En recuerdo de un premio Nobel

Fue un talento fuera de serie, e incluso fue reconocido con el Nobel de Literatura. José de Echegaray y Eizaguirre (1832-1916) tuvo una mirada global sobre su tiempo: insigne ingeniero de caminos (en esa época representaba la imagen del ideal de progreso en la ciencia y del liderazgo moral en el terreno ideológico), a la vez que prolífico divulgador científico, matemático, físico-matemático, literato (dramaturgo), economista y político con una sobresaliente personalidad. Fue número uno de su Promoción en la Escuela de Ingenieros de Caminos, profesor de Cálculo Diferencial e Integral, Estereotomía y Mecánica en la misma Escuela, ministro de Fomento y de Hacienda, ateneísta distinguido, figura prominente en la creación del Banco de España, académico de la Real Academia de Ciencias y en 1882 de la Real Academia de la Lengua Española, presidente del Ateneo de Madrid (1888), del Consejo de Instrucción Pública, de la Junta del Catastro, de la Real Academia de Ciencias, de la Sociedad Matemática Española, de la Sociedad Española de Física y Química, de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, Premio Nobel de Literatura (1904), catedrático de Física Matemática en la Universidad Central y Senador vitalicio (1900).

Por todos estos méritos, Echegaray fuere recordado ayer en Murcia, donde no se le olvida, con un acto en el Teatro Romea.

El ilustre ingeniero de caminos tuvo una vinculación muy especial con la ciudad de Murcia, ya que aunque nació en Madrid en 1832, se trasladó a Murcia con su familia a los 5 años, al ser destinado su padre, José de Echegaray Lacosta, médico, para cubrir una plaza de profesor de botánica y agricultura en el Instituto local; éste fue, de hecho, uno de los fundadores y creadores del Jardín Botánico de Murcia, cerca del Paseo del Malecón, sobre el que el homenajeado recogió alguna de sus más famosas anécdotas sobre la geometría de los «planos paralelos, que por mucho que se prolonguen, no se encuentran».

Murcia rindió homenaje a José de Echegaray y Eizaguirre, en conmemoración del 120 aniversario de la concesión del Premio Nobel de Literatura. Echegaray, ilustre matemático, ingeniero, dramaturgo y político español, recibió el prestigioso galardón en 1904, compartido con el poeta provenzal Frédéric Mistral.

Durante sus estudios de Bachillerato, que completó en Murcia en junio de 1846, con la calificación de Sobresaliente, se despertarían en José de Echegaray las dos pasiones constantes en su vida: la científica (especialmente las matemáticas y la física-matemática) en busca de la verdad y la dramática (el teatro) en busca de la belleza.

En 2016 se erigió un busto conmemorativo que actualmente está en el lateral del Teatro Romea y donde se colocó ayer un ramo de flores en su honor.

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