Alvise se apoya en rebotados de Vox y sitúa la Región en la cresta de su ola

Los ladrillos con los que la agrupación de electores Se Acabó la Fiesta (SALF) ha levantado en la Región de Murcia su primer contramuro frente a Pedro Sánchez y «todos los políticos que viven de la impunidad del robo», en palabras de su mediático líder, conocido como Alvise Pérez, fueron repartidos en forma de papeletas para el 9-J por un ejército de «voluntarios» atraídos en las redes sociales. Junto al empuje de personas ajenas a la dinámica de los partidos políticos, cuya movilización situó a este movimiento como cuarta fuerza más votada (con un 6,58% de los votos, más que Sumar y Podemos juntos, y 34.036 papeletas), el éxito de SALF se explica también por el apoyo entre bambalinas de personas que estuvieron en la esfera de Vox y se alejaron por distintos motivos. Es el caso de los exdiputados regionales Francisco Carrera y Juan José Liarte.

Así lo reconoció a LA VERDAD ayer el primero. La participación de ambos en el conglomerado de derecha radical de Alvise, analista político y exasesor de UPyD y Ciudadanos, abarcó el «ayudar a conseguir las firmas para presentar la agrupación [15.000] y difundir esta iniciativa por el boca a boca». No ejercieron como apoderados, pero sí movieron contenidos relacionados con el 'youtuber' Alvise (Luis Pérez Fernández; Sevilla, 1990).

«Salvando las diferencias, porque por ahora Se Acabó la Fiesta no es un partido político, ni tiene una estructura ni una organización más o menos formal, durante la campaña electoral hemos funcionado un poco como en los momentos iniciales de Vox, tirando de contactos personales y de teléfono. El dinero sale de lo que pone cada uno, por ejemplo para costearse los desplazamientos», comentó Carrera. Y añadió que «lo que hay es mucha ilusión de muchas personas que estamos hartas de los partidos tradicionales y que les hemos querido dar un toque de atención; ha sido un voto de castigo, de cabreo por la corrupción, por el descontrol de la inmigración ilegal, por el maltrato al campo y por otros temas, pero también de esperanza».

Entre los seguidores de Alvise en la Región de Murcia, Carrera se refirió a «algunas personas que nos sentimos especialmente defraudadas por Vox, aquí y en otros lugares de España. Hemos visto cómo se ha convertido en el peor de los partidos porque sus jefecillos regionales y nacionales, que se creen dioses, han traicionado los ideales por los que se creó. Han entrado en los gobiernos regionales y dicen una cosa, pero hacen la contraria; critican al PP, pero consienten sus políticas y que todo siga igual, e impiden la participación interna», apuntó Carrera.

El exdiputado remarca que ni él ni su excompañero en la Asamblea Regional –expulsados de Vox tras un conflicto por el control de las cuentas del grupo parlamentario y a los que la Justicia obligó a readmitir– son «políticos profesionales» ni aspiran a cargos. Ambos en la zona de Cartagena, plaza fuerte de SALF, Carrera ha retomado su trabajo como profesional liberal, en el ámbito de la formación profesional para el empleo, y Liarte el suyo en el área jurídica y de recursos humanos de una empresa.

En el inesperado y notable resultado de Se Acabó la Fiesta el domingo, la Región aparece como feudo destacado. Fue la comunidad autónoma donde logró su mayor tasa de apoyos (como en su día sucedió con Vox y su casi 28% en las generales de noviembre de 2019).

Además, fue la cuarta provincia con mejores datos, tras Málaga (7,44%), Almería (7,02%) y Las Palmas (6,73%). Le siguen Guadalajara, Cádiz, Sevilla, Alicante y Granada, con tasas superiores al 6%.

Además, SALF fue la cuarta fuerza más votada en 39 de los 45 municipios de la Región; todos salvo Fortuna, Mula, Ojós y Moratalla. En los tres primeros ganó el PP y en el cuarto, el PSOE. Las mayores tasa correspondieron a San Pedro del Pinatar (8,95%), Molina de Segura (8,54%), Yecla (7,89%), Cartagena (7,73%), Los Alcázares (7,71%) y Torre Pacheco y Ricote (7,36%). En Los Alcázares, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la candidata y ministra Teresa Ribera dieron un mitin al borde del Mar Menor (con protestas incluidas), y el PP ganó al PSOE; y en la localidad pachequera (como en Fuente Álamo), Vox fue segundo tras el PP.

En el aluvión de votos que cosechó SALF –800.000 sufragios en España y tres eurodiputados–, ha sido clave el uso de WhatsApp y, sobre todo, de Telegram. «Mucha gente seguíamos a Alvise por sus comentarios en vídeos en redes sociales. Y cuando decidió presentarse a las elecciones y repartir sus papeletas [megáfono en mano, lo hizo a decenas de personas el 30 de mayo en la plaza de España de Cartagena y en la plaza Cardenal Belluga en Murcia] , muchos le apoyamos. Los grupos de Telegram crecieron. Y, como no hay estructura de partido, fueron la base para tener representantes en los colegios electorales y vigilar que no hubiera irregularidades», explicó un activo colaborador del movimiento, quien pidió anonimato.

Según aseguró, «hubo unos 190 voluntarios que participaron como apoderados y hay cuatro representantes ante la Junta Electoral». Para lo primero, los interesados «tenían que enviar a Alvise un vídeo donde se presentaran y explicaran sus motivaciones». Después, «Alvise y su entorno» [su candidatura no tiene murcianos] hicieron una criba «para evitar la infiltración de intrusos y conocer a las personas que apoyan el proyecto», relató.

En cuanto al perfil de los apoderados, señaló que la mayoría («como en todos los partidos») fueron hombres. Y sobre los votantes, apuntó que el origen «es muy variado» pero sobresalen los «jóvenes de veinte a treinta años», de ámbitos urbanos y rurales. Hay mayoría «del sur de la Región, donde tiene más fuerza la derecha».

El logotipo de la agrupación es una ardilla, animal que según sus simpatizantes recoge simbólicamente las nueces del «podrido» árbol político-institucional. Y ese sobrenombre reciben en Telegram los delegados de Alvise ante la Junta: «Ardilla 1 o Ard Murcia 1», «Ardilla 2», «Ardilla 3»...

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