«Impulsaremos la gran transformación del municipio para que sea del siglo XXI»

–Han pasado tres años desde que el PSOE vivió un terremoto interno con la expulsión de su antigua líder, Ana Belén Castejón, ¿cómo ha salido el partido de esta crisis?

–De todas las catástrofes surgen oportunidades. El PSOE vivió un punto de inflexión que le sirvió para salir a la calle, de donde venimos y debemos estar siempre. Los partidos se institucionalizan tanto que suelen perder la perspectiva de la calle, como le ha pasado al equipo de gobierno. Suplimos la falta de representación en el Pleno municipal con la labor de la diputada regional Carmina Fernández y con las presidencias en las juntas vecinales, con Isa Andreu, en Perín, y Carmen Soto, en Llano del Beal, y nuestros vocales. No ha sido fácil, pero salimos fortalecidos y a ganar.

–¿Qué valoración hace de la gestión del equipo de gobierno?

–El PP y sus socios nos tienen acostumbrados al cortoplacismo. Tanto una como otra alcaldesa están más preocupadas en su promoción personal que en solucionar los problemas reales del municipio. Seguimos siendo uno de los municipios más contaminados de España, los solares del centro están vacíos y la brecha de desigualdad se incrementa según el lugar de residencia. En esta legislatura se reactivaron los movimientos segregacionistas en El Algar, y La Azohía e Isla Plana pidieron auxilio al municipio de al lado por falta de servicios.

–¿Qué ha detectado en la calle?

–El malestar vecinal. En los plenos se generan más problemas que soluciones, favorecen el enfrentamiento, la pelea y el ruido, y no responden a las necesidades de la población. Por ejemplo, ahí sigue pendiente una legislatura más la regeneración del castillo de Los Moros y los barrios de Los Mateos, Santa Lucía y Lo Campano. A pesar de que hay mucho dinero que viene de Europa y del Gobierno de España, los vecinos solo reciben engaños.

–Treinta millones en dos años recibió el Ayuntamiento, según la alcaldesa. ¿No le parece que se estén invirtiendo bien?

–Arroyo se vanagloria de unos fondos europeos a los que el PP votó en contra. Lo único que están haciendo con esa financiación es apagar fuegos dentro de su campaña personal, pero no están aprovechando los fondos 'Next Generation' para transformar el municipio de manera sostenible, en materia de vivienda y movilidad. No puede ser que con el dinero de movilidad solo hagan tres carriles bici. Hay un problema en Cartagena con la vivienda y lo único que hacen es comprar un terreno a precio de oro en Los Mateos para seguir generando guetos. Y no hay una iniciativa que aborde esos solares que tenemos en el centro. No tenemos un plan a largo plazo, solo hay cortoplacismo, la promoción y las fotos. ¿Cuántas veces se ha presentado la rehabilitación del Cine Central? Somos la ciudad de los proyectos y el cartón pluma.

–¿Cuáles son las bases del proyecto del PSOE?

–A partir del 28-M, trabajaremos en la gran transformación sostenible que necesita Cartagena para adaptarse al cambio climático y convertirse en un municipio del siglo XXI, aprovechando los fondos europeos. Para ello, culminaremos la apertura al mar de la ciudad recuperando nuestra fachada marítima por Santa Lucía y la creación de una playa urbana, dotaremos a Cartagena de un cinturón verde desde la bahía hasta los terrenos de Potasas, donde se ubicará un bosque urbano. También hay que exigir la regeneración de los suelos industriales contaminados de Peñarroya y acabar con las balsas asesinas de Zinsa, en Torreciega.

–Una de sus propuestas es que Cartagena sea una ciudad de los quince minutos. ¿En qué consiste este concepto?

–Queremos que todos los vecinos empleen como máximo este tiempo en acceder desde su domicilio a cualquier servicio básico a pie o en transporte sostenible. Esto solo es posible apostando por una movilidad sostenible real y mediante la descentralización del municipio y también de la administración, llevándola a barrios y diputaciones. También hay que apostar por una descentralización de las obras y mejoras sociales para que lleguen a todos y que no haya barrios de primera y de segunda.

–Anuncian hasta un 50% más de presupuesto destinado al área social y la inclusión. ¿Cuáles son las medidas más destacadas?

–Nuestro ADN es social y solidario. Por eso, incrementaremos en un 40% el presupuesto destinado a las entidades de acción social y destinaremos un 10% a aumentar los beneficiarios. Construiremos una oficina para agilizar la burocracia y que quienes necesiten gestionar sus ayudas no estén pendientes de papeles.

–¿Cuál es la propuesta socialista para regenerar el Mar Menor?

–El PSOE va a pedir la ampliación de la moratoria urbanística y blindar la laguna salada a través del nuevo Plan General de Ordenación Urbanística. El Mar Menor no soporta ni más nitratos ni más construcciones. Los pueblos ribereños están abandonados, como Los Nietos y Los Urrutias, en donde hay aún restos de la DANA de 2019.

–¿Cuál es su postura para la seguridad ciudadana?

–El despropósito es total. La clave fundamental de la seguridad es la presencia policial. El presidente de la asociación vecinal de Las Seiscientas, por ejemplo, nos decía que la presencia de Policía Nacional se notaba mucho desde hace un tiempo, pero que a la Local ni se la veía ni se la esperaba. Hay que aumentar las plantillas y reforzar la figura del policía de barrio, que el gobierno puso en marcha y no se sabe dónde está.

–¿Y la nueva unidad?

–La solución no es desmantelar unidades para formar otras. Más allá de nuevas unidades, el municipio necesita más policías. La unidad antidisturbios está bien, como lo estaría una marítima.

–¿Qué otras medidas destacaría?

–Hay que transformar el modelo turístico porque Cartagena, capital turística de la Región, carece de uno claro y atractivo, como lo demuestra que los empresarios hoteleros no quieran abrir nuevos hoteles aquí. Exigiremos la zona de actividades logísticas de Los Camachos (ZAL) a la Comunidad, que por un centralismo obseso aún está pendiente. Y también promoveremos un tren del siglo XXI, que mejore las conexiones, hay que recordar que cuando llegamos al Gobierno de España no había nada.