El UCAM se conjura por Kobe Bryant
Los jugadores del equipo murciano, que han pasado la semana de duelo por el astro fallecido, quieren seguir con su mejorada versión en Zaragoza
EMILIO SÁNCHEZ-BOLEA
MURCIA
Sábado, 1 de febrero 2020, 01:27
26 de enero de 2020. Alrededor de las 20.30 horas. La Tierra frena en seco de la conmoción. Pasarán los años y todo aficionado al deporte recordará dónde estaba, qué estaba haciendo y con quién cuando recibió la noticia del fallecimiento de Kobe Bryant.
Y es que la grandeza de Bryant es tal que la muerte no le encumbra aún más alto. Icono global para diferentes generaciones, su influencia es tan mayúscula que traspasa los límites propios del deporte. Obseso del entrenamiento, Bryant fue un animal competitivo que inspiró en la cultura del verdadero esfuerzo a millones de personas en el mundo. Entre ellos, varios jugadores del UCAM, que han llevado con dolor su trágico deceso en un accidente de helicóptero en el que fallecían ocho personas más, entre ellas su hija Gianna, de 13 años.
«Es mi héroe y es un sentimiento terrible, pero las leyendas nunca mueren», dice Manu Lecomte
Los más afectados, probablemente, Jarell Eddie y Manu Lecomte. Ambos calzan las zapatillas de Kobe, «las únicas que puedo llevar», dice Eddie, que en la NBA llegó a jugar contra Bryant poco antes de su retirada. Por entonces, Eddie jugaba en los Washington Wizards, donde vestía el número 8 en su honor, el mismo que este año lleva Lecomte, que el año pasado escogió por misma razón -también en homenaje a Tumba- el 24, el otro número de Kobe en su carrera. «Es mi héroe y este es un sentimiento terrible, pero las leyendas nunca mueren».
Para Eddie, Bryant significó todo. «Su dedicación y ética de trabajo son mi inspiración para luchar por lo que sueño», dice un Eddie que el pasado domingo quedó «totalmente en 'shock'». Tragedias que nunca se esperan de mitos en vida. Radoncic, que solo tenía diez años cuando Bryant ganó su último campeonato, sintió perder «parte de mi infancia con la tragedia más grande del deporte». Larentzakis, preadolescente cuando Kobe dominaba la NBA, intenta «ver todas sus entrevistas y aprender de todo lo que dice». Y coincide con todos en que «aún no puedo creérmelo».
Incluso Kyle Hunt, nativo de Nueva York, donde Bryant solía exhibirse ante los locales Knicks, le tiene como ídolo. Pese a ser un pívot que contrasta con el atlético escolta que fue Bryant, Hunt le tiene como ídolo porque «no crecí hasta los 16 o 17 años y antes de eso jugaba de base y escolta».
Para alguien para quien fue especialmente duro el fin de semana fue para Rafa Luz. Un día antes del fallecimiento de Bryant, que «cambió muchísimo la manera de entrenar y vivir el baloncesto», moría en circunstancias aún desconocidas Robert Archibald, excompañero suyo en el Unicaja entre 2009 y 2011.
La última lección que deja Bryant es que «la vida es muy corta y por eso tenemos que afrontar cada partido como si fuese el último», reflexiona Rojas, que quiere cambiar hoy mismo, en casa del sorprendente Zaragoza, donde espera el ex Radovic, 'MVP' de la última jornada. «Tenemos que recuperar nuestra competitividad de inmediato», remarca Sito para un partido en el que, como en el resto de la jornada de la Liga Endesa, se guardarán 24 segundos de silencio en honor a uno de los más grandes deportistas de la historia.