Metal hispano en el corazón sueco
Escultura ·
Fernando Sáenz de Elorrieta expone sus creaciones en acero y bronce en una galería de Gamla Stan, en EstocolmoEn el elegante y animado centro histórico de Estocolmo, una galería de arte que lleva el mismo nombre del barrio que la acoge, Gamla Stans ... Galleri, es estos días un pequeño reducto de arte de olores metálicos, colores telúricos y alma mediterránea. Fernando Sáenz de Elorrieta (Cartagena, 1961) ha llevado hasta allí este mes de abril algunas de sus obras metálicas y en distintos formatos animado por Mari Cruz Sánchez Vera, presidenta de la Casa de la Región de Murcia en la capital sueca. Comienza a ser habitual que esa institución promocione a artistas regionales con exposiciones colectivas en las que anteriormente han participado el propio Sáenz de Elorrieta y pintores como el palmesano Diego Pedro Pérez Casanova y el murciano Gaby Guillén, entre otros artistas.
En la primera muestra que protagoniza en solitario el escultor cartagenero en la capital sueca destacan figuras humanas, principalmente torsos masculinos, tanto en bronce, hierro, acero corten y alambres de cobre y galvanizado. Adquieren distintas formas y tamaños, aunque todas ellas tienen en común un mensaje optimista y el gusto por la vida.
«Estoy satisfecho, los suecos responden muy bien a mi obra», dice el escultor, en contacto permanente con Sánchez Vera y la marchante Claudia Isaza. Primero la covid y ahora una lesión de rodilla le han impedido viajar para comprobarlo en persona como era su deseo. Sus hombres sedentes y pensativos y las figuritas trepadoras llaman tanto la atención de quienes pasan por la Gamla Stans Galleri como sus hombres iluminados. Son unos personajes en alambre de cobre y luces led con acero corten, realizados para ser contemplados en la oscuridad. Estos días comparten espacio en la céntrica galería sueca con las creaciones de la pintora local Katarina Thomassen.
En aquel entorno, su obra llama la atención por su frescura, su fuerza y su expresividad, dice el artista. «Los suecos son más hieráticos y por eso apuestan más por el expresionismo y la figuración a base de hierro, especialmente cuando se trata de la representación de figuras humanas», explica el autor de la popular Cola de la Ballena del puerto de Cartagena, del Cristo de los Buzos que desde las proximidades del monte Roldán protege a los hombres de la mar desde Cabo Tiñoso a Escombreras y del Nazareno de acero ubicado frente a la lonja de pescados del barrio de Santa Lucía.
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