Mente de computadora para mejorar la educación
La irrupción de la inteligencia artificial en las aulas potencia el rendimiento que el denominado pensamiento computacional puede tener en el sistema de enseñanza; un grupo de investigación de la UMU trabaja en ello
La informática, con la que los ordenadores desempeñan eficazmente su trabajo, implica destrezas igualmente útiles para el pensamiento humano. Esta vía de resolución de problemas en la que la mente emplea conceptos y técnicas de la informática es lo que desde hace un par de décadas se conoce como pensamiento computacional. Esta habilidad cognitiva para descomponer problemas complejos, identificar patrones, crear algoritmos y automatizar parece a la medida de la enseñanza. Y el metro para comprobarlo, y aprovecharlo, lo están empleando los especialistas del grupo de investigación de Tecnología Educativa de la Universidad de Murcia (UMU) José Luis Serrano, Isabel Solano y María del Mar Sánchez Vera. «Empezamos hace unos años a trabajar con centros educativos de Infantil y Primaria en el pensamiento computacional en la educación con el proyecto Roboticum», precisa la doctora en Pedagogía Sánchez Vera.
La importancia que está adquiriendo el desarrollo del pensamiento computacional se refleja en su incorporación a los planes de estudio de los pequeños en la nueva ley de educación (Lomloe), en vigor desde 2021, con la aspiración de que se trabaje «desde edades tempranas para fomentar el razonamiento, la creatividad y la resolución de problemas en el alumnado». El avance «plantea la perspectiva, además, de no solo ser usuarios de la tecnología, sino entender cómo funciona y ser capaz de crear y diseñar recursos digitales». La experta resumen «la idea de Roboticum» aludiendo al propósito de «realizar experiencias de aprendizaje-servicio con los centros educativos para integrar el pensamiento computacional, la programación y la robótica». Más que un proyecto, Sánchez Vera califica la iniciativa de línea de investigación. A ella se ha sumado «el 'boom' de la inteligencia artificial generativa», que es la que crea nuevos contenidos, y en este caso «viene a ofrecernos nuevas oportunidades para profundizar» en este campo de estudio.
Ya hay plataformas que actúan como «primer paso para realmente poder integrar la IA después de manera ética y consciente en la educación»
Lo que los investigadores persiguen es conectar la alfabetización digital y la programación con inteligencia artificial (IA), de modo que, a través de «numerosas actividades didácticas» posibles «ayudar a niños y niñas a comprender cómo funcionan los algoritmos y la inteligencia artificial». Al tiempo que aprenden a utilizar la tecnología para crear sus propios recursos. Ya existen recursos, como la plataforma Learning ML, creada por el físico Juan David Rodríguez, del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (Intef), «que permite entender cómo funciona la IA y posibilita que se puedan hacer proyectos muy interesantes». Los investigadores lo plantean como un «primer paso para realmente poder integrar la IA después de manera ética y consciente en la educación».
El objetivo es «ayudar a niños y niñas a comprender cómo funcionan los algoritmos y la inteligencia artificial», explica Sánchez Vera
Todo esto en cuanto al uso potencial por parte de los niños. Si el foco se pone en los profesores también se abre un extenso campo. «Por ello, se hizo un estudio en el que se preguntó sobre usos de la IA generativa y se encontraron cosas interesantes», explica Sánchez Vera. Y pone el caso del hallazgo de que las herramientas de tipo generativo (las que crean contenidos) y conversacional (las que simulan conversaciones humanas) son las más utilizadas por el profesorado tanto para preparar sus clases como para servirse de ellas en el aula, al menos por parte de los participantes en el estudio.
A los docentes también les inquieta si tienen la formación adecuada en estas tecnologías y los problemas de plagio que se pueden generar
La IA no es un fenómeno nuevo, lleva décadas desarrollándose e investigándose en distintos ámbitos y contextos
Lógicamente, también se observaron signos de inquietud. Como la que existe entre los docentes por alcanzar una formación adecuada para el buen uso de estos desarrollos, y la generada por los problemas de plagio que puedan producirse. «Aunque, en general, la IA se percibe como un instrumento que puede mejorar la enseñanza y el aprendizaje en el aula», concluye la investigadora.
Crítica y creativa
En síntesis, en el grupo de investigadores de la Facultad de Educación dirigido, por la especialista María Paz Prendes, añade Sánchez Vera, «trabajamos la IA desde diferentes enfoques: por un lado, la relacionamos con el pensamiento computacional y la alfabetización digital, y, por otro, analizamos su uso por parte del profesorado y los estudiantes, explorando cómo se integran las herramientas generativas en la práctica y qué necesidades formativas surgen en este proceso». La también profesora de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Murcia advierte de que la IA no es un fenómeno nuevo. «Lleva décadas desarrollándose e investigándose desde distintos ámbitos y contextos». Pero en el campo educativo su investigación sigue siendo limitada, y con frecuencia concentrada principalmente en el ámbito universitario, donde se aborda «con enfoques muy concretos, como el desarrollo de contenidos individualizados o herramientas que puedan sustituir tareas de los docentes».
La investigación en el ámbito educativo aún se concentra en enfoques como el de contenidos individualizados o para sustituir tareas docentes
La profesora Mar Sánchez echa de menos la participación de expertos en pedagogía, ética, psicología o sociología en los estudios sobre IA
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A su juicio, falta una mirada más amplia y multidisciplinar, «que incluya la participación de expertos en pedagogía, ética, psicología o sociología, y que se centre también en los niveles educativos no universitarios». Sánchez Vera echa de menos un «planteamiento didáctico y pensar sobre cómo se van a utilizar estas herramientas en las aulas». En este marco, aduce, «es necesario explorar cómo introducir la IA de forma crítica, creativa y con sentido pedagógico en la educación, y no solo desde una lógica de eficiencia o automatización». En eso están en el grupo de investigación de Tecnología Educativa de la Universidad de Murcia, que encabeza Prendes.