Mariano García: «En mi pueblo están contentos con que sea campeón de España y eso me vale»
Oro nacional, europeo y mundial de 800 metros lisos ·
«No he hablado con Katir. Realmente, lo hago con mis padres, mi novia y mi entrenador. No me meto en cosas que son de los demás y no me incumben»Todos ponen el foco en él. Para rivales, técnicos, especialistas en atletismo y periodistas de todo el mundo, Mariano García (Cuevas de Reyllo, 26 años) es el hombre a batir en la prueba de los 800 metros lisos del Mundial en pista cubierta que este fin de semana se celebra en Glasgow. Es, además, la gran baza del equipo español en este campeonato, por encima incluso de Asier Martínez y María Vicente.
El canadiense Arop, el argelino Sedjati, el keniano Wanyonyi y el británico Pattison llegan a la ciudad escocesa con grandes marcas y con lógicas aspiraciones de medalla. Pero Mariano García, el zagal campechano que no cambia su pueblo y sus costumbres por nada ni por nadie, viene de triturar a Mohamed Attaoui y Adrián Ben en la final del Campeonato de España de Orense. Y todos recuerdan que en 2022 hizo lo que nadie había hecho jamás en el atletismo español: oro en el Mundial bajo techo y oro en el Europeo al aire libre, con aquella última recta prodigiosa en Múnich ante Whightman que lo encumbró para toda la vida.
–Vaya recital dio el otro día en Orense. Ganó la mejor final de un 800 en un Nacional bajo techo que se recuerda.
–Fue un carrerón. Estuvo muy guapa la carrera, sí. Había mucho nivel y al final, si la acabas ganando, pues la disfrutas más que los demás. Por tiempos hubo alguna final más rápida, pero por espectáculo y nivel de los competidores, ninguna.
–¿Tiró de táctica y estrategia para ganarla o simplemente arrancó 'la moto' y aceleró con todas sus fuerzas hasta el final?
–Hay veces que la táctica se va a la mierda nada más empezar y tienes que improvisar. Yo, de hecho, rindo mejor cuando improviso. Me gusta hacerlo. En esta final de Orense, me puse a tirar pronto y luego les fui dejando la puerta abierta a los rivales, una y otra vez. Cuando veía que apretaban para pasarme, aceleraba. Y ya a falta de 300 metros tiré y no pudieron pillarme. Hubo táctica y también hubo cojones.
–Entiendo que ganar este oro ha sido la mejor manera de reivindicarse. Así no han podido dejarle fuera de la lista de la selección, como ocurrió el pasado verano en el Mundial de Budapest.
–Me da igual eso, la verdad. Corro para mí y para la gente que me quiere. En mi pueblo están muy contentos con que haya vuelto a ser campeón de España. Y eso es lo que me vale.
–¿Pero no le molestó que le dejaran sin Mundial? ¿Es usted campeón europeo y mundial?
–Sí, claro que me jodió. Y mucho. Me dieron una serie de explicaciones que yo no compartía y punto. Cerré la boca y me puse a pensar en otra cosa. Yo no soy como otros que van por los medios quejándose de que los han dejado fuera [el gallego Adrián Ben es quien se ha quedado esta vez sin Mundial y ha mostrado su disgusto por ello en varias entrevistas en los últimos días]. Yo no tengo redes ni hago apenas entrevistas. Yo soy así. Acepto lo que hay y sigo con mi vida, sin molestar a nadie ni meterme con nadie.
–La verdad es que ahora mismo hay un nivel increíble en el 800 español...
–Sí, desde luego. Y los zagales que vienen por detrás, que no se conocen todavía, pero ya andan corriendo mucho y haciendo 'marcones'. Hay gente muy buena.
–Sigue en su pueblo, entrenando en los bancales de Cuevas de Reyllo y en el mercadillo de Fuente Álamo. ¿Ha tenido ofertas para irse recientemente?
–Sí, pero no cambio mi vida por nada. A ver: si me ofrecen un millón de euros, pues me voy. Pero eso no va a suceder y me quedo.
–¿Cómo lleva los estudios?
–Bien. He aprobado todas las asignaturas del cuatrimestre y lo voy llevando bien. Mi idea es ejercer como maestro de Educación Física, aunque ya veremos el futuro que nos depara.
–A corto plazo, el futuro son los Juegos de París. ¿Está pensando ya en ellos?
–No. Ni mucho menos. Estoy pensando en que este viernes, a las 12.20 horas, tengo la serie clasificatoria en Glasgow. Si la paso, el sábado a las 13.30 tengo la semifinal. Y si la paso, el domingo a las 21.20 tengo la final. Te hablo de horario de Escocia, porque yo ya estoy trabajando en ese horario y metido de lleno en el Mundial. ¿Después? Pues lo primero será preparar a tope el Campeonato de España, que es donde se van a jugar las plazas olímpicas.
–¿Irá antes al Europeo de Roma, del 7 al 12 de junio?
–Ahora mismo no lo sé. Es que ni nos hemos planteado la temporada al aire libre. Primero vamos a acabar la pista cubierta. Después de Glasgow me iré cuatro o cinco días por ahí a desconectar. Y luego, a trabajar con el maestro [Gabi Lorente] en la preparación de la temporada de verano.
–Después de aquella apendicitis que le apartó de Tokio 2021, supongo que el sueño de ir a unos Juegos como los de París prevalece por encima de todo lo demás. ¿O no?
–Claro. Es el sueño de todo deportista. Y lo que me pasó en 2021 fue una putada. Quiero ir y tengo mucha ambición. Pero ahora mismo pienso en Glasgow.
–¿Cómo ha vivido el 'caso Katir'?
–Me enteré tres días después y ni siquiera lo he hablado con mi entrenador [Gabi Lorente, el mismo del muleño]. Estoy centrado en lo mío y no me meto en cosas que son de los demás y no me incumben.
–Muchos atletas, incluido Adel Mechaal, han celebrado su sanción de dos años.
–Bueno, allá cada uno. Ya me lo han contado. Yo ni tengo redes ni veo noticias ni pierdo el tiempo en eso. Igual había rivales suyos que le tenían ganas.
–¿No tiene relación con Katir?
–No.
–¿Ha hablado estos días con él?
–No. Realmente, yo hablo con poca gente. Hablo con mis padres, con mi entrenador y con mi novia.
–¿Usted ha tenido algún fallo de localización en un control antidopaje?
–No. Conmigo lo tienen muy fácil. No salgo de mi pueblo nunca. Llegan, tocan a mi puerta, mi madre les abre la puerta, orino en el bote y se van. No tiene más historia. Si vas a algún campeonato, cambias tu localización en la 'app' y no tardas ni 30 segundos. No me parece que sea algo engorroso. Es un sistema bastante sencillo y no te quita tiempo.