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En el primer y único circuito de billar profesional existente en la modalidad de billar a tres bandas, denominado PBA (Professional Billiards Association), llevaba tiempo ... pensando Juan David Zapata, ocho veces campeón de España en categorías inferiores y de Europa júnior. El jugador de San Javier [28 años], en un año en el que la Unión Mundial de Billar ha suspendido todos sus torneos, tenía claro que para progresar era necesario profundizar en el circuito asiático, que se juega en Corea del Sur, donde el billar es el tercer deporte más seguido por televisión y las salas se cuentan por millares. Allí se están jugando actualmente el 100% de las pruebas y allí fue donde este sanjaviereño se proclamó el sábado campeón del mundo.
Venció en la final al coreano Dong Koong Kant (4-5), con 12 carambolas seguidas en el inicio del último set. Acabó agotado tras disputar siete partidas en diez días: tres de grupo y cuatro de eliminatoria directa. Asimismo, se convirtió en el jugador que ha ganado el mayor premio económico de la historia: 225.000 euros. «Es el día más feliz de mi vida», dijo tras proclamarse campeón.
–¿Cómo descubrió el billar?
–El billar de carambola, al que juego, lo descubrí por casualidad, en un club que hay relativamente cerca de mi casa. Allí jugaba con los amigos, pero al billar americano. Llegué al club de San Javier para mejorar y aprender más y resulta que era billar de carambola. La primera pregunta que hice cuando entré fue, y los agujeros?
–¿Cuál fue su primer campeonato?
–Empecé a jugar en 2005 y gané mi primer Campeonato de España, en categoría sub-17, en el año 2007, a los dos años y dos meses de haber cogidos los tacos .
–¿Cuándo y por qué decidió dedicarse al billar?
–Quien conoce el billar se engancha. Tuve la suerte de que, si empecé a los 13 años, al año siguiente puede participar, como externo, en el programa de formación del Centro de Tecnificación Deportiva de Los Narejos, que me pilla a cinco minutos de casa. A partir de ahí me dediqué, tanto a los estudios, todavía estaba en el instituto, como, por las tardes, al billar. Empecé a darme cuenta de que este deporte iba a formar parte de mi vida.
–¿Qué es lo mejor del billar?
– Que uno no termina de aprender. Empecé a los 13 y tengo 28. Son quince años jugando y cada día uno descubre cosas nuevas. Hay infinidad de jugadas, infinidad de posibilidades. La misma jugada se ejecuta un año de una manera y al siguiente de otra, porque el billarista descubre que hay algo mejor. Lo que me gusta es que uno puede estar cien años y siempre aprendes cosas nuevas. Es impresionante.
–¿Cuáles son las características de un buen jugador de billar?
–Es un deporte supercompleto, que requiere de una buena técnica. También talento, concentración y una preparación mental exquisita, porque los partidos son muy largos. La parte mental es muy importante.
–El billar está reconocido como Federación Olímpica pero no como deporte olímpico. ¿Se ve en un futuro compitiendo en unos Juegos?
–Se intenta que el billar sea deporte olímpico, pero siempre se queda en puertas. Está en las propuestas pero nunca termina de entrar. Siempre estamos a tiempo de estar en la máxima expresión del deporte, como son unas Olimpiadas.
–¿Qué diría aquellos que aseguran que el billar no es un deporte, sino más bien un juego?
–La imagen que tienen muchos del billar es la que se ve en las películas, eso de estar en un bar tomando copas, fumando... Pero cada vez hay más gente que sabe que es un deporte, y de los más difíciles. No es un juego para nada. Es cierto que la parte física no se cuida tanto como en otros deportes, pero también es muy importante. El torneo que he jugado ha durado diez días y la final duró cuatro horas y cuarto. Fue el partido decisivo más largo de la historia y, quieras que no, si no va acompañado de una buena preparación física, es muy difícil aguantar la concentración al más alto nivel.
–¿Cuál es su próximo reto deportivo?
–Ahora hay un parón de tres meses. En España la competición está muy parada, a mediados de marzo empezará la Liga Nacional. Competiré a un ritmo más bajo y pensaré en junio, que está previsto empezar otra vez con normalidad.
–¿Está bien reconocido el billar?
–Es España no. Es un deporte minoritario. Afortunadamente, cada vez está teniendo más eco en los medios. Estoy muy ilusionado de la repercusión que está teniendo el campeonato que he ganado, pero estamos a años luz de ser un deporte que alcance el nivel que tiene en Corea del Sur, en Vietnan, en Colombia o en México, donde juegan millones de personas y hay miles de clubes.
–¿Qué papel tienen las federaciones en billar?
–Debe ser muy importante, pero por regla general no cumplen. Podrían hacerlo mejor. Por ejemplo, aunque la Covid-19 lo ha alterado todo, no se han hecho esfuerzos para organizar eventos a nivel nacional, con las medidas sanitarias exigidas. La mayoría de las federaciones llevan un año paradas, las competiciones están en 'stand by' y a los jugadores sub-17 y sub-21 se les pasa el tiempo sin haber podido jugar en su último año. Su papel es fundamental, pero muchas veces no cumplen su papel.
–¿En qué momento se encuentra el billar español?
–Está en un buen momento. Tenemos a Daniel Sánchez, cuatro veces campeón del mundo, y siempre hay generaciones muy buenas. Hay una escuela buenísima.
–¿Sus mejores partidas?
–Hasta la fecha era la final del Europeo junior de 2012, en Italia, donde gané. Pero desde el sábado lo es también la partida final del torneo mundial de la PBA.
–¿Con quién le gustaría jugar una partida de billar?
–Siempre me ha gustado jugar con rivales que son mejores que yo. En esas partidas me encuentro siempre más motivado y he tenido la fortuna de poder vencer a jugadores que son mucho mejores que yo. En billar, a una partida, puede pasar de todo.
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