Todos quieren a 'fascinaDora'

Estaba claro: ni habría olla de cerdo para todos –una de sus grandes especialidades–, ni tampoco esos deliciosos boquerones en vinagre que la propia artista preparaba con deleite para los invitados a sus inauguraciones, que siempre eran una fiesta. En esta ocasión, la pintora, escultora y ceramista Dora Catarineu (Cartagena, 1946), que lleva años residiendo en Murcia, alejada de su ciudad y de su azul Cabo de Palos, hace mucho tiempo que ya no crea, ni asiste a todos esos actos de lo más diversos en los que ella se convertía en la 'reina del baile'. Dora ya no goza de buena salud, y el Alzheimer la va alejando del mundo, de las prisas y de sus muchos amigos, gente que la adora, que la echa de menos...

Este lunes, su hija Marta, con la colaboración de su hermana Carlota y Juan García Sandoval, responsable del Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam), organizaron en su casa una fiesta entrañable, bien surtida de delicias comestibles y de bebida(s), a la que titularon 'La gente de la cultura se las toma con Dora'. Y allí estaba ella, impagable, imprevisible, maravillosa, dejándose querer y como en varios mundos a la vez.

Esta vez no sólo sin olla de cerdo, sino también sin sus sonadas travesuras, como cuando para preparar su instalación 'Tócame lo que quieras menos el corazón', pidió a sus amigos varones que le enviasen fotos íntimas –caseras, desenfadadas, alarmantes, sorprendentes, sin complejos...– en las que aparecieran desnudos (o casi).

La última gran ocasión en la que se pudo disfrutar del conjunto de sus creaciones fue, en 2018, en el Muram de Cartagena, con motivo de la exposición 'Antología. Dora Catarineu', que precisamente García Sandoval comisarió con esmero y en la que se contemplaron algunas de sus obras icónicas. Eran días en los que llegabas a su casa y José Tomás te daba la bienvenida, ¡un chihuahua de gran personalidad, como su dueña»

Cuánta vida apasionante y apasionada detrás, desde que expuso por vez primera en 1979 en la Real Sociedad de Amigos del País de su ciudad. Qué gran viaje proporciona su mundo artístico, que acoge lo mismo un festín que un dolor del alma y cuya singularidad es reconocible y se agradece.

Decía de ella misma que es 'arrollaDora', 'desparramaDora', 'trastornaDora', 'fascinaDora', 'conversaDora', 'abusaDora' y 'animaDora'. Cierto, como también lo es que es inclasificable y 'demoleDora'. Autora de exposiciones como 'Made for Japan two', 'En busca del fuego' o 'Bare Nostrum', expuso en 1987 en la Documenta de Kassel (RFA) y su obra se ha visto en ciudades como Amberes, Bonn o Tokio. Dora es Dora, 'Doraypunto'.

Su última individual fue 'Revolver' –sin acento–, que presentó en 2008 en la galería murciana La Aurora, que dirige el galerista que la llevó a la Nicaf de Tokio, José Fermín Serrano. Ayer recibió de nuevo el cariño y la admiración de muchos amigos artistas, que hicieron lo que ella siempre hizo: disfrutar, reírse, brindar, abrazarse.