La deuda privada de la Región de Murcia desciende 4.823 millones bajo el endurecimiento de créditos

Esta restricción de préstamos tuvo dos fases. Al término de la pandemia comenzó una importante mortandad de pymes, lo que alertó a sector financiero. La proliferación de 'empresas zombi' y la lentitud con la que se reactivaba la economía regional –con importantes atascos logísticos– indujo a los bancos a imponer fuertes exigencias de solvencia a las empresas a la hora de conceder sus préstamos por temor a una escalada de la morosidad.

Al mismo tiempo, los ahorros acumulados por las familias durante los confinamientos hizo descender su demanda de créditos al consumo e, incluso, efectuar cancelamientos anticipados. Así, entre junio de 2021 y junio de 2022, la deuda privada descendió en 3.611 millones de euros.

A partir de abril del año pasado comenzó una rápida escalada de intereses ante una inflación galopante, que obligó a los hogares a demorar decisiones de endeudamiento en hipotecas, rehabilitaciones de viviendas y adquisición de vehículos. Doce meses después del alza de tipos iniciado por el Banco Central Europeo, el endeudamiento de la sociedad murciana se contrajo en 1.212 millones hasta quedarse en 25.174, un nivel semejante al de hace 18 años.

Parece una gran cifra, pero es poco más que la mitad que lo que alcanzó en enero de 2009, con 50.184 millones heredados por la 'burbuja' del ladrillo. En 2012 se inició un proceso de amortización de créditos (pese a la tentación de los bajos intereses), que se disparó en 2021 ante la dificultad para acceder a nuevas financiaciones.

Tal problema se ha traducido en que las pequeñas y medianas empresas acceden a una cuarta parte menos de financiación bancaria que antes de la pandemia, indica la patronal Cepyme. El volumen de créditos sostenía una media del 20,3% de las ventas de las empresas en 2019. Ese porcentaje se redujo al 15,3% en el segundo trimestre del año.

Por su parte, la concesión de hipotecas en la Región sufrió una disminución del 22,2% interanual el pasado septiembre, según los últimos datos que maneja el Consejo General del Notariado.

¿Y la deuda del sector público? Tras alcanzar un pico de 2.260 millones en septiembre de 2021, el pasivo de la Comunidad, ayuntamientos y demás instituciones murcianas a los bancos se situaba a primeros de julio de este año en 1.289 millones, 917 millones menos (–43%). Tal descenso era la reacción a unas circunstancias que se habían desbordado por los gastos de la pandemia, puesto que en diciembre de 2019 el endeudamiento público con las entidades financieras era el más bajo del siglo, con solo 266 millones.

Respecto a la liquidez de los murcianos, esta alcanzó su récord en junio de 2021, un mes después del último estado de alarma, con 25.173 millones acumulados en cuentas corrientes y de ahorro. Solo en los tres meses siguientes salieron de ellas 2.588 millones para 'tapar agujeros'. Pero ante la creciente inflación y el endurecimiento de los préstamos, el flujo de salida se ralentizó hasta quedarse en los 23.280 millones que había a comienzos del pasado julio. La situación es de 'stand by'.

Quienes salen ganando con la subida de tipos hasta el 4,5% por parte del Banco Central Europeo (BCE) son los ahorradores murcianos con dinero metido en depósitos a plazo fijo. Su cuantía creció entre enero y junio 795 millones de euros hasta sumar 2.847, lo que representa un incremento del 38,7% en tan solo un semestre, informa el Banco de España. Es el fin del declive de este producto financiero, que ya duraba una década, si bien ha tenido que transcurrir un año para que las entidades acelerasen la remuneración. El incremento más potente se registró entre marzo a junio porque, hasta entonces, el pago apenas rebasaba el 1% TAE. La rentabilidad ya se encuentra por encima del 2,3% para particulares y del 3,15% para empresas a un año vista, según el Banco de España.

Aún así sigue siendo floja. La banca argumentaba que las características del mercado financiero español definían una política de intereses más bajos que en el resto de la Unión Europea, para lo que ponían el ejemplo de las hipotecas.

Sin embargo, la presión que han ejercido los clientes para negociar sus cuentas, la competencia de la banca 'online' (sobre todo, la extranjera), la salida de capitales hacia Letras del Tesoro y fondos de inversión -y todo ello unido a los toques de atención del Estado- han acelerado esta remuneración, que puede verse incrementada a corto plazo.