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La actriz Julia Carrión-Provencio actuó en la noche del Rendibú 2024 representando la obra '¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?', junto a Daniel V Carrillo. Vicente Vicéns / AGM

Despliegue de encantos

El Centro Párraga, con diferentes propuestas en todas sus plantas, fue el escenario de la fiesta de LA VERDAD dedicada al talento emergente; una noche de viernes cargada de estímulos donde las artes tomaron protagonismo

Domingo, 23 de junio 2024

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Las escaleras del Centro Párraga dieron el viernes mucho juego. Y es que hubo quien, contagiado por el espíritu rumboso del oso anfitrión del Rendibú, se inventó una nueva categoría independiente a las cinco oficiales de este certamen de talento joven emergente organizado por LA VERDAD. Música (Mejor canción), Diseño, Relato corto + podcast, Cortometraje y Fotografía eran las categorías a concurso. Moda y modelaje la categoría extraoficial, que pusieron en marcha un grupo de jóvenes que se retaron a subir y bajar las escaleras de este espacio destinado a la cultura contemporánea de la forma más elegante posible y con un hándicap que hacía la idea divertida: el vaso oficial del Rendibú cargado de Estrella de Levante sobre la cabeza. Y un paseo sin derramar gota.

Con las pertinentes sandalias de plataforma, el reto era digno del reality 'Supermodelo'. Pero no se quedaron cortos los que eligieron el ascensor, pues alguna pareja, entre tanta subida y bajada, debió olvidar que el elevador era de cristal y se dejó llevar por la emoción del momento, dando un espectáculo de besos digno de comedia romántica con el que no contaban los que por allí pasaban. Orgulloso estará de todo este despliegue el oso glamuroso y talentoso que este año estrenaba cueva y consiguió contagiar a sus invitados de ese espíritu marchoso que provocó, pasada la media noche, una cadena de inesperadas coreografías. La imagen gráfica de la campaña del Rendibú fue realizada en esta edición por el diseñador gráfico de LA VERDAD, Carlos Larrotcha.

Gala de entrega de premios completa del Rendibú 2024.

Pero para que ese momento llegara, por suerte, quedaba mucho por disfrutar. Y es que la fiesta de este certamen de LA VERDAD dedicado al talento emergente en las artes, coordinada por Beatriz Rocamora, arrancó cuando todavía era de día en Murcia. Photocall a la entrada, pintura mural en directo en frente a cargo de La Compañía de Mario, y un fiel aliado del oso esperando en el Espacio 0: Aarón Sáez. El artista ejerció de maestro de ceremonias abriendo la noche con la entrega de premios. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y el polifacético músico condujo un evento para abrir boca que permitió descubrir, de forma audiovisual durante unos segundos, todos los proyectos finalistas y ganadores en las diferentes categorías.

Lo justo y necesario para crear expectación e incitar a un paseo por las diferentes plantas del Centro Párraga, bajo la dirección de Sergio Porlán, en las que se pudieron leer los relatos finalistas, observar las series de fotografías seleccionadas y ver los cortos, los diseños de etiquetas de vinos y los videoclips que acompañaron a las canciones elegidas para llegar a la final y así profundizar, con la atención que merecían, cada propuesta.

Entre amigos. La terraza del Centro Párraga fue un espacio para bailar y charlar. Nacho García / AGM

Y en este disfrute con los cinco sentidos, bien acompañado siempre de cerveza Estrella de Levante y vino de Viñas Familia Gil Family Estates, no podían ser menos protagonistas los bocadillos de La Boca Te Lía, que creó dos recetas exclusivas para el Rendibú. ¡Y ojo con las combinaciones! Comenzando por el salado, el bocata más sabroso: pan rústico, salmón ahumado marinado con salsa teriyaki, crema de queso especiada, zarangollo a nuestra manera, tomate picado y espárragos trigueros a la plancha. El oso, siempre protagonista, quiso colarse también en el postre y plasmó su silueta en el bocata más goloso: pan brioche emborrachado con almíbar de whisky y miel, crema pastelera, nata montada y azúcar caramelizado. Un postre que haría las delicias de otro famoso oso, el mismísimo Winnie the Pooh.

El icónico personaje de dibujos animados, con su crop top rojo, siempre moderno sin pretenderlo, habría encajado a la perfección en este Rendibú y no se habría separado del puesto de helados que Temperato instaló en la azotea del espacio. Kinder Bueno, Lotus, Ferrero, Red Velvet... sabores irresistibles que se sumaron a este cóctel ideal para dar pie a todo tipo de charlas antes y después del concierto de The Leadings. Fue una noche especial para la banda de pop electrónico nacida en Murcia pues la terraza del Centro Párraga fue testigo del regreso a los escenarios del grupo tras 13 años sin tocar. Un número tan poco querido para los supersticiosos que no fue una mala señal para la banda, que disfrutó de su directo tanto como sus fans, que corearon sus canciones junto a otros que descubrieron la formación gracias a esta fiesta que contó con el patrocinio de Estrella de Levante, Hozono Global, Cajamar Caja Rural, Viñas Familia Gil Family Estates, Agrupal, Grupo Fuertes, Repsol y el Ayuntamiento de Murcia, con la colaboración de La Boca Te Lía, el ICA, APC Audio, Temperato y Centro Párraga.

Con un polifacético músico. Aarón Sáez fue el encargado de presentar la gala de entrega de premios. Nacho García / AGM

«Que no os engañen»

Las felicitaciones entre artistas, finalistas y ganadores de las diferentes disciplinas se turnaron con conversaciones de las que salieron nuevas ideas y proyectos en una noche para poner en valor el talento de verdad. Porque, como dejó claro el músico y cantante Aarón Sáez, líder de proyectos como Varry Brava y Carey, durante la gala, «todos tenemos una cámara, todos sabemos cortar un clip, montar un vídeo, poner un fondo, crear un 'reel', acortar un 'storie', poner un filtro, hablar a cámara, contar nuestra historia [...] pero ojo, que no os engañen, eso no es cine». Al igual que todos sabemos disparar para capturar una foto y nos suenan términos como el encuadre y el brillo, pero no somos fotógrafos. Al igual que sabemos juntar palabras en un papel y en la pantalla de nuestro ordenador y transmitir nuestras vivencias a través de 'guasaps', pero no podemos llamarle a nuestra forma de comunicación literatura. Al igual que no todos, pero sí algunos, saben dibujar con cierta destreza, distinguir entre tonos fríos y cálidos y entre el cian, el turquesa y el celeste, pero no son diseñadores. Al igual que muchos cantamos en la ducha, afinando más o menos, y tarareamos melodías que creemos inventadas por nosotros mismos -pero que suelen ser versiones de pegadizas canciones- y no por ello somos profesionales de la música.

Por esto y mucho más, ¡larga vida a los concursos del Rendibú!

Pintura mural en vivo. Los artistas de La Compañía de Mario ofrecieron su versión del característico oso. Vicente Vicéns / AGM

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