Luis Leante gana por tercera vez el Premio Edebé de Literatura Juvenil
El escritor ha conseguido el voto unánime del jurado con la novela 'Territorio desconocido', con el acoso escolar y la humillación pública como temática
Luis Leante (Caravaca de la Cruz, 1963), con la novela 'Territorio desconocido', es el ganador de la XXXI edición del Premio Edebé de Literatura Juvenil por unanimidad del jurado, según anunció este jueves la editorial Edebé. El autor ya ganó este mismo premio, dotado con 30.000 euros, en 2016 con 'Huye sin mirar atrás' y en 2020 con 'Maneras de vivir'.
Con esta novela, que se publicará el 8 de marzo, el autor «consolida su carrera literaria con una novela que aborda un tema muy grave, que va más allá del acoso: la humillación pública. Un relato sin un narrador único y una verdad única. Son las voces de jóvenes y mayores, y su testimonio, a veces contradictorio, lo que permite al lector entender el dolor y el colapso mental de la víctima. No hay territorio más desconocido que el infierno de la humillación», destaca la editorial.
María José Gálvez, directora general del Libro y Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura, entregó ayer el premio al narrador caravaqueño, que mostró su agradecimiento al jurado. Posteriormente, Leante conversó con Rosa Navarro, miembro del jurado del Premio Edebé, que destacó de la historia «una trama de difícil construcción para el arquitecto y muy fácil de entender para el lector. Esa es la habilidad del escritor». La experta subrayó también «esa mezcla de diálogo con narración, del estilo coloquial con el del informe judicial, lo que aporta una gran riqueza lingüística».
«No hay ninguna novela que me haya costado tanto trabajo escribir como esta por muchas razones. Me sentí a punto de fracasar, de dejarlo. Por ello me siento muy orgulloso de esta historia, una historia compleja que he pretendido que sea sencilla», indicó el autor, quién en conversación con LA VERDAD explicó que «escribir es un proceso que desde fuera puede parecer progresivo y que vas aprendiendo y cogiendo experiencia, pero en mi caso siempre doy pasos sobre el vacío que no se sabe muy bien a dónde va. En esta novela, de forma ambiciosa, quería contar una historia con demasiados personajes que trataba temas complicados y además empecé a escribirla en plena pandemia. Llegó un momento en el que dije 'no pasa nada, tiraré la toalla y trataré de contar cosas más sencillas', pero seguí con perseverancia. Me costó mucho trabajo y quizá por eso estoy más satisfecho. El premio al final es la recompensa». A pesar de que cuenta con varios galardones, Luis Leante continúa recibiendo los premios «con la misma o más ilusión que el primero».
«No hay ninguna novela que me haya costado tanto trabajo escribir como esta por muchas razones. Me sentí a punto de fracasar»
Según el escritor, el lector se va a encontrar en 'Territorio desconocido' «una descripción de la vida y el entorno de las personas que sufren acoso y humillación, su proceso y evolución. Es el seguimiento de un suceso que deja huella en las personas y que además no siempre es comprendido por todo el mundo. Trato de dar voz a los que están en contra y a los que lo ven como una cosa normalizada».
Agustín Sánchez Aguilar, galardonado en la categoría infantil
El jurado del Premio Edebé otorgó el galardón en la categoría de Literatura Infantil a Agustín Sánchez Aguilar (Barcelona, 1971) por la novela 'Sé tortuga' (con un premio dotado con 25.000 euros). 'Sé tortuga' cuenta la historia «de un gallo, famoso cantante lírico caído en desgracia, que se ve obligado a enseñar a cantar a un grupo de tortugas centenarias. Una fábula que invita a paladear cada instante de la vida, con unos personajes que se autorretratan por medio de lo que dicen y hacen. Y lo que dicen y hacen es tan disparatado como enternecedor pero tan real como la vida misma. Un divertido relato de amistad, de segundas oportunidades, que nos confirma que el poder de la fábula sigue muy vivo», indica la editorial.
«Isa, Diego y Tomás, antes amigos inseparables desde la infancia, se han ido distanciando desde que Isa y Diego empezaron a salir, y el bonachón de Tomás cada vez está más agresivo desde un incidente que nadie conoce. Entonces, un incendio aparentemente provocado en un almacén del pueblo junto con el hallazgo de unos restos humanos desencadena una investigación que destapará una trama mucho más compleja de lo que nadie sospecharía...», cuenta la sinopsis.
Con «traje de falso documental»
La novela plantea una «estructura, para mí como escritor, muy complicada porque el punto de partida son tres personajes adultos y tres personajes adolescentes. Se trata un tema complejo con características de novela policíaca pero también de falso reportaje periodístico», dice el escritor con vocación de periodista. «Siempre he tenido esa vocación, porque el periodista se tiene que limitar a contar las cosas que están ocurriendo sin necesidad de aportar nada. En la novela, por supuesto, yo aporto e invento muchas cosas pero es una forma de acercarme a esa vocación que nunca he conseguido lograr en cuanto a la forma de contar una historia. No deja de ser una novela de ficción, pero le pongo ese traje de falso documental», explica.
«El acoso suele tener consecuencias y dejar secuelas a lo largo de la vida»
Durante más de veinte años como profesor de instituto, Luis Leante no fue capaz de escribir sobre adolescentes hasta que dejó la enseñanza. «Solo necesitaba coger cosas de este alumno, de este profesor... y es lo que he hecho, construir una historia adornada», explica el caravaqueño, que se ha nutrido también de historias cercanas. «Conocí, a veces más directa y otras veces más indirectamente el tema del acoso. Lo he vivido como profesor y como familiar. Cuando yo estaba muy implicado era incapaz de escribir porque no tenía distancia. Hace tiempo que dejé la enseñanza y eso me ha permitido verlo de manera distinta. Ahora era el momento porque tenía las herramientas y el tema», explica el escritor, que nunca quiso construir una novela «que adoctrinara, sino que mostrara cosas para que el lector llegara a sus propias conclusiones, aunque está claro lo que yo pienso sobre el acoso y la humillación».
«Es un tema tan antiguo casi como el mundo. Desde que yo era niño lo he visto pero es verdad que ahora la concienciación, la denuncia y las medidas que se toman por parte de los institutos son mucho mayores y en todo esto también la literatura puede poner su granito de arena. Yo no estoy descubriendo nada pero aporto mi visión desde mi punto de vista, dando voz a diferentes personajes», añade.
«Esto no es una cosa solamente anecdótica que ocurre más o menos dramática, sino que suele tener una serie de consecuencias que evolucionan en el tiempo y por lo general dejan secuelas a lo largo de la vida», concluye el narrador.