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El germen del Estatuto. Primera reunión del plenario de parlamentarios, en la que se aprobaron cuatro artículos para el Estatuto de Autonomía provisional. El encuentro se produjo en el hotel Floridablanca de Murcia el 11 de febrero de 1982 y se alargó durante seis horas. TOMÁS
40 años del Estatuto de la Región de Murcia

Una taza del café para todos

La autonomía murciana, que se creó en cuatro años, fue más fruto del contexto político de la Transición que de un anhelo de la sociedad por contar con autogobierno e instituciones propias

Jueves, 9 de junio 2022, 00:23

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Mucha responsabilidad de que la Región de Murcia sea hoy una comunidad autónoma, con su Ejecutivo y su capacidad legislativa propios, la tiene Manuel Clavero Arévalo, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Sevilla, ministro de Regiones del Gobierno de Adolfo Suárez entre 1977 y 1979.

A Clavero, fallecido en 2021, se le considera el arquitecto del actual Estado de las Autonomías y es el ideólogo del famoso 'café para todos', la doctrina por la que el autogobierno se extendió a todos los territorios de España y no solo a Cataluña y País Vasco, las regiones con más sentimiento de identidad propia que durante la Segunda República tuvieron sus estatutos (Galicia también contó con su proyecto de estatuto, que nunca entró en vigor por la Guerra Civil).

Así que la autonomía murciana fue más fruto del contexto político de la Transición que de una aspiración de la sociedad regional de tomar por sí sola las riendas de su futuro. Todavía hoy la identidad autonómica no está del todo arraigada entre la población. Cada vez que el CIS pregunta en sus barómetros por esta cuestión, los murcianos figuran en los puestos de cabeza como los españoles con menor sentimiento autonomista.

Crónica de la asamblea de Totana en la que se decidió ir por la vía del 143.
Imagen - Crónica de la asamblea de Totana en la que se decidió ir por la vía del 143.

De hecho, los padres del Estatuto de la Región recuerdan que los argumentos que utilizaron para promover entre la ciudadanía la necesidad de autogobierno fueron eminentemente prácticos. Siempre sería mejor ser dirigidos por alguien que conozca de primera mano las necesidades del territorio que por un delegado ministerial. Siempre sería mejor poder solucionar en Murcia un problema administrativo que tener que viajar a Madrid a realizar largos y costosos trámites. Siempre sería mejor contar con una administración propia que pudiera arreglar una carretera o construir un colegio con sus propios recursos que esperar a la voluntad del Estado.

Los acuerdos de Floridablanca

El proceso de construcción de la autonomía murciana duró cuatro años y tuvo dos fases diferenciadas. Primero se inició el periodo preautonómico, el embrión de la Comunidad, que arrancó antes incluso de que se aprobara la Constitución. En enero de 1978, comenzaron las reuniones en el hotel Floridablanca de Murcia. Parlamentarios de UCD y PSOE elegidos en las primeras elecciones democráticas de 1977 constituyeron un órgano de trabajo, al que se invitó a los partidos que se habían quedado sin representación en el Congreso de los Diputados por la circunscripción murciana (PCE, Alianza Popular, Partido Socialista Popular e Izquierda Democrática), en aras de conseguir el mayor consenso posible.

Los políticos de la época apostaron por la vía lenta del artículo 143, por «la única posible», según dijo Hernández Ros

Tras varias reuniones capitaneadas por Antonio Pérez Crespo (UCD) y Ciriaco de Vicente (PSOE), muy tensas en ocasiones, se logró un acuerdo el 27 de marzo de 1978. Salió un texto que, tras ser negociado con el Gobierno de Adolfo Suárez, se convirtió en el Real Decreto-Ley 30/1978, de 27 de septiembre, publicado en el BOE el 10 de octubre, que es el precedente del Estatuto que hoy celebramos.

El real decreto-ley tenía carácter provisional y constaba de diez artículos y tres disposiciones finales. Básicamente, se limitaba a crear el Consejo Regional y a establecer que «el territorio de la Región de Murcia es el de los municipios comprendidos dentro de los actuales límites administrativos de la provincia». Ya se sabía que Murcia se iba a quedar sola, pues Albacete, unida a la provincia de Murcia desde la división administrativa de 1833, había solicitado integrarse en la futura comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. También la Vega Baja alicantina y Almería preferían unirse a la Comunidad Valenciana y Andalucía, respectivamente, por lo que se esfumó muy pronto la posibilidad de crear una región con las fronteras del antiguo Reino de Murcia. El decreto no hablaba de competencias a transferir (las primeras fueron las de agricultura, interior y turismo, en 1980) y señalaba que los órganos preautonómicos «podrán ser disueltos por el Gobierno por razones de seguridad del Estado».

El primer presidente de este Consejo Regional fue el centrista Antonio Pérez Crespo, que, tras las primeras elecciones locales de 1979, fue sustituido por Andrés Hernández Ros, secretario general del PSOE, partido más votado en dichos comicios.

Fechas

  • 11/6/1979 El Consejo Regional aprueba la creación de una comisión redactora del borrador del Estatuto de Autonomía.

  • 14/6/1980 Asamblea del Consejo Regional y los ayuntamientos en Totana para activar el acceso a la autonomía por la vía del artículo 143 de la Constitución.

  • 1/8/1980 La comisión redactora entrega al presidente del Consejo Regional el borrador del Estatuto de Autonomía

  • 2/4/1981 El presidente del Consejo Regional entrega el proyecto de Estatuto de Autonomía al presidente del Congreso.

  • 25/5/1982 El Congreso de los Diputados aprueba el Estatuto de Autonomía la Región de Murcia con 258 votos a favor, 5 en contra y 18 abstenciones.

  • 19/6/1982 Publicación en el BOE del Estatuto de Autonomía.

  • 10/7/1982 Solemne acto en el Palacio Almudí de Murcia por la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía.

¿143 o 151?

Una vez formado el Consejo Regional, se puso en marcha el proceso para el que este órgano transitorio había sido creado: convertir a la antigua provincia de Murcia en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, al amparo de la Constitución Española.

El Consejo Regional se puso manos a la obra para aprobar un Estatuto de Autonomía que sustituyera el Real Decreto-Ley 30/1978. Así, el 11 de junio de 1979 encargó la elaboración de una carta autonómica a una comisión redactora integrada por Carlos Collado, Ciriaco de Vicente, Antonio Martínez Ovejero, José Plana, Santiago Vidal (PSOE), Andrés Santiago Arnaldos, José María Llamas Soriano, Ángel Morenilla (UCD), Pascual Ortuño (PCE), Juan Ramón Calero (AP), José Bonnet (Partido Cantonal) y Mariano Yúfera, independiente, que entonces era alcalde de Mazarrón. Este último dio las notas de color a las discusiones sobre el nombre de la incipiente autonomía. Para aliviar tensiones entre murcianos y cartageneros, propuso que se llamara Región Frutalense. La idea no prosperó.

Portada que informa de la elección de Región de Murcia como nombre definitivo.
Imagen - Portada que informa de la elección de Región de Murcia como nombre definitivo.

Otra cuestión que había que decidir era si se accedía a la autonomía por la vía lenta (artículo 143 de la Constitución) o por la vía rápida (151, el que eligieron Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía). Se optó por la primera, dejando a los ayuntamientos la iniciativa del inicio del proceso autonómico. La decisión se refrendó en una asamblea celebrada el 14 de junio de 1980 en el auditorio de Totana, donde hubo voces, principalmente el PCE y el independiente Yúfera, que aún reivindicaban el 151. «Escogemos el 143 porque es el único posible», declaró Hernández Ros en la cumbre de Totana, según la crónica que escribió para LA VERDAD el periodista Joaquín García Cruz.

Mientras tanto, la comisión redactora del anteproyecto de Estatuto de Autonomía continuó con sus trabajos. El acuerdo final se logró el 31 de julio de 1980, en una reunión celebrada en el municipio de Águilas. El documento fue entregado al día siguiente, primero de agosto, al presidente del Consejo Regional, Andrés Hernández Ros, de manos de Carlos Collado, quien años después le sustituiría como presidente regional.

Aún tardaría ocho meses en llegar el borrador de Estatuto a las Cortes Generales. El 2 de abril de 1981, Hernández Ros se lo entregó al presidente del Congreso de los Diputados, Landelino Lavilla, en la carrera de San Jerónimo.

Cambios en el Congreso

El texto original se publicó en el Boletín Oficial de las Cortes Generales del Estado el 30 de mayo de 1981. Constaba de 58 artículos, dos disposiciones adicionales y cinco disposiciones transitorias.

El día en el que el Congreso aprobó el Estatuto.
Imagen - El día en el que el Congreso aprobó el Estatuto.

El proyecto pasó a la Comisión Constitucional, donde sufrió algunas modificaciones. Por ejemplo, se eliminó el apartado 3 del artículo 1, que abría la puerta a que Cartagena y su comarca pudieran utilizar «el nombre de Región Murciano-Cartaginense de forma alternativa al de Región de Murcia». También se suprimió el artículo 7.2, que permitía ubicar sedes de las consejerías en cualquier lugar del territorio regional. Una disposición transitoria fijaba hasta nueve circunscripciones electorales, que finalmente se redujeron a cinco. Otra modificación que introdujo el Congreso fue la del derecho de los diputados regionales a cobrar dietas. Tiempo más tarde hubo una modificación para que pudieran tener salario fijo. El texto original no decía nada de eso. Hubo, asimismo, una reducción del número de diputados en la Asamblea, pasando de un máximo de 50 a un máximo de 45.

La tramitación parlamentaria prosiguió en el Senado, donde se realizaron más cambios de tipo técnico, y volvió al Congreso de los Diputados. La votación definitiva tuvo lugar el 25 de mayo de 1982. El Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia se aprobó a la vez que el de La Rioja, otra comunidad uniprovincial que había accedido al autogobierno por la vía del artículo 143 de la Constitución. Votaron a favor de la carta autonómica 258 diputados, mientras que 5 lo hicieron en contra y 18 se abstuvieron. El Diario de Sesiones del Congreso no identifica a quienes votaron en contra, pero los políticos de la época piensan hoy que fueron nacionalistas catalanes y/o vascos, descontentos con ese 'café para todos' que promovió el Ejecutivo de Adolfo Suárez. Las abstenciones fueron del PCE.

El PCE se abstuvo en la votación en el Congreso por estar en contra del sistema electoral de cinco circunscripciones

Jordi Solé Tura tomó la palabra en el Pleno para explicar la abstención de su grupo parlamentario comunista. Uno de los motivos fue el modelo electoral. «Nos parece ligeramente escandaloso que, desde el punto de vista electoral, Murcia se haya dividido en cinco circunscripciones», proclamó el diputado catalán. «Es un sistema electoral que va a limitar sensiblemente el juego de las fuerzas políticas», se quejaba.

El texto de la Ley Orgánica 9/1982 de Estatuto de Autonomía de la Región se publicó en el BOE el 19 de junio y entró en vigor un día después. El 10 de julio, un día antes de la final del Mundial de España 82, se celebró en el Palacio Almudí de Murcia un solemne acto para dar la bienvenida a la autonomía, con música de Wagner y Vivaldi. «En esta tierra nuestra no hay sitio reservado al pesimismo ni para 'canseras'», declaró Andrés Hernández Ros. ¿Podemos decir lo mismo 40 años después?

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