Ana Merino: «Lo que posibilita la supervivencia es la capacidad de ayudarnos»
La poeta y novelista charla hoy sobre poesía y cómic en un encuentro digital con Ajo Micropoetisa organizado por la Biblioteca Regional
Recuerda Ana Merino (Madrid, 1971) sus días de niña rodeada de una gran biblioteca en cuyas estanterías reposaban grandes guiones de cómic. Su padre, el ... narrador, poeta, ensayista y académico de la RAE, José María Merino, poseía «una gran colección» de historietas, rememora, y a ella, aquella convivencia con las letras le dejó, dice, «un poso» que, de adulta, le ha llevado a investigar sobre la literatura gráfica. Ejemplo de ello, enumera, son su tesis doctoral, sobre el cómic hispanoamericano; sus ensayos académicos, y los artículos sobre el género que ha publicado en revistas como 'Leer', además de otros proyectos como «conferencias, congresos y exposiciones» en los que ha tomado parte.
Galardonada con el Premio Nadal 2020, por 'El mapa de los afectos', novela que goza, asegura, de gran «plasticidad», hoy participa –19.30 horas– en un encuentro digital organizado por la Biblioteca Regional (BRMU), en el que también intervendrá la autora madrileña Ajo Micropoetisa. Merino posee, además del Nadal y una larga lista de títulos, el Premio Adonais, que ganó, dice, «siendo muy joven», por el poemario 'Preparativos para un viaje'. Fue en 1994.
Su charla de hoy se podrá seguir en el canal de YouTube de la Biblioteca Regional (www.youtube.com/user/brmurcia).
Las frases
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LITERATURA GRÁFICA «El cómic es un espacio que amo y que ha marcado mi vida»
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CRISIS SANITARIA «Occidente había olvidado la fragilidad humana y las pandemias, y eso que en los 80 y los 90 el sida tuvo un impacto muy grave»
«A mí la poesía me ha ayudado mucho a transmitir mi mundo interior, mis emociones; pero, a la hora de dialogar con la realidad y el mundo que me rodea, creo que la novela es el mejor espacio», precisa Merino, autora de «un perfil muy variado», se define, que siente por el cómic «una gran admiración y respeto». Esa deferencia se plasma en su novela, la primera de un largo recorrido como autora, con un buen puñado de guiños a la creación gráfica: «Cuando hablo de la plasticidad, hablo de los planos, de cómo hablan las imágenes, de las sensaciones de los personajes, de la luz, de los colores; todo eso, en cierta medida, es una mirada de cómic. La novela arranca, además, con un niño mirando en contrapicado hacia el fondo del bosque y a lo que sucede ahí abajo. Ese niño, que está subido a una rama, se llama Samuel y es un lector voraz de 'Los cuatro fantásticos'. También aparece una chica que quiere ser dibujante de novela gráfica...».
Detalla Merino que «existe la creatividad y la literatura, y luego hay espacios donde uno puede transmitir mejor una idea», canales que ella emplea en función de aquello que quiere trasladar o analizar. En 'El mapa de los afectos', «una obra de personajes», lo que buscaba, reconoce, era «interiorizar» su experiencia en Estados Unidos, donde se instaló hace más de dos décadas. «Cuando llevas tantos años, son muchas las miradas, y eso va marcando tu imaginario interior».
«En cierta forma» pretendía «dialogar con la experiencia americana y construir y recrear ese universo tan variado y dinámico donde suceden muchas cosas y hay temas apasionantes sobre los que reflexionar». Con 'El mapa de los afectos' quería hacerlo sobre «el valor de la convivencia y del entendimiento multigeneracional; y sobre el ritmo de la vida y la capacidad que tenemos para evolucionar como sociedad». «La literatura –cree con firmeza– nos ayuda a reflexionar sobre la condición humana, sobre cómo funcionan las comunidades, cómo se entienden las personas, y de qué forma dialogan y empatizan». «Y eso –revela– es algo que me apasiona. La capacidad del ser humano de entenderse me parece muy literaria».
Cohesión social
Habla Merino, también autora de 'La voz de los relojes' y 'Los días gemelos', ambos títulos publicados por Visor, de capacidad de entendimiento y convivencia en un momento en el que la empatía es más necesaria que nunca. Las pandemias, sostiene, han amenazado al ser humano constantemente a lo largo de su historia; «los países del tercer mundo», pone por ejemplo, «sufren penurias de todo tipo continuamente»; lo que ha ocurrido con la llegada de la Covid, cree, es que «Occidente había olvidado la fragilidad humana y las pandemias, y eso que en los 80 y los 90 el sida tuvo un impacto muy grave en la sociedad occidental».
Considera, además, que «no habíamos valorado suficientemente el esfuerzo de los científicos, de los médicos..., y cuando nos hemos tenido que enfrentar a una situación tan grave como esta, hemos tenido que retornar a esa cohesión social que es la que permite la supervivencia de la humanidad», porque, insiste, «lo que posibilita esa supervivencia es la capacidad de ayudarnos los unos a los otros y de trabajar en grupo; la construcción social, los valores humanos, el respeto...; uno solo no sobrevive».
Ha tenido la suerte Merino, con la escritura de 'El mapa de los afectos', de «encontrar lectores maravillosos que han apreciado y entendido mi propuesta», dice. «El escritor –agrega– disfruta mucho escribiendo y quiere que ese disfrute se transmita a los lectores, que entiendan su universo y el de sus personajes», y que estos también «les hagan reflexionar sobre sus propias vidas».
De su encuentro esta tarde a través del canal de la Biblioteca Regional –la actividad cuenta con el apoyo del Aula de Cómic de la Universidad de Murcia–, adelanta Merino que será «muy bonito» porque Ajo «viene –precisa– de un mundo de lo diminuto», y es en él «donde está el espacio del cómic», un espacio «que amo y que ha marcado mi vida».
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