Ante la pérdida de Pepe Martínez Calvo
Licenciado en Filosofía y Letras por la UMU y coordinador de bienales y publicaciones, abrió junto a Luis Valverde la galería Espacio Mínimo en Murcia y, después, en Madrid
Pepe y Luis eran los tíos más guapos en la Murcia de los primeros años 90. Eran una sofisticación de otro lugar que hacía mejor ... la vida a su alrededor. Dos tipos elegantísimos en una Mobilette (o una similar) y Pepe siempre con una cartera. Es un 'flash' de un tiempo en el que la ciudad no proporcionaba tantos estímulos. Yo era un crío y los miraba con curiosidad porque este escenario periférico no ofrecía, en su paisaje humano, muchos ejemplares excepcionales como eran ellos, que en el recuerdo parecen brillar.
Un día abrieron la galería Espacio Mínimo en la calle Radio Murcia, que si esta ciudad fuese como debe ser pasaría a llamarse calle Pepe Martínez Calvo, o Calle Espacio Mínimo o Calle Pepe Mínimo. O calle Pepe y Luis, porque los dos son una especie de unidad. A veces nuestras empresas devoran nuestros apellidos, y ese, como el nuestro, era su caso.
En aquel cuarto de portero de pocos metros cuadrados se generó un portal con la modernidad que nunca podremos pagar a su esfuerzo. Gente íntegra, comprometida y capaz, desde una esquina del país crearon una de las más importantes galerías de arte españolas del siglo XX y XXI.
Para nosotros fueron un ejemplo, un modelo de éxito porque no solo habían triunfado: lo habían hecho sin concesiones, imponiendo su propuesta a un escenario que siempre sería más conservador que ellos fuesen donde fuesen. Siempre fueron generosos con nosotros y, cuando abrimos T20, estuvieron allí, aconsejándonos y apoyándonos.
Luego vino este 'tour' que es la vida del galerista y giramos por el mundo. Los momentos se amontonan en restaurantes de Turín, discotecas de Lima o tablaos de Sevilla. Pepe y Luis eran lo más luminoso de un paisaje humano ya de por sí colorido.
Esta mañana [ayer] me manda un whatsapp Luis y no doy crédito. Se me hacen muy presentes imágenes de su boda en Madrid, una de las primeras de parejas homosexuales, con las palabras reivindicativas de Pedro Zerolo y Trinidad Jiménez que ahora suenan históricas. Fue un momento fulgurante y Carolina y yo nos sentimos muy felices de haber compartido aquel día con ellos, con nuestros amigos queridos, con nuestros modelos éticos.
Luego las imágenes de ellos en nuestra boda y un baile que duró hasta el día siguiente. La pérdida es irreparable y marca el fin de un tiempo para nosotros y para el sistema del arte español, que pierde a un icono, a un amigo, a alguien imprescindible. No hay palabras para consolar a Luis, solo podemos mandarle todo nuestro amor y decirle que siempre tendremos a Pepe presente.
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