Sámokov y los juegos del hambre: solo puede quedar uno
El UCAM pulsa la pausa en su pretemporada para embarcarse en su misión europea de clasificarse para una Champions que no permite ni un desliz
Si el UCAM quiere volver a jugar la Champions League esta próxima temporada, solo tiene que seguir haciendo las cosas tal y como hasta ahora ... en esta pretemporada: es decir, ganarlo todo. Los hombres de Sito Alonso llevan un póker de victorias desde que el pasado día 5 jugaran un amistoso a puerta cerrada contra el Covirán (sin marcador, pero del que trascendió la victoria murciana), dos días después vencieran en Yecla a un Valencia sin sus internacionales (92-85) y, este pasado fin de semana, salieran campeones del Torneo de Limoges tras ganar a Le Portel primero (100-70) y el anfitrión después (58-72).
Hasta ahí ha durado la preparación. Lo de ahora ya es serio. Tanto, que los próximos partidos del UCAM son ya oficiales y marcan en buena medida la temporada universitaria: o jugarán la Champions League o tendrán que conformarse con la FIBA Europe Cup, una especie de segunda división de una Champions que le disputa el segundo lugar en prestigio a la EuroCup en competiciones europeas, y que tiene a la Europe Cup muy por detrás del resto.
No es la primera vez que el UCAM juega previa de acceso a la Champions. La jugó en 2018, aunque, por entonces, el formato era diferente. Según clasificación doméstica, los equipos debían jugar entre una y tres eliminatorias a doble partido, al UCAM solo le tocó una y ganó a los puntos al Charleroi belga. Esta vez, la previa se juega en sede neutral y, a los equipos candidatos, divididos en tres torneos diferentes en sede neutral, solo les vale ganar tres eliminatorias a un único partido. Solo el vencedor de cada uno de los tres torneos obtendrá el pase a la competición.
El Lublin, primer escollo
El formato de competición es idéntico al de una Copa del Rey, que, para el UCAM, se disputará en la ciudad búlgara de Sámokov entre el próximo sábado y el siguiente miércoles, con un día de descanso entre partidos y solo si gana. Si pierde, volverá a Murcia y se sabrá equipo de FIBA Europe Cup. En cuartos de final, la suerte ha decidido que el UCAM se mida el sábado a las 20.00 ante el Lublin, subcampeón de la liga polaca la pasada temporada y que jugó la Champions en la 2020-21, perdiendo sus seis partidos. Su gran peligro, el alero Chris Clarke, que la temporada pasada promedió un doble-doble (16,3 puntos y 10,3 rebotes por partido) en el Obras Sanitarias, quinto en Argentina.
De ganar, en la semifinal del lunes a las 15.30 le estará esperando el vencedor del duelo entre el Karhu finlandés, también con una plantilla de escaso recorrido en la primera escena europea, y el Juventus Utena lituano, contra el que el UCAM ganó (83-93) y perdió (56-70) en la Champions de la 2017-18.
El UCAM es, así, el gran favorito de su lado del cuadro para jugar la gran final del miércoles a las 19.00. Por el otro, el pan se lo juegan entre el Falco de Szombathely, equipo siempre correoso para el UCAM cuando se ha medido a él, en las temporadas 2022-23 y 2024-25, el Oporto (donde juega Axel Toupane, ex NBA, Unicaja y selección francesa), el Friburgo y el Elan Chalon. Por historia y plantilla, húngaros y franceses parecen los más preparados para toser al UCAM, de quien Popular TV retransmitirá todos sus partidos.
Gates, duda hasta el final
Solo hay un jugador del UCAM al que todavía no se ha visto de corto en la ronda de amistosos, y ese es Kaiser Gates. El ala-pívot, especialista en el tiro y fundamental por sus características en las ideas de Sito Alonso, trabaja al margen por un problema muscular. Esta semana empezará a probarse y viajará a Sámokov, por lo que la decisión final se tomará ya sobre el terreno.
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