«Ese niño era pura valentía con solo 4 años»
Antiguos compañeros y técnicos de Robert Sánchez recuerdan el constante trabajo del palmesano hasta ser convocado con La Roja
Al nuevo guardameta de la selección española de fútbol, Robert Sánchez (Cartagena, 23), nadie le ha regalado nada. Cuentan que en la escuela de fútbol ... de Santa Ana, hace dos décadas, se lo pensaron dos veces antes de aceptar al 'bombazo' de Luis Enrique en la convocatoria de clasificación para el Mundial de Catar, porque era un niño de solo 4 años. Al chaval lo acogieron primero el actual responsable de la Concejalía de Deportes Eduardo Armada, luego el centrocampista albinegro Rai y por último Jorge Cordero, como entrenadores. Entre todos se dieron cuenta de que aquel chaval de piel morena «era pura valentía» y «no dudaba en tirarse las veces que hiciera falta», en el campo de tierra del residencial de Santa Ana.
El actual guardameta del Brighton inglés vivió allí con sus abuelos maternos hasta los once años. Cuentan que siempre fue un adolescente «introvertido», con un grupo de amigos reducido y al que no le gustaban «las discotecas ni las tonterías», solo pasear en bicicleta y pescar con su abuelo durante largas noches en La Manga. Al nieto lo acompañaba a todos los entrenamientos.
En Santa Ana jugó desde los 4 hasta los 11 años. Y levantó los primeros títulos en la Liga Local, tanto el de la liga regular como el de la Copa. «Era un chico muy calladito, nada problemático. Él venía a jugar con una ganas tremendas por aprender. Ya se le veían cosas. Tenía unos reflejos grandísimos. Era un chaval muy valiente y no se acobardaba de nada», recuerda Jorge Cordero, uno de sus primeros entrenadores en el residencial Santa Ana.
SUS INICIOS
-
Salvador Zamora, excompañero: «Era muy introvertido. Pero a la misma vez, el trabajo personificado. Un niño valiente y constante».
-
Jorge Cordero, exentrenador: «Con 4 años no se acobardaba, iba al suelo a todos los balones. Tenía unos reflejos grandísimos».
-
Adrián Torromé, excompañero: «Tenía una agilidad increíble y mucha potencia en los saques de puerta».
La camada del residencial
El actual directivo del Cádiz dirigió a una «excelente camada» de niños. Además de Robert Sánchez también estaba el central cartagenero Javi Fernández (ex de Oviedo y Villarreal) y el delantero de la Minera Álvaro Cordero, sobrino del entonces entrenador e hijo de Pedro Cordero, leyenda del Efesé.
«Robert era un chaval que iba bastante a su bola, muy peculiar. Lo mismo salía de la portería y marcaba la línea de gol con un juguete que se daba golpes contra el palo, siendo críos. Pero se notaba que era muy bueno». Álvaro también compartió vestuario con él en la selección murciana y cartagenera.
Racismo
Por alguna razón, el guardameta de la selección española estaba destinado a jugar en Inglaterra. Ya de niño aprendió el idioma, gracias su madre Maribel, una profesora de inglés de Los Barreros, que vivió y conoció a su padre en las islas británicas y luego se mudó a La Palma. En sus círculos más cercanos aseguran con toda rotundidad que el pequeño Robert nunca se sintió pleno jugando en la Región, excepto en ciertos momentos. Alguna vez incluso a sus familiares les tocó lidiar con gritos racistas hacia el chico, de piel morena, en campos murcianos. En el Real Murcia solo aguantó medio año.
Esta semana, el propio Robert Sánchez aseguró en una entrevista a LA VERDAD que en su etapa formativa en España nunca le gustó el «amiguismo» de los entrenadores con algunos jugadores. Muchos no creían en sus posibilidades. De hecho, cuentan que no terminó bien en los juveniles del Levante (solo estuvo un año, en 2015) y que eso también aceleró su salida a Inglaterra. Para entonces al portero español ya le llovían las ofertas de otros equipos, como el Valencia.
Al palmesano ya lo habían cortejado anteriormente, en su etapa en el Cadete Autonómico del Ciudad Jardín. Su temporada fue fantástica y contó con el respaldo de su entrenador, Miguel, que defendió a Robert «a capa y espada», con sus aciertos y sus fallos. Esa etapa en el Juan Ángel Zamora lo catapultó, como reconoció el propio guardameta esta semana.
Unos brazos «larguísimos»
Todo ese proceso formativo en la Región de Murcia lo completó también en los infantiles del Cartagena FC. Robert jugó dos años en la ciudad deportiva Gómez Meseguer. Con 13 ya tenía una llamativa envergadura y «unos brazos larguísimos», recuerda Salvador Zamora, actual atleta del club Runtritón y excompañero del palmesano en el Efesé. Ahora, el guardameta del Brighton es un portento de 1,97 metros de altura.
«Era el trabajo personificado, una persona valiente y constante. Un chico muy espigado, un felino. Yo era lateral izquierdo y sentía una seguridad tremenda para correr la banda sabiendo que él estaba en la portería. Entrenaba muy duro y luego hacía paradas muy buenas. Él ni se inmutaba, seguía tan tranquilo, como si nada», relata Zamora. A Robert siempre le han puesto la etiqueta de «introvertido». Hablaba lo justo con sus compañeros, «para sacar de puerta y poco más». «Yo creo que es de esas personas que prefieren que sus actos hablen por él», zanja su excompañero. Ya entonces su «agilidad» bajo palos era «increíble», igual que su «potencia en los saques de puerta», destaca Adrián Torromé, otro compañero en el Cartagena FC. Ahora es el analista del rendimiento físico del FC Cartagena.
Amigo de Adrián Marín
Robert pasó 15 años en su tierra, pero apenas hizo amistades en todo este tiempo. Conserva alguna en Ciudad Jardín y un par de buenas amigas en La Palma, a las que espera visitar cuando pase la pandemia. Sus redes sociales son más bien profesionales, aunque tiene contacto con el pachequero Álvaro Marín, ahora en el Granada. Fueron compañeros en la selección murciana alevín. También coincidió con el exalbinegro Jack Harper, cuando jugaban en el equipo sub-21 del Brighton.
En Inglaterra ha quemado etapas. Primero en las categorías inferiores del Brighton y luego en sus cesiones al Forest Green y al Rochdale, dos clubes con una filosofía similar al Brighton. Esta semana han colocado al cartagenero como el futuro inquilino de la portería del Manchester United. Robert brilló contra los de Solsjkaer la temporada pasada con el Rochdale, en un partido de la FA Cup. Una parte de su familia vivió ese momento en las gradas de Old Trafford. Con sus tíos Alberto y Raúl Sánchez empezó todo. Ellos fueron porteros en el CD Lapuerta, en el San Ginés y en el Torre Pacheco. Ahí le picó el gusanillo a este palmesano sin límites.
Un despegue lleno de éxitos
Un felino en los infantiles del polígono
Con 13 años, Robert Sánchez jugaba en los infantiles del Cartagena FC, en la ciudad deportiva Gómez Meseguer. Ya entonces lo recuerdan como un niño «introvertido», pero un auténtico «felino» bajo palos. El palmesano mide 1,97 metros y en ese momento ya destacaba por su juego aéreo. «Tenía los brazos larguísimos», recuerdan.
La gran sorpresa de Luis Enrique
Robert no ha jugado ni 20 partidos en la Premier League, con el modesto Brighton. Ha sorprendido a todos y esta semana el seleccionador nacional lo citó para la selección española absoluta. Estará mañana en Las Rozas. Durante estos días, su nombre ha sido muy vinculado como relevo de De Gea en la portería del Manchester United.
Primeros títulos en la tierra de Santa Ana
Robert levantó los primeros títulos de su carrera deportiva en el EF Santa Ana. Ganó la Liga y la Copa. Con solo 4 años hacía estiradas en la tierra del polígono residencial.
Una hornada fantástica en la selección murciana
El combinado murciano acudió al campeonato de España alevín con un auténtico equipazo. Robert era el portero, el central era el también cartagenero Javi Fernández (ex de Oviedo y Villarreal). También destacaba el lateral pachequero Adrián Marín (Villarreal, Leganés, Alavés y Granada) y el ariete del Huesca Rafa Mir.
De Tercera, a la élite
El guardameta jugaba hace un año en el Rochdale de la Tercera inglesa (League One) antes de su debut en Primera (Premier) con el Brighton. Robert valora mucho esa cesión al Rochdale.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión