Irene López: «En mi cocina suena rock desde primera hora de la mañana»

«Soy muy lectora, es algo que está entre mis hábitos. Me gusta mucho Eduardo Mendoza, aunque soy muy crítica, porque hay obras suyas que me flipan, como 'La ciudad de los prodigios', y otras que no me entusiasman tanto, como 'Una comedia ligera'. Me enganché a él, como tanta gente, leyendo 'Sin noticias de Gurb'. Me recuerdo en el autobús, yendo a la universidad, leyéndolo; se me escapaban las carcajadas».

«Soy muy convencional: me encanta la tortilla de patatas. Para mí, la mejor es la que hace mi madre. Aunque he de decir que este verano, estando en Betanzos, descubrí una tortilla que ahora me genera dudas... Me gusta cremosa. En cuanto a lo de con cebolla o sin cebolla, ¿para qué elegir? No me parece motivo de discusión alguno».

«Me entusiasma Italia. Me gusta todo de ella, el Norte, el Sur, la gastronomía… En mi cocina suena una emisora de radio de rock de Roma, que tiene 40 años y programas geniales. Esa emisora me transporta al país. Viví una tarde de tormenta en Roma, cerca de la Fontana de Trevi, y pensé: «¿Se puede ser más feliz?». En ese momento formaba parte del Olimpo, con ese estruendo, los rayos, las tejas saltando, con tanta belleza alrededor... Me quedé sobrecogida. Llevaba en la mano un helado de pistacho y tenía todos mis sentidos a tope. Fue una experiencia multisensorial».

«Soy muy de la generación X. Nací en el 78 y, aunque soy muy rockera y en mi cocina suena rock desde primera hora de la mañana hasta que me voy, siempre he sido muy fan de The Smashing Pumpkins. Me siento muy identificada con The Smashings, y cuando salen referencias en 'Los Simpson' me muero de la risa. Para mí, el mejor grupo de la historia es Led Zeppelin, pero estoy muy ligada a mi tiempo, a Nirvana, Soundgarden, Stone Temple Pilots… Un programa que me influenció mucho es el de Paco Pérez Bryan, en Radio 3, que me hizo descubrir a Nine Inch Nails».

«Soy más que nada una 'voyeur'. Me cuesta muchísimo compartir, soy muy celosa de mi vida. No tengo nada que ocultar, pero no me gusta nada compartir. Nunca he subido una foto de mis hijos a una red que no fuera WhatsApp, y en grupos muy cerrados. Tengo claro que mi red es Instagram, me gusta cómo funciona, pero no puedo evitar ser celosa de mi vida personal. Mi página es solo cocina, cocina, cocina… y gatos».

«Soy cocinera pero soy química, y me siento muy identificada como feminista con 'El cuento de la criada' y, como química, con 'Breaking Bad'. He hecho fan de 'El cuento de la criada' a mi hermana, a mi madre y a todo el que tengo alrededor, aunque verla produce un sufrimiento que me deja resaca. Y es que, en realidad, esa distopía no lo es tanto. Veo ramalazos de lo que ocurre en la serie a mi alrededor. La música, la fotografía, los actores… no le saco un defecto. Además de estas dos series, me quedo también con 'Rick y Morty'. Le he dado dos vueltas y media y me parece que está bordada. Cada vez que veo sus capítulos encuentro más detalles y más inteligentes. Es una serie muy gamberra hecha con una finura increíble».

«Aunque soy muy de Woody Allen, me gusta mucho Clint Eastwood como director. No sé cuántas veces he visto 'Gran Torino'. Me parece divertidísima y al mismo tiempo me hace llorar siempre que la veo. Cuando la estrenaron mis hijos eran muy pequeños y no la vi en el cine, pero la encontré tiempo después en alguna plataforma. Cada vez que me tropiezo con ella no la dejo escapar y la veo esté por donde esté. Me encanta la pose de malote del personaje, que esconde ese corazón blando».