Pedro Acosta y Máximo Quiles ya mandan en el Gran Premio de Hungría
El piloto de Puerto de Mazarrón fue el más rápido en la primera sesión de libres, igual que el debutante murciano en Moto3; Fermín Aldeguer fue 4º y Álvaro Carpe, 13º
Se avecina otro Gran Premio del Mundial de motociclismo con protagonismo murciano. La primera sesión de entrenamientos libres en el nuevo circuito de Balaton Park, en Hungría, fue otra muestra más del poderío de los pilotos de la Región en Moto3 y la categoría reina. En este caso fue Pedro Acosta el que sacó músculo en MotoGP. El de Puerto de Mazarrón comenzó mandando el fin de semana y voló sobre el asfalto para lograr el mejor tiempo del viernes (1:37.061), por delante del todopoderoso Marc Márquez (1:37.067), de su hermano Álex (1:37.342) y de su paisano Fermín Aldeguer, que fue cuarto en la jornada de este viernes, tan solo tres décimas más lento que el Tiburón (1:37.375).
Ha tardado en hacerlo, pero Pedro Acosta está disfrutando encima de su KTM y exhibiendo todo el talento que atesora. Ha tenido que pasar el ecuador del campeonato para que la escudería autríaca diera una vuelta de tuerca a la moto del mazarronero. «Han trabajado más de lo que yo mismo me esperaba. Y se nota», confesó hace escasos días el piloto de KTM en relación a la labor que habían hecho los ingenieros en su nave naranja. Un nuevo paquete aeródinámico, que ha aumentado su capacidad de giro, sobre todo en las curvas, y ha disminuido el desgaste de los neumáticos ha propiciado que el Tiburón vuelva a estar en los puestos de cabeza, regrese al podio, como ya hiciera en Brno (República Checa) y se vea con opciones de pelear con los favoritos de la parrilla por los tres primeros puestos en las jornadas del sábado y del domingo. Más vale tarde que nunca pensará Acosta, que parece haber alejado y mucho los rumores sobre su futuro vestido con los colores de KTM.
El que también tuvo que esperar para brillar en el Mundial fue el debutante Máximo Quiles, que no pudo enseñar de lo que es capaz hasta que cumplió los 17 años, dos carreras después de que arrancara el campeonato. Pero desde ese momento, y con la excepción de un parón por una inoportuna lesión, se ha empeñado en dejar a todos sin calificativos carrera a carrera. El murciano de 17 años sacó este viernes toda la rabia que le dejó el Gran Premio de Austria y no hizo prisioneros: mejor tiempo de la jornada del viernes (1:46.448), casi tres décimas por delante del argentino Valentin Perrone y del italiano Guido Pini.
De menos a más
«Es un circuito muy 'ratonero', con frenadas fuertes y muchos cambios de dirección. En la primera salida no tenía buenas sensaciones, pero hemos trabajado con el equipo para mejorar la adaptación al trazado. Por la tarde me he sentido mucho más cómodo, he ido poco a poco y al final he podido ser rápido. Tengo buen ritmo, aunque he cometido varios errores porque hacía mucho viento. He querido salir y disfrutar de la pista y me ha gustado mucho. Todavía queda mucho trabajo y tengo que seguir perfeccionando mi pilotaje», reconoció el 'rookie' murciano. Por su parte, Álvaro Carpe no pudo pasar del decimotercer puesto en otro viernes amargo para el de El Esparragal.