Los depósitos a plazo fijo crecen en la Región tras casi una década de desplome

Los depósitos a plazo han sido el valor seguro por excelencia para empresas y familias de la Región, más que los activos inmobiliarios y el oro. Lo demostraron tras el 'crack' financiero de 2007. En septiembre de 2011 llegaron a acumular 15.447 millones de euros. Eran tiempos en los que el rendimiento medio estaba en el 3,11% a partir de doce meses, lo que convertía a este producto bancario en lo más seguro en tiempos de recesión. Para hacerse una idea, en ese momento álgido solo había 4.053 millones en cuentas corrientes.

Después hubo un bache de dos años, pero el capital de los depósitos a plazo volvió a repuntar hasta los 14.606 millones en marzo de 2014. A continuación cayó de forma pronunciada y ya entró en barrena en 2017, cuando los tipos de interés fijados por el Banco Central Europeo (BCE) se volvieron negativos.

Al cierre de 2022, esta clase de cuentas bancarias solo sumaban 2.052 millones. Las primeras ofertas de intereses por encima del 2% bastaron para que el pasado marzo se cerrara con 2.320 millones, de acuerdo con los últimos datos que maneja el Banco de España. A ello se sumó el vapuleo que reciben los fondos de inversión ante la montaña rusa de los mercados bursátiles, la pérdida del atractivo fiscal de los planes de pensiones y la todavía escasa divulgación de los seguros de ahorro.

Pese a esta ligera reanimación, el peso financiero de estos depósitos ha retrocedido al que tenían a inicios de 1993, lo que supone un retroceso de tres décadas. En comparación, la suma de las cuentas corrientes de los murcianos estaba en 23.460 millones a inicios del pasado abril, diez veces más que las de plazo fijo. Quizás lo mejor está por venir en lo que queda de año. El último trimestre del presente ejercicio ha empezado con un nuevo movimiento de ofertas por parte de CaixaBank, Sabadell, Bankinter y EVO. Después de semanas negándose a remunerar el ahorro de sus clientes, los bancos han comenzado a elevar la rentabilidad de los depósitos a plazo, acercando sus posiciones hacia las ofertas que ya proliferan en la banca europea –sobre todo la italiana– y la 'online', mucho más competitivas.

«Con la nueva subida de los tipos por parte del Banco Central Europeo, que los ha situado en el 4,5% en su reunión del 14 de septiembre, se espera que las entidades mejoren los intereses de los depósitos. Es un buen momento para que los ahorradores conservadores aprovechen al máximo su dinero», explican expertos del comparador financiero HelpMyCash, que recomienda poner el foco sobre bancos medianos. En este sentido cobran relevancia plataformas como Raisin y Rankia, que permiten rastrear ofertas sobre plazos y capitales para ahorradores alérgicos a cualquier riesgo.

La media de los intereses a un año ofrecidos por cuentas a plazo fijo estuvo este verano en el 2,36% para particulares (2,3% si es hasta dos años) y en el 3,15% para empresas (2,86% hasta dos años), informa el Banco de España. A partir del bienio, el rendimiento se queda en el 1,39% para familias y en solo 0,2% para pymes y compañías (son clientes más 'inquietos' a la hora de retirar fondos). Con todo, teniendo en cuenta que hay que descontar un 19% para el fisco por la plusvalía, la rentabilidad neta de este producto aún impide mantener el poder adquisitivo del capital 'aparcado' bajo la actual evolución inflacionaria. El IPC regional se situó el pasado mes de agosto en el 3% interanual.

Las alternativas no son mejores. Agosto dejó en un 2,56% la rentabilidad media anual de los fondos de inversión, informa la patronal Iverco, si bien en los planes de pensiones el rendimiento promedio anual ya es del 3,2%, pero bajo el lastre del duro recorte de sus incentivos fiscales.

Hay entidades que ofrecen 'depósitos estructurados', en los que, tras un periodo inicial a tipo fijo, se aplica uno variable vinculado a un índice bursátil o al valor de una cesta de acciones. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta de que son fondos de inversión garantizados en los que no se puede sacar el dinero antes del plazo contratado.