La fotógrafa calasparreña Quintina Valero retrata el horror de Chernóbil
LA VERDAD
Murcia
Domingo, 5 de enero 2025, 23:26
En abril 1986 la central nuclear de Chernóbil sufrió el mayor desastre nuclear de la historia. Treinta y ocho años después del accidente, la radiación continúa siendo el enemigo invisible para muchas familias ucranianas. El impacto que causó se refleja en los paisajes desolados y el declive de una de las regiones más fértiles de Ucrania.
La fotógrafa calasparreña Quintina Valero realizó varios viajes entre 2015 y 2016 para documentar el impacto de la radiación tanto en las poblaciones como en el medio ambiente, imágenes que pueden contemplarse en la exposición que alberga el Museo de la Villa de Calasparra.
Sus fotografías dan visibilidad a las familias que todavía viven en la zona de exclusión de Chernóbil y a aquellas desplazadas a la región de Narodichi, a 50 kilómetros de la central nuclear, donde se sigue produciendo en tierras altamente contaminadas.
El artista bilbaíno Julio Tomé (Blister 13.0) inspirado por las imágenes y grabaciones recogidas por Quintina, llevará a cabo la producción de composiciones musicales para cada una de las imágenes.