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Timothée Chalamet, un adicto en 'Beautiful Boy'.
Timothée Chalamet: «La adicción es una enfermedad»

Timothée Chalamet: «La adicción es una enfermedad»

El actor encarna en 'Beautiful Boy' a un drogadicto que hunde todos los intentos de su padre (Steve Carell) por alejarle del infierno de la autodestrucción

MARÍA ESTÉVEZ

Los Ángeles

Viernes, 15 de marzo 2019, 12:44

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Si hay un actor lanzado al estrellato es, sin lugar a dudas, Timothée Chalamet (Nueva York, 1995). Su brillante actuación en 'Beautiful Boy: Siempre serás mi hijo', en su guerra contra la adicción al crack, le revela como una de las sensaciones de su generación. La cinta está basada en la historia de David y Nic Sheff, que escribieron sus memorias en el libro homónimo. 'Beautiful Boy: Siempre serás mi hijo' cuenta el descenso de Nic a los infiernos de la adicción mientras su padre, David, interpretado por un soberbio Steve Carell, intenta salvarle de las drogas y de sí mismo.

Nominado al Oscar como mejor actor por su trabajo en la película 'Call Me By Your Name', Chalamet protagonizó también el filme 'Lady Bird' junto a Saoirse Ronan. Más allá del cine, joven ha aparecido en varias obras de teatro, consiguiendo el premio Drama League Award por su papel en la obra de Patrick Stanley 'El hijo prodigo'. También ha sido uno de los actores regulares de 'Homeland' y tuvo un papel breve en la cinta de Christopher Nolan 'Interstellar'.

–¿Cómo entiende la adicción después de rodar este filme?

–A veces, tenemos una idea de lo que significa la adicción pero, en realidad, supone simplemente dolor para quien la padece.

–¿Por qué decidió rodar este filme tras 'Call Me By Your Name'?

–Es la mejor historia que encontré sobre mi mesa. He buceado en el mundo de las drogas, en la desconexión que existe entre el adicto y la gente que lo ama. Espero que se entienda que no queremos moralizar a nadie, la adicción es una enfermedad. Además, este filme es, para mí, la oportunidad de trabajar junto a Steve Carell, uno de mis actores favoritos y con Félix Van Greoening, que es un director sensacional.

–¿Cuál es su motivación al leer un guion?

–No soy un actor de los que planean cada paso que da, tengo que leer los guiones que me ofrecen, y buscar qué papeles rondan por la ciudad para pelear por ellos. Yo soy un actor que está empezando su carrera. Mi deseo, por supuesto, es continuar colaborando junto a grandes realizadores y buenos actores. Estoy sentado en el momento que vivo, saboreándolo.

–¿Es difícil esa transición entre papeles infantiles y otros adultos?

–Llevo muchos años trabajando, me gradué en un programa de teatro donde todos éramos muy conscientes de que la realidad de un actor es la de no trabajar.

–Su madre fue bailarina en Broadway y su padre trabaja para Unicef. ¿Imagino que debe su carrera a ellos?

–Han sido siempre mi gran apoyo, mi madre me ha acompañado a cientos de audiciones. Ellos me han animado a aprender idiomas, a tocar el piano, a mejorar.

–La película tiene emociones fuertes.

–Me gustan los papeles así. Rodar filmes como éste o 'Call Me By Your Name', uno detrás de otro, historias tan contrastadas, me ayudan a entender el proceso de rodar una película. Hay una enorme verdad en cada momento que tienes que interpretar. Lo importante es dar textura y color al tono de la narración, formar el personaje antes de empezar a filmar. Yo no soy un actor que trabaje por instinto, necesito prepararme.

–¿No cree que se somete a mucha presión? Está empezando.

–Me he acostumbrado a este ritmo, aunque debo confesar que sigo echando de menos esa sensación de pertenecer a un personaje como me ocurrió con 'Call Me By Your Name'. Sigo el consejo de mi agente y recuerdo lo que dijo una vez Joaquín Phoenix: «No se trata de ponerse muchos sombreros, sino de alcanzar un determinado sentimiento». Esa ha sido, hasta ahora, mi experiencia como actor.

–¿Hay algo que le de miedo a la hora de interpretar?

–No. Tengo la suerte de haber ido a una escuela de drama desde los 13 años. Me han enseñado a mostrar la mejor versión de uno mismo, eso es lo mejor de la interpretación, cuando eres honesto y te abres a la posibilidad de ser vulnerable. A mí no me da ningún miedo mostrar mi sensibilidad. A mi edad es mucho más fácil mostrarme como un desvergonzado.

–¿Antepone proyectos independientes a otro género de películas?

–Hago, de lo que me ofrecen y lo que me gusta. Me siento a gusto interpretando buenos proyectos, y no me importa si son en televisión, teatro o cine. Simplemente me dejo llevar por una buena narración y un gran director. Tuve la suerte de empezar con 'Interstellar' y 'Hombres, mujeres y niños', que fueron grandes películas. Para mí, la clave está en ponerse a las órdenes de realizadores que convierten esa oportunidad en una fantástica experiencia. Me siento muy agradecido por el momento en el que estoy y dispuesto a tomarme unas semanas de vacaciones.

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