Cueva Antón revela que los hábitos de neandertales y 'sapiens' «no difieren»

Empeñados en saber cómo se movían los cazadores-recolectores de la Prehistoria, el uso que hacían del paisaje y conocer cómo se organizaban en las cuevas, el equipo de investigadores que trabaja en Cueva Antón vuelve a arrojar luz sobre quiénes fueron y cómo se comportaron los neandertales del Paleolítico medio.

«Nuestra Región no deja de aportar datos al mundo de este tipo de investigaciones. Los hogares encontrados en Cueva Antón (Mula), datados hace 80.000 años aproximadamente y asociados a herramientas de piedra y a restos óseos de la fauna consumida, están ofreciendo grandes resultados para avanzar en los controvertidos debates que se generan en torno a nuestros orígenes más remotos», afirma el arqueólogo y profesor de Prehistoria de la UMU, Ignacio Martín Lerma.

Y así lo confirma un reciente artículo publicado en la prestigiosa revista científica 'Scientific Reports', perteneciente al grupo 'Nature'. La investigación, que firman Marianne Deschamps, del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de la Universidad de Toulouse; el murciano Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia; Gonzalo Linares, de la Universidad de Cambridge; y João Zilhão, de la Universidad de Lisboa, todos con una larga trayectoria profesional en estas cuestiones y referentes indiscutibles en el estudio del Paleolítico, constata que las herramientas que usaron los neandertales, según los datos extraídos de las excavaciones de Cueva Antón, «fueron fabricadas en sílex (importado) y con cantos rodados de caliza (locales) con maestría y un gran conocimiento técnico para utilizarlas en las que fueron sus actividades cotidianas», detalla Martín Lerma sobre los hallazgos.

De hecho, según han podido confirmar sobre el terreno, explica el arqueólogo murciano, «al relacionar estas herramientas con los restos de fauna hallados en el yacimiento, aportan datos tan interesantes como saber en qué épocas del año trabajaban más las pieles», una actividad que según los estudios y los análisis se desarrollaba en temporadas invernales y especialmente con ciervos, o realizaban labores de 'carpintería', en temporadas primaverales, cuando disponían de madera verde (más fácil de trabajar para elaborar herramientas), detalla la investigación.

Los datos recabados también permiten «conocer cómo estructuraban el espacio en la cueva, distinguiendo entre áreas de descanso y zonas de trabajo». Así, afirma la publicación, los hogares (con los que se vuelve a constatar el dominio del fuego por parte de los neandertales) se ubicaban en los distintos estratos de la cueva «a una distancia constante desde la parte trasera del refugio, unos 2 metros», y que «el espacio habitado se estructura en áreas de dormir/descanso –entre el fuego y la pared– y de trabajo/consumo –al exterior de los hogares–». Igualmente, se detectan «áreas de actividad separadas dentro de un solo evento de ocupación, cada una organizada alrededor de un hogar diferente», y que «la actividad humana se llevó a cabo en espacios centrados en el hogar».

El análisis de las herramientas también pone de manifiesto el uso de distintos tipos de útiles para tareas diferentes. Así, «las herramientas más utilizadas para trabajar la piel seca fueron los raspadores y muchas veces usando el ocre como sustancia abrasiva para hacer más efectiva la acción (...) Estos datos revelan una relación clara entre la forma de la herramienta y la última función a la que se sometió antes de desecharlas», afirma la publicación.

Entusiasmado por los últimos hallazgos extraídos del análisis de los materiales encontrados en los distintos estratos de Cueva Antón, el traceólogo Martín Lerma asegura que «la sorpresa viene cuando comprobamos que las formas de vida de estos neandertales para nada difieren de las que conocemos de las poblaciones anatómicamente modernas del Paleolítico superior, que habitaron nuestra Región miles de años después». Un relevante dato, dada la controversia y discusión que se mantiene desde hace tiempo sobre las capacidades y habilidades de los neandertales en comparación con los humanos anatómicamente modernos que habitaron el continente europeo y que, vuelve a incidir, revelan que las capacidades de los neandertales estaban tan evolucionadas como las de los humanos del Paleolítico superior.

«Sin duda, Murcia se está convirtiendo en un lugar clave a nivel europeo para comprender quiénes fueron realmente los neandertales gracias a yacimientos como la Sima de las Palomas (Torre Pacheco), Cueva del Arco (Cieza) y, por supuesto, Cueva Antón (Mula)», considera el codirector de la Cueva del Arco, Ignacio Martín Lerma. Un estudioso de los orígenes de la humanidad, experto en traceología –ciencia que estudia la huella de uso de las herramientas líticas utilizadas en la Prehistoria– que está contribuyendo muy activamente a que los neandertales 'murcianos' estén de moda, como demuestra su último libro 'La Prehistoria en la mochila' (Aguilar, 2022) o la exposición que ha comisariado con el portugués João Zilhão y Luis de Miquel Santed, 'Ancestros. Neandertales de la Región de Murcia', que cierra sus puertas el 8 de enero y que ya ha recibido a más de 20.000 visitantes.