cada tonelada llegue a su destino con rapidez y seguridad, aumentando la competitividad del sistema productivo regional.
A esta dimensión industrial se suma la turística, impulsada por el traslado de tráficos a Escombreras, liberando espacio en el centro de Cartagena y permitiendo la construcción de una terminal de cruceros integrada en la ciudad. Este hito ha incrementado la llegada de buques y pasajeros y ha convertido a Cartagena en un destino destacado en el Mediterráneo, gracias a una oferta urbana y patrimonial única.
Mirando al futuro, el Puerto de Cartagena maneja una serie de proyectos estratégicos que determinarán su crecimiento. Entre ellos destacan la dársena de El Gorguel, concebida para el tráfico de contenedores de gran escala, y la Terminal Polivalente de Barlomar, diseñada para ampliar la capacidad logística Escombreras. Todo ello se vincula con la integración en el Corredor Mediterráneo y la creación de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), infraestructura clave para enlazar Cartagena con el resto de Europa y consolidarse como nodo internacional competitivo.
Este crecimiento se articula bajo un enfoque que combina eficiencia, sostenibilidad y ambición internacional. Cartagena se ha convertido en el primer puerto del mundo admitido como miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), considerada la 'ONU del Medio Ambiente'. Este reconocimiento acredita dos décadas de compromiso ambiental, con hitos como certificaciones ambientales pioneras, monitorización de aire y aguas y proyectos científicos como la recuperación y plantación de 'Posidonia oceanica'. Ser miembro de la UICN permite al Puerto de Cartagena participar en redes globales de conocimiento y contribuir a políticas ambientales internacionales desde una perspectiva portuaria.
Este impulso sostenible se refuerza con la integración puerto-ciudad, recuperando espacios portuarios para el uso público y fomentando actividades culturales, educativas y sociales que convierten el frente marítimo en un espacio vivo de identidad y encuentro. Santa Lucía, Héroes de Cavite y Cala Cortina son ejemplos de esta apertura urbana. En definitiva, el Puerto de Cartagena se presenta como un organismo vivo y dinámico, capaz de mirar hacia su pasado trimilenario para proyectar un futuro abierto, conectado, sostenible e internacional, como refleja su lema del 150 aniversario: '3.000 años por delante'.