Cartagena consigue su primera estrella Michelin
El restaurante Magoga se alza con la preciada distinción. Cabaña Buenavista de Pablo González mantiene sus dos condecoraciones por tercer año consecutivo
El firmamento de la Región de Murcia brilla más que nunca gracias a la flamante estrella Michelin ganada ayer por el restaurante Magoga de Cartagena, que se une a las dos conseguidas por Cabaña Buenavista (El Palmar, Murcia) en 2017. El restaurante liderado por la cocinera María Gómez y el jefe de sala y sumiller Adrián de Marcos, ambos pareja, sitúan así a la ciudad portuaria en el mapa gastronómico nacional en un hito histórico para la Región tras recibir una condecoración en la gala de la guía roja celebrada en Sevilla. «Recibir la estrella Michelin nos ha dejado totalmente en 'shock'. No podemos creernos que nos esté pasando a nosotros», respondía María Gómez minutos después de subir al escenario de la gala Michelin a recoger su chaquetilla.
Magoga lleva años siendo una de las principales apuestas de la Región como firme candidata a recibir el premio de la guía roja, especialmente desde que De Marcos se hizo con los mandos de la sala del restaurante y reestructuró la sala, el servicio y la sumillería a su imagen y semejanza, sin que esto supusiera un retroceso en la propuesta puramente gastronómica. «Con este reconocimiento vamos a conseguir que se mire un poquito más Cartagena y la Región», reconocía la cocinera.
Desde sus inicios, el local mantiene una línea de cocina actual, renovada y elegante donde se representan a la perfección los productos y sabores de la comarca durante toda la temporada. Más de trescientas referencias en vinos, un gran carro de quesos y puntuales guiños divertidos al comensal como un plato que representa al submarino de Isaac Peral son algunos de los últimos detalles de la experiencia que propone el matrimonio cartagenero.
Sencillez, producto, trabajo, saber hacer y, sobre todo, paciencia y constancia, han hecho que el cielo de la Región de Murcia luzca este 2019 con una estrella más.
Por su parte, Cabaña Buenavista mantiene las dos estrellas conseguidas en 2017 en el que parece que es un claro proceso de consolidación y ascenso a la mayor de las condecoraciones. Pablo González quiso felicitar a los poseedores de la nueva estrella Michelin en la propia gala. «Es una gran noticia para la Región y el reconocimiento a un gran esfuerzo. Tiene mucho mérito», concluía en conversación con LA VERDAD.
Imaginación y compromiso
Durante el pasado congreso Región de Murcia Gastronómica, organizado por este diario, el tándem formado por María Gómez y Adrián de Marcos descubrió a los asistentes la filosofia de una gastronomía marítima y respetuosa con el producto que explota la imaginación y creatividad. Una cocina que, según recogió esta Redacción, equilibra su protagonismo con el de la sala, en la que el restaurante ofrece un ambiente hogareño sin descuidar la exquisita y llamativa presentación de sus platos. Recetas que en su mayoría cuentan con elaboraciones en las que queda representada la geografía regional con los mejores pescados del Mediterráneo, huevos ecológicos de La Aljorra y un protagonismo imperioso del chato murciano. En Magoga siguen la máxima del desaparecido Santi Santamaría, que defendía que «para ser universal, hay que ser local». Esa es la vía por la que este establecimiento ha conseguido un sol Repsol y ofrece un servicio y producto muy difícil de igualar, y desde ayer se estrena en la guía Michelin. Además, sus elaboraciones homenajean al inventor Peral, a Cartagena, a la Región de Murcia, a la naturaleza y, en definitiva, al buen comer.
Por su parte, González-Conejero predicó con el ejemplo en Región de Murcia Gastronómica, dedicado este año a la sala, y se llevó a la sede del congreso a una parte sustancial de su equipo: dos responsables de sala y tres cocineros. Una manera de representar gráficamente en qué ha derivado la experiencia gastronómica en su restaurante a la luz de una batalla que inició hace unos tres años: la de la reivindicación de esta 'pata', un poco olvidada de la restauración, según contó Pachi Larrosa.