María Luisa Martínez León rinde tributo al Ejército en la exposición 'Aire, tierra y mar'

María Luisa Martínez León, profesora de Volumen, Dibujo Técnico, Artístico y Diseño Gráfico en la Escuela Superior de Arte y Superior de Diseño de Murcia, descendiente de una generación de escultores murcianos encabezada por Anastasio Martínez Hernández y continuada por Nicolás Martínez Ramón y Anastasio Martínez Valcárcel, ha vuelto a su actividad como creadora artística. El próximo 6 de agosto inaugurará, a las 20.30 horas, en la Casa de la Cultura de San Pedro del Pinatar, la exposición 'Aire, tierra y mar', en la que su hija María Luisa Rufete Martínez [acaba de cumplir 17 años y lleva un año trabajando en las ilustraciones de un nuevo juego de mesa, 'Captain's Log', que saldrá al mercado en octubre] participará con un par de obras.

«La temática durante estos dos años, casi por completo, ha estado centrada en el componente humano de la vida militar», explica María Luisa Martínez León, sobre el tema de la exposición, con el que reivindica la cara más desconocida, quizás, de las fuerzas armadas. La artista tuvo la oportunidad de conocer de cerca el Ejército y de formar parte de una exposición en la Base de Alcantarilla, que le hizo acercarse al Ejército del Aire, en un primer momento, y posteriormente al resto de cuerpos de tierra y mar, asistiendo a los entrenamientos. La figura humana, la luz, el color y el movimiento, tan presentes en el día a día, quedan reflejados en este conjunto de obras, junto a los valores de sacrificio y entrega a los demás.

Una de las obras incluidas es 'Alas para volar, motivos para regresar', seleccionada en el IL Certamen del Ejército del Aire 2021, en pintura, en el que se han concedido un premio, un accésit y ochos seleccionados de toda España. «Representa –explica– la dicotomía de la vida militar, la distancia y diferencia entre la vida profesional/laboral, simbolizada en una gama de colores verdes, a la izquierda, con la preocupación y profesionalidad correspondientes (rondando en la cabeza misiones y temas propios: los aviones, el gesto, el atuendo, el compromiso...), y un pequeño guiño en la parte inferior, con las mascarillas, por la aportación militar en temas de actualidad nacional inesperadas como el Covid, DANA, y otras muchas, dando por sentado, que siempre están ahí. En la parte derecha, la otra faceta, también de la vida militar, la vida familiar/civil, con una gama más cálida y un gesto más distendido, pero unidos en el centro (por los pies de ambos militares, que dejan entrever, que siguen siendo la misma persona, en diferentes facetas de su vida, sin dejar de ser militar). La dureza o alegría de dejar o reencontrarse con la familia, el necesario distanciamiento, representados en el abrazo e interacción de los niños».

Aparece, cuenta Martínez León, «un guiño en la parte superior, a la patrulla acrobática, PAPEA, por las innumerables ocasiones en que forman parte de esa vida civil, y un guiño a los pies, con ese avión de papel, frágil e incierto vuelo, incidiendo en el papel que tiene esta profesión en los más pequeños de la casa, y en la familia. Sin olvidar la bandera de España y sus ciudadanos, nosotros, representados por una mujer, también en la parte derecha, tan presente en ambas facetas, como homenaje y agradecimiento a esta contribución, que de muchas maneras admiramos y valoramos, la labor de todos esos hombres y mujeres de nuestro ejército, y que permite que el resto de ciudadanos podamos sentirnos seguros y vivir unas vidas totalmente ajenas y alejadas de estas preocupaciones». La exposición se podrá visitar hasta el 4 de septiembre.

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