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Una pantalla muestra las transacciones de Alibaba en el Día de los Solteros. Reuters
China se vuelve loca comprando

China se vuelve loca comprando

El Día de los Solteros vuelve a batir el récord de ventas 'online' y el país espolea las importaciones con una feria en la que se han cerrado contratos por 51.000 millones de euros

zigor aldama

Shanghái

Domingo, 11 de noviembre 2018, 18:36

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Mil millones de dólares en un minuto y 25 segundos. 10.000 millones en una hora y 48 segundos. 30.802 millones de dólares en las 24 horas del 11 de noviembre. Tal y como se esperaba, con la décima edición del Día de los Solteros el gigante del comercio electrónico Alibaba volvió a batir el récord de ventas del mayor festival de compras 'online' del mundo. Y buen ejemplo de la progresión de este acontecimiento es que solo tardó 35 minutos y 17 segundos en superar el volumen de transacciones que registró en 2014. Hicieron falta ocho horas y ocho minutos para alcanzar el de 2016, y los 22.000 millones de euros del año pasado se superaron a las 15:49 horas. Tres millones de mensajeros reparten ya más de mil millones de pedidos.

Estas cifras dan un respiro a Alibaba, cuyas acciones en Nueva York no viven su mejor momento, y también aumentan la confianza en el mercado local de China, cuyo crecimiento económico se encuentra en mínimos del último cuarto de siglo. El gigante asiático quiere sustituir el tradicional motor económico de las exportaciones por el consumo interno, y estas estadísticas superlativas hacen pensar que no va mal encaminado. Aunque el Día de los Solteros centra su interés en bienes de consumo de valor moderado, sobre todo tecnología y moda, también tiene un impacto importante en la venta de productos mucho más caros: la marca de automóviles Buick, por ejemplo, vendió 7.000 coches incluso antes de que arrancara la jornada de ayer gracias al sistema de reservas.

Además, la orgía consumista alentada por Alibaba, que se ha extendido ya con éxito similar a plataformas rivales como JD o Pinduoduo y a cadenas de comercios tradicionales como Suning o Gome, se suma al estímulo de las importaciones que quiere propiciar el gobierno chino. Este giro se ha representado con la primera Exposición Internacional de Importaciones de China, celebrada durante la semana pasada en Shanghái. Más de 400.000 personas y 3.600 empresas de todo el mundo se han dado cita para facilitar que China reduzca su superávit comercial con el resto del planeta.

Sobre el papel, la cita ha sido todo un éxito: se han cerrado contratos de compra por valor de casi 51.000 millones de euros. Las principales partidas han sido para la importación de equipamiento inteligente de alta tecnología -sobre todo robots industriales-, seguida de cerca por los productos del sector agroalimentario y los automóviles. El equipamiento médico, un sector cuya apertura China ha anunciado, también se ha visto beneficiado: sus empresas han vendido productos por valor de 5.000 millones de euros. Los principales compradores han sido las empresas estatales, espoleadas por el presidente Xi Jinping, que anunció la importación de productos y de servicios por valor de 40 billones de euros en los próximos 15 años.

Pero la Cámara de Comercio Europea subraya que estas cifras tienen dos trucos: por un lado, algunos de los acuerdos firmados en el marco de la feria ya estaban cerrados y se postergaron para inflar las estadísticas; por el otro lado, un buen número de contratos son en realidad memorandos de entendimiento que pueden cristalizar o no. «Es importante hacer un seguimiento de estos acuerdos y ver en qué quedan dentro de un año, porque algunos puede que ni siquiera salgan adelante o que lo hagan con una cuantía muy inferior a la anunciada», advierte el vicepresidente de la institución Carlo D'andrea.

Algo parecido sucede con el Día de los Solteros. Porque su récord también se debe al hecho de que ya no es un acontecimiento que se celebra exclusivamente en el ciberespacio. A las plataformas Tmall y Taobao se han sumado en esta ocasión numerosos establecimientos físicos, desde hipermercados hasta tiendas de barrio.

Aunque las transacciones se cierran en Alipay, el sistema de pagos electrónicos de Alibaba, lo cierto es que el acontecimiento trasciende ya el ciberespacio y se infla en el mundo real.

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