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Un camión intenta quitar agua del circuito de Silverstone. Afp
Silverstone 2018: Antecedentes de un día negativamente histórico
MotoGP

Silverstone 2018: Antecedentes de un día negativamente histórico

Los pilotos ya se habían quejado con la pista en seco, pero con agua se convirtió en un imposible competir, por la mala calidad del sistema de drenaje

Borja González

Circuito de Silverstone (Gran Bretaña)

Lunes, 27 de agosto 2018, 16:13

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La cancelación de las carreras del Gran Premio Británico este pasado domingo puede considerarse como algo (negativamente) histórico en el Mundial de Motociclismo. Hubo un precedente, el de la prueba de Austria de 1980, cuyas carreras debían disputarse el domingo 27 de abril. Ese día amaneció tras una tremenda nevada que dejó la pista de Salzburgring imposible con hasta un metro de nieve acumulada, así que la jornada se canceló, en un año que había vivido la caída del calendario de los grandes premios de Venezuela, por problemas con el promotor, y de Suecia, por motivos económicos. Aunque en este precedente la causa meteorológica es evidente, no como sucedió este pasado domingo en el Circuito de Silverstone donde sí, llovió, aunque no de manera desmedida. Es fácil recordar pruebas disputadas con lluvia más intensa, incluida la caída en el mismo escenario en 2015, un día en el que ganó Valentino Rossi. Aquí el motivo fue el pésimo re asfaltado al que fue sometido el trazado británico a principios de año, por lo menos malo para la disputa de carreras de motos.

Los pilotos ya se habían quejado con la pista en seco, pero con agua se convirtió en un imposible competir, por la mala calidad del sistema de drenaje. Lo demás es sabido, prueba cancelada y el Mundial que se disputará en 18 en vez de en 19 citas. También en 2008, en el Circuito de Indianápolis, se suspendió una carrera, en este caso la que cerraba el programa del día, los 250cc. La prueba anterior, la de MotoGP, tuvo que detenerse a ocho giros para el final, con triunfo de Rossi, por la irrupción de los efectos de la cola del huracán Ike, en una carrera que ya era en lluvia y a la que se sumó un fortísimo viento. Sin ser de esta entidad, el campeonato también ha vivido en estas últimas temporadas algunas suspensiones más.

La más famosa fue la de la carrera de MotoGP de Qatar de 2009, que inspiró la idea no aceptada por la mayoría de las escuderías de trasladar la competición al lunes. En aquel domingo 12 de abril, sorprendentemente, se puso a llover en el desierto, en unas condiciones en las que no se podía competir. No sólo por la suciedad de la pista de la tierra que bordea el trazado, si no sobre todo por ser una carrera nocturna y por los reflejos provocados por el agua en el asfalto. Es más, ni siquiera el proveedor de neumáticos, Bridgestone, había llevado compuestos para lluvia a aquel gran premio. El lunes se corrió, y Casey Stoner subió a lo más alto del podio con la Ducati en una carrera dominada a placer. Esta sorpresa, la de la lluvia en Losail, se ha convertido en algo más habitual (en 2016 tuvieron que suspenderse los entrenamientos oficiales y las parrillas se formaron con los resultados de los libres), lo que llevó a que incluso se hiciese este año en marzo un test nocturno con agua vertida por unos camiones sobre la pista.

En Malasia se suspendieron los entrenamientos oficiales de 2006 y las poles se configuraron en base a los libres, con Rossi, Héctor Barberá y Álvaro Bautista en los primeros puestos de cada categoría. La fuerte lluvia caída al final de la primera sesión de los 250cc inundó varias curvas y Dirección de Carrera tuvo que tomar la decisión de la cancelación de los oficiales, en esa ocasión con una lluvia torrencial intensísima. También en Malasia se tuvo que detener la prueba de MotoGP de 2012 en la vuelta 13 de 20 por este mismo motivo, en un día en el que Dani Pedrosa se estrenó ganando en la clase reina por primera vez en condiciones de mojado. El año anterior, en Japón, se suspendió una jornada completa, la del sábado. Aunque la llegada del tifón Francisco amenazaba al gran premio, fue al final la niebla la que arruinó la acción en pista del segundo día. Ésta impidió la llegada del helicóptero de emergencias médicas, indispensable para llegar rápidamente al hospital de Utsunomiya en el caso de una urgencia, un trayecto que necesitaba de una hora por las reviradas carreteras de los alrededores del Circuito de Motegi (este fin de semana en Silverstone la Q2 sufrió un retraso porque el helicóptero debió de trasladar a Tito Rabat hasta el Hospital Universitario de Coventry y no se pudo esperar a evacuar al piloto herido hasta que llegase otro aparato, obligatorio como medida de seguridad). El domingo se celebraron unos entrenamientos oficiales exprés y después las carreras. Ese sábado fue también fue un día de infructuosa espera, como el domingo de Silverstone.

Y dos últimos casos históricos. El primero en 2007, en el regreso de Misano al calendario del Mundial después de estar ausente desde 1993. El sábado llovió tanto que el agua alcanzó el metro y medio de profundidad en algunos puntos. Además, se formó un barrizal por la arena de las escapatorias arrastrada a la pista. Viendo el panorama, tuvieron que cancelarse varias sesiones de entrenamientos. El segundo uno de los más tristemente recordados, la cancelación de la carrera de MotoGP de 2011 de Sepang, esta vez con la carrera empezada, por el luctuoso accidente que le costó la vida Marco Simoncelli en la segunda vuelta, y que figura como una de las pocas carreras de los últimos años sin resultado. Como las tres del domingo.

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