Katir: «Voy con una rabia que no he tenido nunca»
El muleño se impone en su serie y se reivindica antes de la final del domingo de los 5.000. «No soy un atleta más y merezco un respeto», dice
I.B.
Viernes, 25 de agosto 2023, 00:43
Mohamed Katir falló en el 1.500 y se le cayó el mundo encima. Lideró su semifinal pero en los últimos metros el grupo pareció comerse al corredor de Mula, que no pudo clasificarse para la final del miércoles. Tremendo palo. La vio por la tele y tuvo que tragar veneno, sabiendo que optaba a un doblete histórico en estos Mundiales de Budapest. Así, ayer salió dispuesto a comerse el mundo de nuevo y dio un golpe en la mesa. Muy gordo. Katir, primero en su semifinal, se clasificó para la final de 5.000 metros del domingo (20.20 horas, TVE) con el mejor tiempo de su serie, con una gran entereza y con una celebración propia de alguien que ha sido capaz de recoger los frutos de su trabajo y se ha quitado un peso de encima.
«Yo no soy un atleta más. Yo merezco un respeto. Mis marcas me acreditan. Mi trabajo de estos años me acredita. Parece que vivimos en un país en el que el pasado no importa. Pero sí importa. Nadie me va a volver a quitar la sonrisa de la cara. ¿La final? Ya veréis. Voy con una rabia que no he tenido nunca», soltó Katir en la entrevista posterior a la carrera en TVE.
Su estrategia en la prueba de ayer fue marca de la casa: agazapado atrás, Katir dio la estocada final en la última vuelta. «Soy un atleta con un 1.000 brutal, soy rápido porque vengo del 1.500 y no me importa estar atrás y luego pegar el cambio a falta de una vuelta», explicó Katir, que se metió en la final con un tiempo de 13:35.90, entrando por delante del noruego Jakob Ingebrigtsen y del etíope Hagos Gebrhiwet.
«No voy a hablar de medallas. Solo sé que voy a ir con todo, con una rabia que jamás he tenido, y que salga lo que salga voy a estar feliz», prometió ayer el muleño, quien agradeció a su familia, su pareja, su entrenador Gabi Lorente y su mánager Miguel Ángel Mostaza que le hayan levantado la moral en cuatro días, y se reivindicó ante los periodistas. «Ahí están mis marcas, 12:45, 3:28, 7:24», recordó. Katir no entiende las críticas. Y quiere desquitarse.
