Chaplin, la dignidad del vagabundo

En su propia biografía, explica que la sangre gitana corre por sus venas, heredada de su abuela paterna. Se cree que nació en un carro, en un campamento calé cerca de Birmingham.

Siempre se sintió orgulloso de sus orígenes y regresó al barrio de su infancia en varias ocasiones. Las vivencias del hambre extrema, el desamparo, aparecen en sus películas. Su afición por las adolescentes, quizá le hacían recrear una y otra vez su infructuoso romance con otra actriz del 'music hall'.

La leyenda cuenta que el niño Charles salió al escenario para sustituir a su madre indispuesta. Cautivó al público de inmediato, que le aplaudió entusiasmado, y arrojó monedas que recogió con gracia. La bis cómica asomó la patita. Son tiempos en los que él y su hermano sobreviven con oficios de recadero, vendedor ambulante y soplador de vidrio. Conocen los hospicios y en ocasiones viven con la madre en los asilos de los enfermos mentales.

Su ingreso en la compañía de mimos de Fred Karno es algo fundamental en su carrera que siempre anduvo entre el humor de acción, el teatro físico y los 'gags' hilarantes. De hecho, cuando llegó el sonido al cine, Chaplin siguió fiel a su estilo y apenas hay diálogos en sus films. Compositor accidental, sus temas 'Smile' y 'Limeligths' son historia de la música.

La compañía envía a algunos actores de gira a Estados Unidos. Charles ya no regresará. Participa en películas de la compañía Keystone. Le disgusta que le dirijan.

Es en 1914 cuando crea el personaje del vagabundo para el film 'Carreras sofocantes'. Chaplin le otorga dignidad a la pobreza, por eso el bombín y el bastón. Las botas enormes se las inspiró un mendigo real de su vida joven en Gran Bretaña. Una deformación en sus pies le obligaba a llevar el calzado de este modo.

En 1917 firma con la Mutual Film Corporation un contrato inédito: Charles ganará 10.000 dólares a la semana y libertad para rodar. Eso sí, a un ritmo frenético. Ahí conocerá a muchos de sus colaboradores habituales para futuros trabajos y amigos leales. Por aquel entonces, estaba tan enfrascado en su trabajo que desconocía su enorme popularidad. Montó en un tren y de pronto se percató de que se llenó súbitamente ¿Por qué? Porque estaba él.

Chaplin fue pionero en exigir un caché por su salario, acorde con los beneficios de sus empleadores y también emprendedor. Junto a su amigo Douglas Fairbanks y Mary Pickford, funda United Artists, su propia productora. Algo que hacen hoy de forma habitual todos los actores que desean tener algo de control sobre su carrera y sus ganancias. Fairbanks y Charles se convirtieron en inseparables hasta la muerte del primero.

Su vida amorosa merece varios capítulos. Era un mujeriego incorregible. En alguna ocasión llegó a afirmar que se acostó con hasta 2000 mujeres. No fue el mejor padre porque su exigencia personal estaba por encima de los cariños y la ternura. Con Oona Chaplin, madre de Geraldine, tuvo una vejez plácida. Cuando se conocieron ella tenía 17, él 54. El robo de su cadáver y la llamada de unos secuestradores de pacotilla se le antojó a la joven viuda el colmo del chiste. Un último gag.

De su obra, me quedo con este fragmento de 'El gran dictador': «Queremos vivir con la felicidad del otro, no con su angustia. No queremos odiarnos y despreciarnos. En este mundo hay sitio para todos, y la tierra es rica y puede proveer a todos. El camino de la vida podría ser libre y hermoso».