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Pedro Acosta no tiene pelos en la lengua. Eso y que atesora un talento descomunal está fuera de toda duda. El piloto de Puerto de Mazarrón sigue dando que hablar en el 'paddock'. Su agrio arranque del Mundial, la crisis financiera de KTM y la especulación con su salida del equipo, incluso, antes de que termine la temporada continúa siendo la comidilla en la parrilla. En ese runrún, el Tiburón dio un paso más y aseguró, en relación a los problemas financieros de la empresa austríaca y con un claro mensaje al resto de la parrilla, que «soy el único piloto al que no le importa el dinero».
El número 37, ese que figura en su moto y desea subir a lo más alto del podio sin tener que esperar mucho, está atravesando su peor momento desde que aterrizó en la máxima categoría del Mundial de motociclismo tras ser campeón en Moto2 y Moto3. Ahora mismo es la tercera KTM de la clasificación: está por detrás de su compañero Brad Binder y de Enea Bastianini. Le está costando puntuar en cada carrera más que nunca y no ve los avances que quisiera en su moto.
Su rostro, siempre desenfadado, comenzó a torcerse hace ya varias semanas. Aún así, Acosta intenta mostrar su mejor cara en público. También tener buenas palabras para todos los integrantes de KTM con los que pasa horas y horas dentro del garaje intentando corregir los aspectos de la moto que están fallando y adaptarse a los tímidos cambios que se pueden producir. La situación es delicada, pero el de Puerto de Mazarrón, de momento, no quiere tensar más la cuerda. «Quiero ganar, eso está claro. La relación entre KTM y yo es más personal de lo que mucha gente cree. Compito con estos colores desde que tenía 14 años y en verano voy a cumplir 21. Llevo siete años en esta familia, así que no sería fácil decirles adiós. Estoy seguro de que la moto alcanzará el nivel necesario», confesó el piloto en las últimas horas.
Acosta confía en que las cosas van a cambiar y que los resultados acabarán llegando. O eso dice. «Si mantengo la calma y soy feliz, llegarán», admite. Eso espera con ansias, porque si todo continúa así, la distancia que se ha creado entre el equipo naranja y el Tiburón podría coger magnitudes insalvables.
Por si acaso esto ocurre y la tensión en el box de KTM continúa en aumento, la entidad de Mattighofen ya ha empezado a peinar el mercado en busca de pilotos que pudieran reemplazar al de Puerto de Mazarrón en caso de que este decida romper del todo la relación, casi amorosa, entre él y la escudería. Entre otras cosas, porque hay varios equipos que están como locos por hacerse con Acosta. «Tú habla con Valera [su agente]», le dijo el murciano a Paolo Campinoti, dueño del Prima Pramac Yamaha hace una semana en Texas.
Ya hay un nombre encima de la mesa que podría vestirse de naranja la próxima temporada: Toprak Razgatlioglu. El piloto turco de 28 años es el actual campeón de Superbikes y esta temporada continúa dejando detalles de gran corredor encima de su BMW.
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