Borja Gómez, el piloto de la sonrisa eterna al que siempre le esquivó la suerte
Debutó en el Mundial hace dos años, pero no le dieron tiempo y tuvo que empezar de cero; ahora estaba brillando otra vez
Borja Gómez empezó a pilotar en el circuito de velocidad de Cartagena, como tantos otros pilotos de la Región. Comenzó a competir a nivel ... nacional en 2014, con solo 9 años, y pronto destacó entre los primeros puestos del Campeonato de España de Minimotard 65. En 2021 fue campeón de España de Superbike en categoría Supersport y al año siguiente fue subcampeón en categoría 1.000, por detrás del excampeón de Moto2 Tito Rabat.
Sus buenas actuaciones, con siete victorias en las últimas ocho carreras, fueron recompensadas con una oportunidad en la élite en el GP de Malasia de 2022, donde sustituyó al lesionado Jorge Navarro con tan solo 17 años. Con el equipo de Sito Pons, en la última parada del calendario en el circuito de Valencia, sumó sus primeros y únicos puntos mundialistas con una duodécima posición que le abrió las puertas a su consolidación en la categoría.
Su estupendo rendimiento en 2022 hizo que el conjunto italiano Fantic apostara por él como piloto de Moto2 en 2023, pero los malos resultados y un gravísimo accidente en el GP de Alemania se juntaron para que lo bajaran de la moto antes de tiempo. «Fue duro que me sacaran del Mundial sin motivo. Me ha tocado dar un paso atrás, porque este deporte lo mismo te da que te quita, pero tengo claro que debo estar al 100% para que, cuando todo se alinee de nuevo, esté preparado y aproveche la oportunidad que me den», dijo el sanjaviereño hace poco más de dos de meses en el encuentro 'Promesas del Deporte', del ciclo Región de Talentos organizado por LA VERDAD en el CAR de Los Narejos.
«Con más tiempo y experiencia las cosas habrían cambiado bastante. No tuve tiempo para adaptarme, no pasé por el Europeo de Moto2, no conocía los circuitos y aun así creo que lo hice bien y no tengo nada que reprocharme de mi año en el Mundial», explicaba el piloto junto a otras promesas del deporte murciano que esa tarde le acompañaban, como Ainhoa Gómez, Eva Ibarra, María Ángeles Macián y Juan Antonio Milán.
Se da la circunstancia que hace solo diez días se estrenó un documental sobre sus experencias en el mundo del motociclismo, producido por Ribera Salud, la empresa que siempre le ayudó, en las buenas y en las malas. Está centrado en el proceso de recuperación tras su última lesión importante, la que sufrió en abril del año pasado en Misano, cuando se cayó y su propia moto le destrozó el húmero.
«Me vi el brazo colgando y pensé que podía ser el final», confiesa Borja Gómez en ese documental que puede verse en Youtube. «Lo primero que hice fue venir a Chema [Faraco, su fisio, amigo y confidente]. Estuve en la clínica todos los días, incluso fines de semana. También venía a casa, me trataba, me sacaba a comer... Me ayudó a salir adelante mentalmente», explicó el piloto. El tratamiento no solo fue físico, sino también emocional, con un enfoque integral.
«Borja volvió a competir apenas dos meses después de la operación, consiguiendo un primer puesto en los entrenamientos y un podio en carrera. Ese fue el clic necesario para darse cuenta de que el brazo estaba bien», añadía Faraco.
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